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Los nadadores de Estados Unidos solo tenían un pedido especial para sus pruebas olímpicas: tener entre ellos a tantos caninos como fuese posible, para encontrar paz y tranquilidad en un entorno competitivo y estresante como pueden ser los deportes.
Por ello, USA Swimming, organismo rector nacional de la natación competitiva, se asoció con Paws & Think, una organización sin fines de lucro en Indianápolis, Estados Unidos, que conecta a personas con perros de terapia.
Así es como, desde el 15 de junio, que empezaron las pruebas olímpicas de natación en el estadio Lucas Oil, alrededor de 60 perros de terapia han estado en la sala de atletas todos los días con un único objetivo: dar comodidad a 1.000 nadadores, que están sometidos a un estrés intenso mientras luchan por ganarse un lugar en los Juegos Olímpicos de verano en París.
Un deportista puede trabajar toda su vida para tener la mínima posibilidad de ir a un evento deportivo de esta magnitud, por lo que la tensión aumenta y con esta iniciativa se espera crear un buen ambiente para quienes luchan por este sueño, ya que según investigaciones, los perros reducen la presión arterial y la depresión.
Si bien todos los perros de terapia han sido bien recibidos por los nadadores, hay un perro en particular que ha dejado la huella más significativa. Se trata de Izzo, una mezcla de husky de laboratorio de 10 años y medio, al que recientemente le diagnosticaron cáncer de hueso terminal.
Durante los últimos ocho años, esta mascota ha sido un perro de terapia, trabajando en escuelas, bibliotecas, centros de atención médica y eventos deportivos para ayudar a personas de todas las edades. Pero, las pruebas olímpicas serán su último trabajo.
Al enterarse del retiro, USA Swimming decidió nombrarlo miembro honorario de su equipo olímpico, aunque su veterinario haya dicho que probablemente solo le quedan unas pocas semanas de vida. Pues su desgaste es notorio en su falta de energía.
No obstante, Izzo parece haberse comprometido mucho con la preparación de los deportistas para los Olímpicos, ya que todavía camina alrededor de la sala de atletas para saludar a todos, jugar y alivianar el ambiente. También, porque no es la primera vez que prepara a personas para eventos deportivos de talla global, debido a que en 2017, fue perro de terapia en el Campeonato Mundial Juvenil de Natación FINA.
“Él proporciona un factor de calma y un recordatorio del hogar”, dijo Megan Montague, cuidadora del canino y voluntaria en Paws & Think, señalando que muchos de los atletas son de fuera del estado y no tienen sus propios perros con ellos.
Los nadadores dijeron que están encantados de tener a Izzo como compañero oficial de equipo y están dispuestos a entregarle todo su amor, mientras siga en el plano terrenal.
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