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Una pastor alemán de 7 años, llamada Hanna, falleció el pasado fin de semana, al parecer, por consumir una sustancia tóxica, que de acuerdo con los veterinarios que la atendieron, puede ser veneno para ratas. Los hechos ocurrieron el pasado 30 de agosto, el día del cumpleaños y muerte de la perrita, a raíz de un paseo que la mascota dio con su tutor, Álvaro Vanegas, según contó El Colombiano.
Luego de esto, en horas de la tarde, Hanna empezó a presentar algunos síntomas, como deposiciones muy líquidas, con olor muy fuerte y un color extraño. Por ello, su familia acudió a la veterinaria que tienen. Allí, la médico la revisó e intentó hidratarla, pero con el paso de las horas, la mascota no mejoraba, por lo que tuvieron que llevarla a una clínica.
Allí la hospitalizaron y la tuvieron bajo supervisión, al tiempo que le hicieron varios exámenes para saber qué tenía. Lastimosamente, empeoró. No reaccionaba a los medicamentos ni al cariño de sus dueños y tuvo por lo menos ocho episodios de convulsiones en seis horas. Según Vanegas, los resultados de las pruebas mostraron daños en algunos órganos y presencia de sangre en el estómago, pero el lavado estomacal tampoco funcionó.
Dos días después de iniciar la hospitalización, los médicos recomendaron la eutanasia, pues las convulsiones generaron problemas neuronales y no había nada que hacer para salvarla.
Hanna llegó a la vida de esta familia en 2017 para hacerle compañía a otro pastor alemán, macho, que habían acogido un año antes y que falleció en 2023. En el caso de la perrita, dice Vanegas, solo la había hospitalizado una vez para hacerle el proceso de esterilización, pero siempre gozó de buena salud.
Esta denuncia se da justo tres meses después de que otro ciudadano de Envigado relatara que sus dos perros, Dylan y Haziel, murieron luego de comer unos alimentos en los que presuntamente había veneno camuflado, mientras los paseaban por el barrio el Dorado del mismo municipio en que ocurrió lo de Hanna, el 27 de mayo.
Roberto Arango, dueño de los perros, contó en su momento que los alimentos estaban en un punto cercano a la cancha del Dorado y que su madre estaba paseando a las mascotas, como es habitual, cuando se percató de que estaban comiendo algo y los alejó de allí de inmediato, sin tener ni la mínima sospecha de que se trataba de una sustancia tóxica.
Fue casi 20 minutos después, cuando llegaron de nuevo a casa, que Dylan, un macho de 9 años y raza Beagle, empezó a tener convulsiones y salieron con él para una clínica veterinaria. En el camino, Haziel, una hembra de raza Springer spaniel inglés y de 2 años, también empezó a convulsionar. Cuando llegaron al centro veterinario, Dylan ya había fallecido, mientras que a Haziel le brindaron la atención requerida y estuvo debatiéndose entre la vida y la muerte hasta que falleció el 30 de mayo.
Para Vanegas, lo más probable es que su perrita también haya consumido el mismo veneno. Por ello, hizo un llamado a las autoridades municipales para que fortalezcan las campañas de sensibilización sobre la adecuada tenencia de mascotas y lo grave que puede ser regar este tipo de sustancias en vías o lugares públicos.
Recuerde que el maltrato animal puede reportarse al 123, en las estaciones de policía, en la línea 01 8000 914748 de la Fiscalía, en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Amva) o en las corporaciones autónomas regionales de su jurisdicción o las secretarías o direcciones de Medio Ambiente de su municipio.
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