Prohíben la práctica de yoga con cachorros en Italia, ¿por qué?
El Ministerio de Salud de Italia prohibió las clases de yoga con cachorros. Sin embargo, el uso de perros adultos en esta práctica aún está permitido. Le contamos por qué.
El yoga con cachorros, más conocido como “puppy yoga”, es una práctica bastante popular en varios países del mundo que consiste realizar esta disciplina física y mental con la compañía de caninos jóvenes. Mientras las personas ejecutan los ejercicios, los peludos corren por el espacio y, a veces, son incorporados en las posturas. La mayoría de proveedores del “puppy yoga” incluyen la posibilidad de acariciar, fotografiar y grabar a los animales.
Aunque esta tendencia ha ganado popularidad en diversos centros de fitness a nivel mundial, también ha sido criticado por diferentes organizaciones que velan por los derechos de los animales como PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) debido al posible estrés al que son expuestos los cachorros. De hecho, en una decisión transcendental, el Ministerio de Salud de Italia decidió recientemente prohibir esta práctica.
Según el comunicado emitido por el Departamento One Health del Ministerio de Salud, la regulación de las Actividades Asistidas con Animales (AAA) en Italia requiere que todos los animales utilizados sean adultos. Esto garantiza tanto la seguridad de los usuarios como el bienestar de los animales involucrados. La normativa vigente, establecida en el Acuerdo entre el Gobierno, las Regiones y las Provincias Autónomas de Trento y Bolzano, prohíbe específicamente el uso de cachorros en estas prácticas.
El comunicado también subraya que el “puppy yoga” no solo va en contraria del bienestar animal, sino que además desvirtúa los principios del yoga tradicional “siendo más un escaparate comercial para la venta de cachorros que una práctica benéfica o terapéutica”.
La decisión del Ministerio de Salud se produjo luego de una investigación realizada en marzo de este año por el programa de noticias italiano “Striscia la Notizia”, el cual denunciaba que los cachorros utilizados en varios centros de yoga eran maltratados.
Según las denuncias, los perros eran transportados en cajas o bolsas de plástico y los utilizaban durante largas horas que cubrían múltiples sesiones, sin que se les proporcionara agua ni comida. Además, la investigación de “Striscia la Notizia” encontró que muchos de los cachorros tenían solo 42 días de nacidos.
La organización benéfica de derechos animales Liga Nacional para la Defensa de los Perros (Lega Nazionale per la Difesa del Cane) presentó una queja ante el Ministerio de Salud italiano después de que estas acusaciones salieran a la luz.
Según un portavoz del Ministerio de Salud de Italia, el fallo no tiene ámbito legal de apelación. “Es igual que cualquier animal de servicio. Nunca esperarías ver a un cachorro como un perro de observación”, dijo el portavoz a CNN.
Por su parte, Elisa Allen, vicepresidenta de programas y operaciones de PETA Reino Unido, elogió a Italia por prohibir el yoga con cachorros en una declaración a CNN. De acuerdo con Allen, esta práctica es “un truco de ventas diseñado para promover la cría de perros de pedigrí, que son propensos a sufrir problemas físicos graves en el futuro, y que viola el principio fundamental del yoga: ahimsa, o no hacer daño”.
“Si bien los gobiernos de todo el mundo deberían prestar atención, no debemos esperar para hacer lo correcto: PETA insta a los yoguis a mantenerse alejados de esta estratagema barata que utiliza animales sensibles como accesorios en su detrimento”, dijo Allen.
El yoga con cachorros, más conocido como “puppy yoga”, es una práctica bastante popular en varios países del mundo que consiste realizar esta disciplina física y mental con la compañía de caninos jóvenes. Mientras las personas ejecutan los ejercicios, los peludos corren por el espacio y, a veces, son incorporados en las posturas. La mayoría de proveedores del “puppy yoga” incluyen la posibilidad de acariciar, fotografiar y grabar a los animales.
Aunque esta tendencia ha ganado popularidad en diversos centros de fitness a nivel mundial, también ha sido criticado por diferentes organizaciones que velan por los derechos de los animales como PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) debido al posible estrés al que son expuestos los cachorros. De hecho, en una decisión transcendental, el Ministerio de Salud de Italia decidió recientemente prohibir esta práctica.
Según el comunicado emitido por el Departamento One Health del Ministerio de Salud, la regulación de las Actividades Asistidas con Animales (AAA) en Italia requiere que todos los animales utilizados sean adultos. Esto garantiza tanto la seguridad de los usuarios como el bienestar de los animales involucrados. La normativa vigente, establecida en el Acuerdo entre el Gobierno, las Regiones y las Provincias Autónomas de Trento y Bolzano, prohíbe específicamente el uso de cachorros en estas prácticas.
El comunicado también subraya que el “puppy yoga” no solo va en contraria del bienestar animal, sino que además desvirtúa los principios del yoga tradicional “siendo más un escaparate comercial para la venta de cachorros que una práctica benéfica o terapéutica”.
La decisión del Ministerio de Salud se produjo luego de una investigación realizada en marzo de este año por el programa de noticias italiano “Striscia la Notizia”, el cual denunciaba que los cachorros utilizados en varios centros de yoga eran maltratados.
Según las denuncias, los perros eran transportados en cajas o bolsas de plástico y los utilizaban durante largas horas que cubrían múltiples sesiones, sin que se les proporcionara agua ni comida. Además, la investigación de “Striscia la Notizia” encontró que muchos de los cachorros tenían solo 42 días de nacidos.
La organización benéfica de derechos animales Liga Nacional para la Defensa de los Perros (Lega Nazionale per la Difesa del Cane) presentó una queja ante el Ministerio de Salud italiano después de que estas acusaciones salieran a la luz.
Según un portavoz del Ministerio de Salud de Italia, el fallo no tiene ámbito legal de apelación. “Es igual que cualquier animal de servicio. Nunca esperarías ver a un cachorro como un perro de observación”, dijo el portavoz a CNN.
Por su parte, Elisa Allen, vicepresidenta de programas y operaciones de PETA Reino Unido, elogió a Italia por prohibir el yoga con cachorros en una declaración a CNN. De acuerdo con Allen, esta práctica es “un truco de ventas diseñado para promover la cría de perros de pedigrí, que son propensos a sufrir problemas físicos graves en el futuro, y que viola el principio fundamental del yoga: ahimsa, o no hacer daño”.
“Si bien los gobiernos de todo el mundo deberían prestar atención, no debemos esperar para hacer lo correcto: PETA insta a los yoguis a mantenerse alejados de esta estratagema barata que utiliza animales sensibles como accesorios en su detrimento”, dijo Allen.