Los perros son animales leales, cariños, juguetes y muy obedientes. Sin embargo, en algunas ocasiones, pueden llegar a tener comportamientos extraños y hasta molestos con sus cuidadores, como, por ejemplo, lamer y morder sin ninguna razón. Pero, ¿por qué lo hacen y qué significa?
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De acuerdo con el portal especializado en mascotas My Happy Pet, los caninos tienen conductas complejas que suelen estar influenciadas por distintos factores como el entorno, la raza, la genética y la educación. Esto hace que existan diferentes razones las que los perros pueden llegar a lamer y morder las manos o cualquier otra parte del cuerpo de sus dueños.
1. Curiosidad
El primer motivo, y también el más común de este comportamiento, es la curiosidad del animal ante el mundo que lo rodea. Aunque el olfato es el sentido predominante de los perros, el gusto también les permite descubrir nuevas texturas y sabores. Los caninos lamen o incluso muerden para averiguar qué son las cosas, y en el caso de las manos, para conocer mejor a sus cuidadores.
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Los cachorros y perros jóvenes suelen mostrar mayor interés por esta manía. Para ellos es una manera de liberar estrés y de aliviar las molestias de encías que sufren durante los primeros meses. Además, las manos de las personas en ocasiones suelen tener rastros de otras cosas como, por ejemplo, comida. Los perros perciben estos olores y deciden probarlos.
2. Sumisión
Muchas veces, lamer, agachar la cabeza o andar por detrás es una muestra de sumisión por parte de los animales. Cuando un perro hace alguna de estas acciones con su dueño significa que lo respeta y que lo ve como un miembro más su manada. De igual forma, los lametones son una señal de cariño. Las madres lamen a las crías para protegerlas y limpiarlas. Al final, es su manera de mostrar afecto y la señal social más importante.
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3. Ansiedad
Por otro lado, las mordeduras y lamidos de los caninos de forma repentina pueden ser un signo de nerviosismo o ansiedad. Algunos perros que pasan mucho tiempo encerrados en casa y carecen de actividad física en su día a día pueden llegar a experimentar estos sentimientos. En estos casos, lo mejor es sacarlos a pasear con más frecuencia y consultar al médico veterinario algún tipo de remedio. Los mordiscos suaves de los peludos son inofensivos; no obstante, si este problema no se soluciona a tiempo, puede causar daños mayores.
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