Hemivértebra: la enfermedad hereditaria que afecta a los perros braquicéfalos

La familia Moreno Abadía decidió tener mascotas desde el año 2010, Thomas, Paco, Fiona, más recientemente, Bruno y dos gatos que fueron adoptados durante la pandemia, han sido parte fundamental de su vida. Aman a los animales y, a parte, tienen una casa grande con un buen espacio en el antejardín para que los peludos puedan jugar en verdes prados y compartir con otros animales.

La familia Moreno Abadía decidió tener mascotas desde el año 2010, Thomas, Paco, Fiona, más recientemente, Bruno y dos gatos que fueron adoptados durante la pandemia, han sido parte fundamental de su vida. Aman a los animales y, a parte, tienen una casa grande con un buen espacio en el antejardín para que los peludos puedan jugar en verdes prados y compartir con otros animales.

Bruno es un bulldog francés de 5 años que, según Daniel, su propietario, siempre fue muy saludable “está con nosotros desde el 2019 y, era un chico muy atlético, iba a Girardot y jugaba con los perros de la familia” indica. Aunque sí tenía algunos problemas de respiración propios de los braquicéfalos al viajar a ciudades calientes debido a su anatomía craneal.

Sin embargo, la tranquilidad y el buen estado de salud característico del perro fue truncado durante la pandemia de la covid-19, en abril de 2020, cuando hacia la noche, toda la familia se encontraba en su casa y Bruno comenzó a respirar muy fuerte. De inmediato fue remitido a urgencias veterinarias y, luego de que el profesional lo estabilizara con oxígeno, le realizara algunos exámenes de rayos x y sensibilidad, estableció que podría tratarse de la hemivértebra.

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Esta enfermedad, de acuerdo con un artículo publicado en la Revista de Medicina Veterinaria de la Universidad de La Salle, consiste en una malformación congénita que afecta principalmente a razas pequeñas y braquicefálicas, particularmente aquellas con cola corta y retorcida (atornillada).

Aunque se tengan varias teorías sobre su origen, varios expertos coinciden en que es hereditaria, en el orden autosómico recesivo, y que se originó en el pointer alemán de pelo corto y el pastor alemán pero que terminó afectando, principalmente, a las razas ya descritas aunque también se han reportado casos en perros pekinés y west highland white terrier.

“La hemivértebra se forma cuando los dos extremos derecho e izquierdo de una vértebra no se desarrollan correctamente, produciendo un cuerpo vertebral en forma de mariposa. Las dos mitades pueden crecer de forma desigual, produciendo un cuerpo vertebral en forma de cuña que puede generar una curvatura dorsal” explican Javier Fernando Rivas y Pedro Pablo Martínez, autores del artículo. Algo que, en últimas, hace que se deforme el hueso y que se genere compresión en la médula espinal o de su aporte sanguíneo.

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¿Qué tan peligrosa puede ser para mi mascota?

Aunque Bruno se encuentra, desde el mes de junio del año 2020, en tratamiento con medicamentos homeopáticos que debe tomar una vez al día durante el resto de su vida, Daniel manifiesta que el canino sí ha tenido algunas complicaciones adicionales relacionadas con su enfermedad “aunque no volvió a tener crisis como esa que se quedó sin aire, algunos días sí se levanta un poco decaído y debemos darle el medicamento para que se levante” explicó para La Red Zoocial.

Sobre este caso, los especialistas explican que una hemivértebra no tiene por qué causar problemas adicionales con el canino, a menos que provoque la compresión de los nervios (la médula espinal) dentro de la columna vertebral, como se explicó anteriormente. Algo que puede tener una sintomatología similar a un dolor de espalda, debilidad o incapacidad para levantarse o caminar y hacer que los músculos se atrofien y se pierda el control de la vejiga y los intestinos.

Por esta razón, el diagnóstico definitivo de la hemivértebra en perros se realiza mediante estudio radiológico de la columna vertebral como ocurrió con Bruno.

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¿Cuál es el tratamiento?

De acuerdo con Rivas y Martínez, el tratamiento adecuado para cada caso dependerá de patologías anteriores y de los estudios que se realicen al evaluar al paciente. Bruno, por ejemplo, no tenía enfermedades previas y presentaba, en general un buen estado de salud, su veterinario recomendó que fuera tratado con medicamentos homeopáticos mientras era remitido a cirugía.

Por esa razón consume una dosis diaria de Zeel Ad Us Vet, una tableta que, de acuerdo con la página web de Puppis, protege el cartílago osteoarticular para evitar que se desgaste.

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No obstante, en algunos casos especiales, el tratamiento urgente consiste en la descompresión medular a través de cirugía desde el momento en el que se diagnostica la hemivértebra, donde se realiza la estabilización de la columna vertebral en la zona. “Como complemento del tratamiento, en el postoperatorio se maneja antibioticoterapia, antiinflamatorios y limpieza de la herida quirúrgica” se lee en el estudio.

Al finalizar la cirugía, se toman placas radiográficas para observar los implantes de la estabilización, confirmar su correcta ubicación y, al determinar que todo resultó como se esperaba, el paciente puede estar hospitalizado por, aproximadamente 15 días para mantener la restricción del movimiento. Luego de salir de la clínica, el pos-operatorio puede complementarse con fisioterapia siempre y cuando el animal lo tolere.

Por su parte, Bruno no pudo volver a Girardot debido a que tiene que estar en constante reposo, incluso, está a la espera que la cirugía que le permita recuperarse del intenso dolor que, sin decir una sola palabra, manifestó a sus dueños en aquella noche de pandemia.

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