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Cuando hablamos de perros, es imposible no pensar en el gran danés como el prodigio de Alemania, en el pastor belga como el más popular en Bélgica o, sin ir más lejos, en el fila brasilero como la raza originaria de Brasil o en el xoloitzcuintle ligado a la cultura mexicana.
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En cualquier caso, Colombia también tiene su propia raza de perro: el sabueso fino colombiano, cuyos orígenes se remontan a, por lo menos, un siglo después de la llegada de los españoles.
Tal como se registra en la página oficial de la Asociación Club Canino Colombiano (ACCC) desde 1550 hasta 1800 se trajeron a Colombia y los países andinos antiguos sabuesos de origen español para cazar roedores, galgos para cazar venados y perdigueros para cazar patos. Luego, cuando la campaña libertadora empezó, intervino la legión británica con su batallón de cazadores, ingresaron a la región los antiguos Fox Hound.
“Poco a poco se fueron mezclando y fueron gestándose estos perros de cacería que se tenían en todos los campos de Colombia”, indica Luis Alberto Martin, vicepresidente de la ACCC en entrevista con La Red Zoocial. Pero no fue solo hasta el año 2000 “o tal vez un poco antes” de acuerdo con Martin, que la Asociación comenzó a promover el reconocimiento de esta raza, con ayuda de investigaciones de la Universidad Nacional de Colombia, que permitieron el censo, la caracterización y sus primeros registros ante la entidad.
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“Nosotros como Club Canino Colombiano decidimos a adoptar ese perro como una raza colombiana, una raza que está ya establecida y que tiene unos parámetros que se repiten, entonces se empiezan a trabajar en diferentes líneas de familia para cumplir con lo que exige la Federación Cinológica Internacional para que el estudio sea lo suficientemente continuo y solicitar el reconocimiento del sabueso fino”, indica Martin.
De acuerdo con Yesid Fontecha, entrenador de Fon K9 Dogs, este canino tiene unas características excepcionales, “los sabuesos finos suelen destacarse por su gran sentido del olfato, su buena audición y, por supuesto, por ser excelentes cazadores y anunciar la captura de una presa por medio de sus bramidos”, indica el experto.
De hecho, gracias a su olfato y audición, algunos campesinos en Colombia aún utilizan a estos caninos para la caza deportiva, a pesar de que la Corte Constitucional se pronunció en el año 2019 y dio un plazo para que quienes practicaban la actividad pudieran adaptarse.
“El sacrificio de la vida de un ser vivo por el hombre es una forma extrema de maltrato en cuanto elimina su existencia misma y es un acto de aniquilamiento. Cuando es injustificada, la muerte de un animal es un acto de crueldad, pues, supone entender que el animal es exclusivamente un recurso disponible para el ser humano. La caza deportiva, en fin, es un acto dañino en cuanto está dirigida a la captura de animales silvestres, ya sea dándoles muerte, mutilándolos o atrapándolos vivos” indicó la Corte en su momento.
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Los sabuesos finos colombianos: ¿ideales para la búsqueda y localización?
Melcocha, de tan solo un año, llegó a la vida de Maria Alejandra Medina luego de ser adoptada en una finca en Tenjo. “La pareja que la tenía la adoraba, pero quería que tuviera un hogar que se pudiera dedicar completamente a ella, sabiendo además que era un perro de campo que ladraba durísimo y necesitaría de mucha paciencia para que se adaptara a la vida en la ciudad, así que la dieron en adopción y nosotros fuimos los afortunados”.
Cuando fue adoptada, Melcocha ya tenía más de un año de vida, pero para sorpresa de Alejandra, la canina era sorda. Según contó a La Red Zoocial, la perrita ya sabía algunas señas, especialmente la de atender al llamado de venir, pero con mucha paciencia y repeticiones, aprendió otras como sentarse, dar la mano y avisar cuando alguien llega.
Pero, como debido a su condición, no responde a llamados por voz, todo lo percibe a través del olfato y el contacto visual. “Ella no oye, así que no sabe de inmediato si alguien llega, pero huele cuando abres la puerta, cuando alguien está cerca o cuando entra”, nos cuenta Alejandra, quien también indica que los sabuesos finos podrían desenvolverse muy bien en operaciones de búsqueda y localización.
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“Ya tenemos establecido que la caza en Colombia está prohibida, entonces, a pesar de que uno busca a un perro de acuerdo a unas necesidades, deseos o expectativas, cazar ya no es posible, ahí es cuando podemos hablar de algunos sabuesos finos que están siendo entrenados en detección de sustancias y búsqueda y localización” explica Martin sobre la posibilidad de remplazar este particular trabajo para el que fueron creados estos caninos.
Sin embargo, para Fontecha, esto requiere de una gran inversión por parte de las entidades. “Lo que pasa es que es que este entrenamiento requiere un músculo financiero que lo respalde y una logística importante, como un entrenamiento diario, porque, al final, será un perro que saldrá con una habilidad adicional y esto también tiene un valor adicional”, nos cuenta el entrenador, quien, actualmente, se encuentra entrenando a cinco sabuesos finos en búsqueda y rastro.
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No obstante, algunas entidades como la Policía Nacional han sido testigos de las grandes capacidades que tienen estos animales. El 23 de octubre de 2021, Otoniel, el líder del Clan del Golfo cayó en una operación de la Fuerza Pública y Chapolo, su perro, un sabueso fino colombiano, fue clave en el hallazgo del criminal.
De acuerdo con los relatos de los uniformados, la búsqueda de Otoniel había comenzado años atrás. En uno de estos operativos, llevado a cabo en el año 2015, ingresaron a su casa y se encontraron con el canino que estaba un poco desorientado por el sonido de los disparos. Una vez el animal pudo recobrar su atención los guió hacia el espeso bosque donde finalmente se rindió en la orilla del un río.
Según narra la Revista Semana, los policías decidieron adoptar al perro y lo bautizaron como Oto. Luego de salir en helicóperto del Urabá antioqueño, fue valorado por un médico veterinario, quien determinó que su salud era regular y que tenía pulgas y garrapatas. Luego de su recuperación, fue incorporado en la Escuela de Guías y Adiestramiento Canino de la Policía y entrenado para la búsqueda de personas, entre ellas, su anterior amo.
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La belleza del “perro autóctono de Colombia”
El vicepresidente de la ACCC manifestó que, aparte de sus extraordinarias habilidades de trabajo, los sabuesos también cuentan con un estándar de raza digno de competencia. “Este perro tomó unas características específicas de otras razas y tabuladas y bien establecidas son las que dan origen a un perro o a una raza que llamamos el sabueso fino colombiano que nos representa en competencias internacionales”, indica Martin.
De acuerdo con el vicepresidente, hoy se conocen alrededor de cinco perros campeones en los diferentes concursos nacionales e internacionales en el Grupo 6, que corresponde a los perros sabuesos y de rastro. “El tema es que muchas personas de la ciudad, y en general en Colombia, no conocen la importancia de tener un perro que sea de nosotros, un deportista que nos pueda representar y que nos sintamos orgullosos de tenerlo”, concluye Martin.
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