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La razón por la que los perros se acercan a unas personas y a otras no

Los perros han comenzado a ser considerados como hijos y miembros de las familias para algunos propietarios. Esto se debe a que ellos pueden producir el mismo neurotransmisor que crea lazos entre madres e hijos, facilitando el apego.

La Red Zoocial
21 de abril de 2024 - 12:59 p. m.
Este apego se desarrolla durante el período sensible de los cachorros, que va desde el momento en que la hembra reconoce a su cría hasta las 10-12 semanas de vida.
Este apego se desarrolla durante el período sensible de los cachorros, que va desde el momento en que la hembra reconoce a su cría hasta las 10-12 semanas de vida.
Foto: Freepik

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David Bravo, líder en comportamiento y enriquecimiento ambiental en la Unidad de Cuidado Animal de Bogotá, le explicó a La Red Zoocial cómo se desarrollan las relaciones cercanas entre propietarios y mascotas, y hasta qué punto son saludables para los tenedores y sus animales.

Bravo señala que “cuando hay un contacto continuo entre un perro y una persona, ambos experimentan un aumento en los niveles de oxitocina, conocida como la hormona del amor, la calma y el contacto, lo que fortalece el vínculo”.

Esto se debe a que tanto los seres humanos como los perros son animales sociales que viven en grupos y tienen interacciones sociales. Estas similitudes permiten que la conexión y el amor entre ambas especies se sientan tan naturales como si provinieran del mismo grupo.

No hay una edad específica en la que se establezca este vínculo, ya que puede ocurrir en cualquier momento. “Depende únicamente de un contacto positivo y agradable con los humanos”, agrega Bravo. Sin embargo, destaca que “el vínculo es más fuerte cuando se establece desde cachorros. De la misma manera que un niño que tiene contacto con su madre desde sus primeros días estará más apegado a ella, lo mismo sucede con los perros”.

Este apego se desarrolla durante el período sensible de los cachorros, que va desde el momento en que la hembra reconoce a su cría hasta las 10-12 semanas de vida. Durante este tiempo, se forma un vínculo sólido que perdura a lo largo de la vida del perro. “Esto no implica que un perro adulto o mayor (que ha alcanzado el último 25 % de su vida) no pueda establecer lazos con las personas; esto siempre es posible mediante interacciones positivas”, concluye Bravo.

De hecho, los perros eligen a sus mejores amigos por motivos similares a los humanos, como la compatibilidad en la personalidad. No obstante, resulta esencial la calidad y cantidad de tiempo compartido, que también influyen en esta elección. La conexión emocional y la anticipación de momentos divertidos refuerzan los vínculos.

Las personas que contribuyen positivamente a la vida diaria de los perros, satisfaciendo sus necesidades sociales, de salud y actividad, suelen ser sus favoritos. Aunque el cuidador en la infancia tiene un lugar especial, las relaciones saludables se construyen a lo largo del tiempo.

Los canes buscan un compañero de juegos, que también respete su autonomía. Por ello, los vínculos fuertes se forjan mediante el cuidado, el juego y la atención a las señales de bienestar del perro.

Si las personas no están en el círculo íntimo de un can, es necesario observar su lenguaje corporal para entender sus emociones. Algunos perros prefieren el afecto físico, mientras que otros muestran su cariño de distintas maneras. Algunos canes prefieren el afecto físico, mientras que otros muestran su cariño de distintas maneras. Participar activamente en juegos que disfrutan y el prestar atención a lo que los hace felices o ansiosos fortalecerá su relación con ellos.

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