(Fotos) 10 cosas que odia su perro y que usted, quizás, no sabía
La Red Zoocial | 17 de diciembre
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Los olores fuertes.
Tienen un gran sentido del olfato. La nariz de los perros cuenta con más de 220 millones de receptores olfativos, mientras que los humanos tienen 5 millones. Por esta razón, olores como los cítricos, alcoholes, algunos productos de limpieza y hasta los perfumes, los molestan y pueden provocar reacciones extrañas en ellos.
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Mirarlos fijamente.
Cuando usted se queda mirando fijamente a un perro que no conoce, este lo puede interpretar como un reto o amenaza, no interesa si su mirada es de amor u orgullo. Solo haga esto con perros conocidos. Algunos caninos utilizan sus miradas para manipularlos y conseguir lo que quieren.
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Los abrazos.
Un estudio de la Universidad de British Columbia llegó a la conclusión de que “los perros mostraban ansiedad o malestar cuando sus dueños los estrechaban entre sus abrazos”. Si su animal no se tensa, evita el contacto visual, baja las orejas o se lame la boca, esto quiere decir que le gusta, de lo contrario, no lo haga. Ellos tienen mil maneras de demostrar amor.
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Olfatear en la calle.
Al no dejarlos olfatear, está impidiendo que estos animales obtengan la información de qué los rodea, ellos son exploradores. Imagínese que usted salga a dar un paseo, pero no pueda ver nada porque no se lo permiten.
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Caricias en la cara.
Sí, aunque suene extraño, este comportamiento también lo odian algunos caninos. Sin embargo, si sus perros no se alejan al acariciarlos, significa que les gusta. Si ven resistencia, es mejor que no lo hagan porque para ellos puede ser una invasión del espacio personal. La cosa empeora cuando les tocan los bigotes.
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Soplarles en la cara.
¿A quién le gusta que le hagan esto? No a muchas personas, especialmente a los perros. Evite hacer esto en la nariz u orejas.
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Bañarlos muy seguido.
Siempre nos han dicho que estos animales aman los baños, pero no es cierto. Puede que su perro esté acostumbrado a bañarse desde pequeño, pero, incluso expertos veterinarios, recomiendan que esto solo se debe realizar 3 veces al año. Y si su canino es muy activo, cada 3 meses.
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Llevar tensa la correa.
Estrés, frustración y nerviosismo son algunos sentimientos que se generan con una correa tensa. Suéltela un poco y deje que su perro entre en calma. Si siempre la tira para su lado, él pensará que está en peligro y puede actuar de una manera indebida. La buena educación es clave.
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Quedarse solos.
Los perros no son como los gatos, aman estar acompañados por sus dueños, de ahí que no sean grandes amigos de la soledad. Por eso al llegar a casa, siempre muevan la cola para indicar que están felices por su regreso. Dedíquele tiempo, amor y calidad a su animal de compañía.
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Los ruidos fuertes.
Los oídos de estos animales son mucho más desarrollados, sensibles y potentes que los de los humanos. Por esta razón, los rayos, estruendos, pólvora, gritos o la música a todo volumen no les agrada. Les genera miedo, estrés y ansiedad.