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Los perros son animales de compañía que viven y acompañan a sus cuidadores durante varios años, entre 10 y 15 en promedio. Sin embargo, al igual que todos los seres vivos, ellos envejecen con el tiempo. Este proceso suele ser difícil para algunos tutores, pues empiezan a ver a sus peludos más cansados de lo habitual, con movimientos más lentos y con su pelaje más grisáceo.
Aun así, es importante que, como tenedores responsables, este proceso de transición en la vida de un perro se lleve de la mejor manera. Esto implica cambiar algunos hábitos, adquirir nuevas rutinas y estar más pendiente de la salud del canino. Esta etapa también es una buena oportunidad para agradecerle a la mascota todo el tiempo compartido y brindarle más amor, cariño, cuidados y atención.
A continuación le contamos en qué cambia un perro cuando está envejeciendo, según el portal especializado Kivet:
Pierde la energía: Los perros de edad avanzada son menos activos, tardan en reaccionar y se vuelven más asustadizos. Es normal que con el paso del tiempo su energía empiece a disminuir y ya no muestren la misma vitalidad que solían tener. Esto se manifiesta a través de diferentes comportamientos: duermen más, se cansan más rápido durante los paseos y prefieren descansar que correr o jugar.
Presenta cambios en los hábitos urinarios e intestinales: Una de las señales de vejez en perros es la incontinencia urinaria. En esta etapa es habitual que los caninos se orinen alguna que otra vez en casa. Para intentar evitar esta situación es prudente darles paseos más regulares pero más cortos para no cansarlos. Otros signos importantes de la vejez son el aumento de la sed, el estreñimiento, la diarrea y la perdida del apetito.
Comienza a tener problemas dentales: Los dientes de los perros suelen verse afectados con el paso del tiempo, el sarro y la perdida de dientes son los problemas más habituales. Aun así, es importante cuidar la dentadura de un canino anciano para que pueda seguir alimentándose.
Su pelaje también cambia: Con el paso de los años, el pelo de los perros se vuelve áspero, pierde el brillo y se empieza a tornar blanco. Además, es normal que les empiecen a salir callos en la piel o que presenten problemas en las almohadillas.
Presentan problemas en la visión y el oído: Al igual que pasa con los humanos, los perros ancianos empiezan a perder la audición y pueden sufrir cataratas que les causan ceguera.
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