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Perra que vivió años encadenada fue adoptada, pero regresó al refugio: ¿por qué?

Han pasado 18 meses desde que Lilo regresó al refugio, y aunque es mucho tiempo para una perra como ella, el equipo sigue con la esperanza de que pronto encontrará su hogar ideal.

La Red Zoocial
19 de diciembre de 2024 - 06:10 p. m.
No todas las adopciones funcionan, y esto no es culpa de nadie. Sin embargo, las consecuencias siempre las sufren más los animales involucrados.
No todas las adopciones funcionan, y esto no es culpa de nadie. Sin embargo, las consecuencias siempre las sufren más los animales involucrados.
Foto: Sierra's Haven For New and Used Pets
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Lilo, una mezcla de bóxer de 3 años, llegó a Sierra’s Haven For New and Used Pets en Ohio, Estados Unidos, en mayo de 2023. El refugio le contó a Newsweek que fue rescatada junto con otro perro llamado Stitch, luego de años de negligencia por parte de su dueño.

“Lilo fue encontrada con una cadena alrededor de su cuello, asegurada con un candado”, explicó el refugio. “Cuando llegó, estaba literalmente en piel y huesos. Se podía ver casi cada hueso de su cuerpo. Claramente, estaba desnutrida y no recibía el cuidado adecuado por parte de las personas en las que más confiaba”.

A lo largo del siguiente año, Lilo fue ganando peso, recuperó su confianza y comenzó a darse cuenta de que ahora estaba a salvo. En junio de 2024 ocurrió algo maravilloso: fue adoptada. “Fue algo inesperado”, añadió el refugio a Newsweek.

Parecía que la historia de Lilo finalmente tenía un final feliz. Lamentablemente, las cosas no salieron como se esperaba. “Nos la devolvieron en septiembre, después de que nos informaran que no se llevaba bien con el nuevo cachorro en casa”, explicó el recinto animal.

No todas las adopciones funcionan, y esto no es culpa de nadie. Sin embargo, las consecuencias siempre las sufren más los animales involucrados. Un estudio de 2006 publicado en la revista Physiology and Behavior reveló que los perros que ingresan a los refugios tienen niveles de cortisol, la hormona del estrés, tres veces más altos de lo normal durante los primeros tres días en el refugio.

Aunque es difícil saberlo con certeza, la experiencia de regresar a ese entorno podría haber causado una reacción similar en Lilo. Se sabe que los perros que son devueltos después de una adopción fallida suelen tener más dificultades para confiar en las personas.

A pesar de ello, el equipo de Sierra’s Haven For New and Used Pets estaba feliz de tener a Lilo de vuelta, aunque no ocultaron lo difícil que había sido la situación. “Estamos agradecidos de que esté segura con nosotros, pero sigue siendo desgarrador ver que pasa más tiempo en un refugio que en un hogar amoroso”, dijeron.

Afortunadamente, Lilo ha estado mejor que otros perros en su situación. “Parece estar bien. Tiene su cama para descansar y sus juguetes para jugar. Es una perra alegre, con una cola que no para de moverse. Tiene un ladrido que podría asustar a los malos, pero en realidad, es solo su forma de ‘hablar’. Es una chica muy dramática”, comentaron a Newsweek.

Han pasado 18 meses desde que Lilo llegó al refugio, y aunque es mucho tiempo para una perra como ella, el equipo sigue con la esperanza de que pronto encontrará su hogar ideal. “Lilo siempre ha sido selectiva con otros perros, pero se llevaba bien con su compañera de jaula, Stitch. Tal vez le iría bien en un hogar con un perro tranquilo o mayor”, concluyeron.

Con el fin de año acercándose, la esperanza es que Lilo pueda esperar un 2025 mejor, en un hogar cariñoso y lleno de amor, que finalmente será todo suyo.

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