Proyecto Pepo: perros de protección para mujeres víctimas de violencia de género
En España existe un programa que entrena a los perros para que protejan a las mujeres que han sido víctimas de violencia de género. A pesar de que la iniciativa ha demostrado ser efectiva y segura, en Colombia aún no se desarrolla nada parecido. La Red Zoocial habló con Ángel Mariscal, fundador del Proyecto Pepo.
Laura Tatiana Vargas Lizarazo
En 2016 nació en España el Proyecto Pepo, una asociación sin ánimo de lucro que adiestra y dona perros de protección a mujeres que han sido víctimas de violencia de género. Esta iniciativa, avalada por psicólogos, psiquiatras y educadores caninos, también ofrece un programa formativo que ha demostrado ser seguro y efectivo.
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En 2016 nació en España el Proyecto Pepo, una asociación sin ánimo de lucro que adiestra y dona perros de protección a mujeres que han sido víctimas de violencia de género. Esta iniciativa, avalada por psicólogos, psiquiatras y educadores caninos, también ofrece un programa formativo que ha demostrado ser seguro y efectivo.
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Todo comenzó en 2009, cuando una mujer víctima de violencia de género se puso en contacto con Ángel Mariscal, adiestrador canino y fundador del proyecto. “Estaba haciendo una exhibición con perros de seguridad en Madrid y en el público había una mujer llorando. Cuando se acabó la exhibición me acerqué a ella y le pregunté que le pasaba. Me respondió que quería que yo la ayudase a entrenar a su perro para que pudiera repeler las continuas agresiones que estaba sufriendo por parte de su expareja. Yo le dije que sí y empecé a trabajar con ella y con su perro”, relata Ángel.
Según cuenta su fundador, desde el primer momento el Proyecto Pepo contó con la asesoría de psicólogos y psiquiatras expertos en violencia de género. El objetivo era entrenar a los caninos para que actuaran como una barrera ante el agresor. Sin embargo, no son perros de seguridad, por lo que no están entrenados para atacar o causar daño.
“Estos perros trabajan bajo el instinto de protección, uno muy dado en la naturaleza y poco conocido o entendido por el hombre. Son animales cuya función primaria es la disuasoria y que, de ser necesario, pueden desarrollar funciones de protección, como bloquear al agresor o alertar a otras personas”, explica Ángel.
Además de ofrecer mayor sensación de seguridad, los pepos (perros de protección) tienen un papel fundamental en el día a día de sus cuidadoras. No se trata solo de prevenir una agresión física, estos animales son un apoyo emocional que les ayudan a superar el miedo y recuperar la autoestima y la confianza para relacionarse con los otros.
Asimismo, estos caninos deben tener unas características físicas y psicológicas muy importantes: ser perros grandes, ser sociables, amables y que amen estar con las mujeres.
“Actualmente, en España se han beneficiado del perro de protección aproximadamente 100 mujeres. Aquí tenemos testimonios de psiquiatras que dicen que la mejoría con estos animales es absoluta: bajan los niveles de estrés y la ansiedad”, agrega Ángel.
Las mujeres que desean entrar al programa deben realizar primero una entrevista con el director de seguridad de la empresa Security Dogs Security Services. Una vez pasan ese filtro, tienen una valoración con un psicólogo experto en violencia de género. Este profesional es quien da luz verde para que las mujeres puedan acceder. Cabe mencionar que el programa es totalmente gratuito.
Por otro lado, Ángel explica que los perros de protección no son quienes deciden cuando proteger a la mujer, sino que es la dueña o guía canina quien lo hace. “Para esto cuentan con tres formas: el comando verbal, el menos utilizado debido a que el estrés postraumático hace que las víctimas se bloqueen ante situaciones conflictivas. La activación a través de un arnés: todos los perros están dotados de este equipo y cuando la cuidadora lo agarra el perro se pone en modo protección. Por último, está la técnica más novedosa: cuando la mujer sufre un bloqueo, el perro gira alrededor de ella para no dejar que nadie se acerque”.
La formación de las mujeres también es fundamental. Por eso, en el programa las beneficiarias deben completar unos cursos que las certifica como guías y adiestradoras. “No es cuestión de darles el perro y ya. Tenemos un programa de formación. Primero se les habilita como adiestradoras. Después hacen un curso que exige la ley en España sobre perros de seguridad que las ayuda tremendamente en el manejo. Luego hacen un curso de violencia de género”, informa Ángel.
Actualmente, los integrantes del Proyecto Pepo buscan que las entidades públicas acojan el programa, ya que, hasta ahora, sigue siendo una iniciativa privada sin ánimo de lucro y sin apoyo institucional.
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¿Perros de protección para mujeres víctimas de violencia de género en Colombia?
En Colombia, los perros de protección son usados en dos situaciones: para fines deportivos, por medio de la participación de eventos reglamentados internacionalmente, o para servir en las fuerzas de protección privada, que incluyen espacios públicos.
En los eventos de protección deportiva, el guía y el perro deben ceñirse a un reglamento que consta de tres partes fundamentales: obediencia, rastro y protección. El binomio debe competir para tratar de conseguir el mayor puntaje posible y así conseguir un título que lo avale como un perro deportivo.
Por otro lado, hay ejemplares destinados a la protección civil, cuyo término es extenso porque abarca perros entrenados para dar aviso sobre una posible amenaza mediante ladridos, realizando un trabajo de disuasión, o caninos que intervienen directamente contra el agresor mediante bozales de impacto.
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