Luego de 1.323 días de espera, Kato encontró el amor de una nueva familia
El akita llegó a un refugio luego de que su primer dueño falleciera, allí tuvo que pasar más de tres años para volver a un hogar cálido y amoroso.
En abril de 2021, el Refugio de Animales de Cheltenham, en Reino Unido, recibió a Kato, un hermoso akita inu blanco, y a su inseparable amigo Poppy. Llegaron juntos tras el fallecimiento de su dueño, enfrentando la incertidumbre de un futuro sin hogar. Desde el primer día, Kato y Poppy mostraron un lazo inquebrantable, por lo que el refugio decidió mantenerlos juntos mientras buscaban una familia que los aceptara a ambos. Sin embargo, el tiempo pasó y nadie se atrevió a asumir la responsabilidad de dos perros de gran tamaño y de edad ya avanzada.
Durante más de dos años, el refugio se convirtió en el hogar temporal de esta pareja. Aunque Kato y Poppy parecían felices gracias al amor y cuidado del equipo, el destino les tenía preparado un obstáculo inesperado. En julio de 2023, Poppy falleció, dejando a Kato solo y visiblemente afectado. Fue entonces cuando el personal decidió llevar al akita a las oficinas todos los días, dándole un nuevo propósito. Aun así, por las noches, la ausencia de Poppy se hacía evidente.
Con la esperanza de que ahora, siendo un perro único, fuera más sencillo encontrarle un hogar, el refugio intensificó los esfuerzos. Promovieron su historia en redes sociales, medios digitales y hasta en la prensa local. Sin embargo, el tiempo seguía pasando, y nadie parecía interesarse en Kato a pesar de su tierna personalidad.
La esperanza volvió en octubre de este año, cuando David y Jackie, una pareja que recientemente había perdido a su husky siberiano, Shadow, se interesaron por Kato tras ver una publicación del refugio. La pareja visitó al can por primera vez y en un instante, el akita corrió a presentarse, como si supiera que su vida estaba a punto de cambiar.
David y Jackie concertaron varias visitas para asegurarse de que Kato se sintiera cómodo con ellos y en su hogar. Durante estas reuniones, quedó claro que el vínculo estaba “destinado a ser”. Tras pasar 1.323 días en el refugio, Kato al fin pudo encontrar una nueva familia. Esta semana, finalmente, el can celebró la Navidad y el Año Nuevo rodeado de amor y tranquilidad, un desenlace que muchos en el refugio habían soñado para él.
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En abril de 2021, el Refugio de Animales de Cheltenham, en Reino Unido, recibió a Kato, un hermoso akita inu blanco, y a su inseparable amigo Poppy. Llegaron juntos tras el fallecimiento de su dueño, enfrentando la incertidumbre de un futuro sin hogar. Desde el primer día, Kato y Poppy mostraron un lazo inquebrantable, por lo que el refugio decidió mantenerlos juntos mientras buscaban una familia que los aceptara a ambos. Sin embargo, el tiempo pasó y nadie se atrevió a asumir la responsabilidad de dos perros de gran tamaño y de edad ya avanzada.
Durante más de dos años, el refugio se convirtió en el hogar temporal de esta pareja. Aunque Kato y Poppy parecían felices gracias al amor y cuidado del equipo, el destino les tenía preparado un obstáculo inesperado. En julio de 2023, Poppy falleció, dejando a Kato solo y visiblemente afectado. Fue entonces cuando el personal decidió llevar al akita a las oficinas todos los días, dándole un nuevo propósito. Aun así, por las noches, la ausencia de Poppy se hacía evidente.
Con la esperanza de que ahora, siendo un perro único, fuera más sencillo encontrarle un hogar, el refugio intensificó los esfuerzos. Promovieron su historia en redes sociales, medios digitales y hasta en la prensa local. Sin embargo, el tiempo seguía pasando, y nadie parecía interesarse en Kato a pesar de su tierna personalidad.
La esperanza volvió en octubre de este año, cuando David y Jackie, una pareja que recientemente había perdido a su husky siberiano, Shadow, se interesaron por Kato tras ver una publicación del refugio. La pareja visitó al can por primera vez y en un instante, el akita corrió a presentarse, como si supiera que su vida estaba a punto de cambiar.
David y Jackie concertaron varias visitas para asegurarse de que Kato se sintiera cómodo con ellos y en su hogar. Durante estas reuniones, quedó claro que el vínculo estaba “destinado a ser”. Tras pasar 1.323 días en el refugio, Kato al fin pudo encontrar una nueva familia. Esta semana, finalmente, el can celebró la Navidad y el Año Nuevo rodeado de amor y tranquilidad, un desenlace que muchos en el refugio habían soñado para él.
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