Joven adopta un pequeño perro sin saber que era un coyote: “Nunca dejó de ser salvaje”

Aunque el animal creció rodeado de otros perros, nunca perdió su instinto salvaje.

Foto: TikTok: Marian Vázquez Alarcón

Aunque no lo crea, esta historia le puede pasar a cualquier persona. En 2022, la usuaria de TikTok, Marian Vázquez Alarcón, @marianvazquez911, encontró un perrito tirado en la calle, cerca de su casa, ubicada en Coatzacoalcos, Veracruz, México.

La joven, al ver el estado del pequeño animal, decidió llevárselo a su hogar, darle una mejor vida y, si era posible, encontrarle una nueva familia.

Ella tiene varios perros rescatados, así que hacer esto era algo común. En un video que compartió en TikTok se ven los primeros días del animal, quien tiene la apariencia de un perro “normal”.

Sin embargo, al pasar los meses, el animal seguía creciendo y cada vez tenía un aspecto “más raro”, según Vázquez Alarcón. Por ejemplo, a diferencia de sus otros perros rescatados, a él le encantaba el pollo, sobre todo, crudo.

Además, empezó a crecer más de lo normal, especialmente sus orejas y cola, y su pelaje estaba tomando otro color. También notó que los aullidos del animal eran “inusuales”.

Ahí fue cuando supo que había algo mal y, tras la insistencia de su familia, decidió llevarlo al veterinario donde le dieron una sorprendente noticia: no era un perro, sino un coyote.

La mexicana, por más amor que le tuviera al animal, sabía que no era correcto tenerlo en su casa, pues, en vez de ayudarlo, lo estaría lastimando.

Decidió entonces contactar a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) para entregarlo.

“El coyote ya no está conmigo, porque siempre fue salvaje. Llegó a crecer tanto de que no tenía las condiciones ni el tiempo para adecuarlo en un hogar, porque es un animal salvaje”, contó la joven en uno de sus videos de TikTok.

Tras hablar con PROFEPA, el coyote fue trasladado al Bosque de los Murmullos, un lugar mucho mejor para su especie y en el cual se espera que sea rehabilitado para poder ser introducido a su hábitat natural. Por el momento, la mexicana contó que el coyote está bien de salud y que interactúa con otros ejemplares de su misma especie.

¿Por qué los coyotes no son mascotas?

De acuerdo con Costa Rica Silvestre, los coyotes “poseen un pelaje de color café-amarillento, tienen patas largas, orejas puntiagudas, hocico alargado y cola con pelaje espeso y punta de color negro”. En muchas ocasiones, estos animales suelen ser confundidos con perros mestizos, sobre todo cuando están pequeños.

“Los cachorros de coyote se parecen mucho a los perros domésticos. Muchas veces las personas los encuentran solos, pues sus padres andan en busca de alimento y creen que son perritos abandonados, pero probablemente sus padres estén cerca. Si se encuentra un cachorro de coyote, no lo alimente, no se le acerque, ni intente rescatarlo”, indica Costa Rica Silvestre.

Los coyotes, al igual que cualquier otro animal silvestre, necesitan a su familia para llevar a cabo su ciclo de vida de forma natural, los hogares humanos no son adecuados a ellos.

Cabe recordar que los animales silvestres hacen parte de complejos ecosistemas en los que tienen funciones importantes para su conservación. Interferir en el ecosistema para sacar individuos puede afectar a su especie, generar transformaciones en la población y causar daños al ecosistema.

Biológicamente, la fauna silvestre está adaptada a unas dinámicas de alimentación, desarrollo y reproducción específicas. Al tener a una especie en cautiverio se afectan directamente sus hábitos de vida, por lo que se le está sometiendo a un trato cruel y estresante. Además, puede ser inviable reintegrarlo a su hábitat natural, ya que es posible que pierdan su capacidad para sobrevivir.

Si quiere tener una mascota, existen muchas opciones, pero asegúrese de que la fauna silvestre no sea una ellas.

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