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Autoridades australianas multaron a dos turistas que se tomaron fotos en la isla K’ gari, en Queensland, con varios cachorros dingos (una especie de perros salvajes), ya que consideraron este acto peligroso e irresponsable.
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De acuerdo con un comunicado emitido por Mike Devery, gerente de Cumplimiento del Departamento de Medio Ambiente y Ciencia de Queensland (Australia), las mujeres, que recibieron una multa de más de $1.500 dólares, tuvieron suerte de no ser atacadas, teniendo en cuenta los casos reportados en la misma zona.
En una de las fotografías se observa a una de las turistas, cuya identidad no fue revelada, acostada junto a una manada de dingos que estaba durmiendo.“Tuvo suerte de que la madre de los cachorros no estuviera cerca. Se sabe que defienden a su rebaño y a sus cachorros, y es inconcebible que las personas pongan en riesgo su bienestar”, señaló Devery en dicho comunicado.
Por su parte, la otra extranjera, grabó un video en el que se ve a un wongari (nombre indígena de los dingos) gruñir, lo cual es una clara señal de dominio por parte del canino. “No es un comportamiento lúdico. Los wongari son animales salvajes y deben ser tratados como tales, y la mujer tuvo suerte de que la situación no se intensificara”, agregó el funcionario.
Mujer hospitalizada por ataque de manada de dingos
La semana pasada, una manada de dingos atacó a una mujer de 23 años, identificada como Sarah Peet, mientras corría en una playa en K´gari. Según el reporte oficial, fueron tres o cuatro caninos los que persiguieron a Peet, quien fue socorrida por otros dos transeúntes.
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La mujer fue trasladada en helicóptero al Hospital Hervey Bay, en donde está siendo atendida a raíz de las múltiples heridas que presenta en sus extremidades y el torso, a causa de las mordeduras de los dingos. Actualmente, su diagnóstico es reservado.
Linda Behrendorff, guardabosques, declaró que esta zona del país es el hogar de muchos de estos animales; sin embargo, luego de la pandemia y tras el regreso de los turistas, los dingos se han mostrado más agresivos en sus acercamientos a los humanos, lo cual asegura Behrendorff, es un peligro para ambas especies.
“Los residentes y visitantes de la isla no pueden tratar a los wongari como lindos, hambrientos o como algo con lo que jugar, porque los wongari comenzarán a acercarse a las personas en busca de comida, y eso puede poner en riesgo a los wongari y a las personas”, expresó.
El pasado 20 de julio, las autoridades dieron a conocer que el líder de la manda de los dingos fue capturado y sacrificado. “Sacrificar a un dingo de alto riesgo es siempre el último recurso y la dura decisión del Servicio de Parques y Vida Silvestre de Queensland estuvo respaldada por los propietarios tradicionales de la isla, el pueblo butchulla”, emitió el departamento en un comunicado.
Las autoridades señalan que en gran parte el ataque de los animales es culpa de los turistas que pasan por alto las normas y recomendaciones. Es usual ver a las personas, alimentar a los caninos o acercarse a ellos para sacarse fotos o grabar videos.
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