Vivir en un edificio o conjunto residencial con una mascota puede levantar diferentes dudas, especialmente en lo que respecta a las regulaciones sobre su tenencia. Por eso, es esencial conocer las normativas que rigen la posesión de perros en espacios de propiedad horizontal para asegurar una convivencia armoniosa con los demás residentes. A continuación, le contamos más sobre las regulaciones y recomendaciones para el uso de bozales y correas.
Con el fin de evitar inconvenientes y generar una buena convivencia entre los residentes, el Código Nacional de Policía y Convivencia y la Ley 746 de 2002, establece unos parámetros y regulaciones para la tenencia de perros en propiedad horizontal, entre los que se explica el correcto uso del bozal y la correa.
En cuanto al collar: la ley 746 de 2002, establece que todos los caninos deberán ir sujetos por medio de correa o traílla en las zonas comunes de propiedades horizontales o conjuntos residenciales. Mientras que en lo que respecta al bozal, este solo es de uso obligatorio en los caninos potencialmente peligrosos, estas medidas buscan garantizar la seguridad tanto de los animales como de los demás residentes.
Según el Código Nacional de Policía, los perros que deben usar bozal por su clasificación como potencialmente peligrosos son los que pertenecen a las siguientes razas, o a sus cruces o híbridos: american staffordshire terrier, bullmastiff, dóberman, dogo argentino, dogo de burdeos, fila brasileiro, mastín napolitano, pitbull terrier, american pitbull terrier, de presa canario, rottweiler, staffordshire terrier, tosa japonés.
Además, también se consideran potencialmente peligrosos aquellos perros que hayan tenido episodios de agresiones a personas u otros animales, así como aquellos que han sido adiestrados para el ataque y la defensa.
A tener en cuenta
Es importante tener en cuenta que cada propiedad es una entidad independiente con derecho a implementar reglas particulares, pero estas no deben violar lo establecido en la ley.
Además de las normativas mencionadas, existen otras pautas que deben ser tenidas en cuenta para garantizar una convivencia pacífica. Por ejemplo, es fundamental recoger los excrementos de los perros y desecharlos en los recipientes adecuados, no inducir al animal de compañía a atacar a personas, animales o bienes, y no permitir que su mascota escarbe o esparza basura en las zonas y espacios comunes.
En caso de incumplimiento de las medidas preventivas, el animal, solo en los casos que lo determine la Policía Nacional, puede ser decomisado y el propietario será sancionado de la siguiente manera: se impondrá una multa de cinco salarios mínimos legales diarios por no portar la correa; una multa de diez salarios mínimos legales diarios por no portar el bozal en el caso de los ejemplares considerados potencialmente peligrosos; y una multa de quince salarios mínimos legales diarios por no contar con el respectivo permiso para estos animales.
Todas estas medidas buscan garantizar un ambiente seguro y armonioso en el que todos los residentes puedan disfrutar de su espacio sin preocupaciones. Conocer y cumplir con las normativas sobre la tenencia de mascotas en propiedades horizontales es crucial para fomentar una convivencia pacífica. Recuerde que la responsabilidad en la tenencia de su mascota contribuye al bienestar de la comunidad.
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