Una noche, Bruno empezó a respirar muy fuerte y tras llevarlo al médico veterinario le descubrieron la enfermedad.
Foto: Cortesía
La familia Moreno Abadía decidió tener mascotas desde el año 2010, Thomas, Paco, Fiona, más recientemente, Bruno y dos gatos que fueron adoptados durante la pandemia, han sido parte fundamental de su vida. Aman a los animales y, a parte, tienen una casa grande con un buen espacio en el antejardín para que los peludos puedan jugar en verdes prados y compartir con otros animales.
Por Angie Valentina Suárez Moreno
Comunicadora Social y Politóloga de la Pontificia Universidad Javeriana interesada en temas de política, género, medio ambiente y construcción de paz. Ha colaborado con el proyecto de Las Igualadas.angievalensuaasuarez@elespectador.com
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