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Un perro puede pasar de ser dócil y tierno a mostrar un comportamiento agresivo o temeroso, o viceversa, por diversas razones. El temperamento de una mascota no es algo estático; está influido por muchos factores, tales como las experiencias vividas, la socialización, su salud y el entorno en el que vive. Sin embargo, aunque su carácter se forma a lo largo del tiempo, también puede experimentar cambios, y es crucial prestar atención a estos, ya que a menudo pueden ser señales de que algo no está funcionando bien.
Le contamos algunas razones por las que el carácter de su mascota puede cambiar, según Mercè García, adiestradora canina y colaboradora de Experto Animal.
1. La llegada de una nueva mascota:
Integrar a un peludo, sea gato o perro, en casa puede ser emocionante, pero también presenta algunos desafíos. Los perros tienen un instinto natural de territorialidad y la llegada de un “desconocido” podría generarles estrés, ansiedad o incluso agresividad. Antes de adoptar una nueva mascota, evalúe el temperamento de su perro e infórmese de cómo debe hacer la introducción correctamente.
2. Vejez:
Al igual que los humanos, los perros presentan cambios tanto físicos como emocionales con el pasar de los años. La energía de los perros sénior suele disminuir y en algunos casos, pueden volverse más agresivos o cariñosos. Procure prestarle a su perro todos los cuidados necesarios para esta etapa.
3. Falta de ejercicio:
El ejercicio regular y la estimulación mental son esenciales para el bienestar de cualquier perro. La falta de actividad física o de estimulación adecuada puede llevar a un exceso de energía acumulada, lo que a su vez puede resultar en comportamientos destructivos o nerviosos.
4. Cambios en la rutina:
Los perros son animales de costumbres, por lo que cualquier alteración en su entorno puede generarles ansiedad. Mudanzas, cambios en la familia (como la llegada de un nuevo miembro o la pérdida de uno), o incluso un cambio en el horario de paseos y alimentación pueden afectar su temperamento.
5. Enfermedad:
Los cambios de comportamiento en un perro pueden ser una señal de que algo no está bien a nivel de salud. Por eso, es muy importante prestar atención ante cualquier conducta inhabitual, y consultar a su veterinario, ya que podría estar indicando dolor o incomodidad.
6. Experiencias traumáticas
Las experiencias negativas, como un abuso físico, un accidente o una confrontación con otro perro agresivo, pueden tener un impacto profundo en el temperamento de un perro. En estos casos, el perro puede volverse más cauteloso, desconfiado o incluso agresivo hacia determinadas situaciones, personas o animales.
7. Aburrimiento:
La falta de interacción social y mental también puede generar cambios en el temperamento. Los perros necesitan estar involucrados con sus dueños y tener estímulos para mantenerse equilibrados. Si un perro se siente ignorado o no recibe suficiente atención, puede volverse más destructivo, ansioso o propenso a comportamientos no deseados.
8. Alimentación y nutrición
Una dieta inadecuada o deficiencias nutricionales pueden afectar el estado físico y emocional de un perro. Un perro mal alimentado puede sentirse más irritable o con menos energía.
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