Señales de que un perro está a punto de atacar: no siempre gruñe
Todas las razas de perros, desde un chihuahua hasta un dóberman, pueden atacar en caso de una situación de amenaza o presión.
De acuerdo con Mónica Corchado, directora del Instituto Dog Coaching (especializados en cursos de adiestramiento, educación o entrenamiento de caninos), antes de que un perro ataque, bien sea a una persona u otro animal, ha advertido mediante diferentes señales corporales o sonoras, que, en algunos casos, no siempre son percibidas por sus tutores.
“Cuando tenemos un perro debería de ser una obligación por nuestra parte entender el lenguaje canino, saber interpretar su lenguaje corporal, ya que de él podemos saber las intenciones previas de nuestro perro. El perro tiene un lenguaje corporal muy amplio y no solo se reduce al gruñido”, dice Corchado en entrevista con el portal Adiestrador de perros.
Corchado asegura que un perro puede atacar por diferentes razones, entre estas:
- Posesión.
- Territorialidad.
- Intrasexual (es decir, machos contra machos o hembras contra hembras).
- Enfermedad.
- Dolor.
- Miedo.
- Jerárquica.
- Por un impulso.
- Falta de educación o socialización.
- Porque han sido adiestrados para atacar o defender.
Corchado resalta que todas las razas de perros, desde un pequeño chihuahua hasta un gran dóberman, “pueden atacar si se sienten acorralados o en una situación con demasiada presión. Evidentemente, la potencia de la mordedura varía considerablemente, pero su lenguaje corporal será el mismo y, por lo tanto, si sabemos interpretarlo podremos evitarlo o anticiparnos en todos los casos”, indica al portal Adiestrador de perros.
Además, y según la experta, hay ataques que se pueden prevenir porque el perro muestra una serie de señales previas, sin embargo, esto no sucede en todos los casos. “No siempre se van a dar todas las señales, ya que influye mucho el contexto, la situación y el tipo de agresividad”.
Leer: ¿Cuáles son las razas de perros más protectoras?
¿Qué hace un perro antes de atacar?
Óscar Fabián Alarcón, etólogo del Centro Canino de la Cruz Roja, en entrevista con La Red Zoocial, asegura que un perro da una serie de advertencias antes de atacar a una persona u otro animal. Esto se conoce como la conducta de la agresividad y tiene tres fases:
1. Fase apetitiva.
En esta fase, dice Alarcón, es donde el perro da todas esas señales iniciales antes del ataque, tales como:
- Gruñidos.
- Ladridos.
- Camina de un lado a otro.
- Está ansioso o estresado.
- Empieza a jadear.
- Mira de reojo a su objetivo.
- Tiene una postura rígida.
- Muestra los dientes.
El canino hace esto para advertir y hacer que la persona u animal se aleje.
2. Fase consumatoria.
En esta segunda fase, el perro realiza el ataque hacia el animal o persona. Aquí muerde a su objetivo.
3. Fase de apaciguamiento.
Y en esta tercera fase, el “perro da algunas señales de parada, o sea, se satisface y no quiere morder más”. En este punto, es importante la presencia del tutor para retirar al animal y evitar que siga atacando.
No obstante, Alarcón hace énfasis en que estas fases no siempre ocurren en el mismo orden, pues hay perros que no dan señales y ataquen al primer instante. “El perro se fija en el objetivo y se lanza de una vez a morder. Y lo peor, lo más riesgoso del caso, es que en algunos perros no hay fase de apaciguamiento, es decir, que en el perro persiste la agresividad, aunque el otro se rinda”, afirma.
Esta es una conducta muy peligrosa, que se debe tomar en serio y que debería ser tratada con la ayuda de un especialista, bien sea un veterinario o etólogo. “Los ven como presas fáciles y ellos no dan señales de amenaza porque el objetivo de la predación no es advertir, es simplemente pasar desapercibido para tener que conseguir la presa”, agrega.
Por último, Alarcón hace hincapié en que todas estas conductas se pueden prevenir con una buena educación y socialización por parte de los cuidadores. Asimismo, recalca que esta agresividad no está asociada a una sola raza, sino que puede suceder en cualquier canino (la diferencia siempre será el daño que produzca el mordisco).
Leer: Fundación Luna Sofía: un espacio que ayuda a 80 perros maltratados y abandonados
Perros de manejo especial en Colombia
Si su perro hace parte de las razas de manejo especial, según lo establece la Ley 1801 de 2016, deberá utilizar bozal y correa en las vías públicas, lugares abiertos al público y en las zonas comunes de edificios o conjuntos residenciales.
Las razas son las siguientes: american staffordshire terrier, bullmastiff, dóberman, dogo argentino, dogo de Burdeos, fila brasileiro, mastín napolitano, pitbull terrier, pitbull terrier americano, presa canario, rottweiler, staffordshire terrier y tosa japonés.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱 Además, si tiene alguna historia o está interesado en contar la suya con su mascota, puede escribirnos a laredzoocial@elespectador.com
De acuerdo con Mónica Corchado, directora del Instituto Dog Coaching (especializados en cursos de adiestramiento, educación o entrenamiento de caninos), antes de que un perro ataque, bien sea a una persona u otro animal, ha advertido mediante diferentes señales corporales o sonoras, que, en algunos casos, no siempre son percibidas por sus tutores.
“Cuando tenemos un perro debería de ser una obligación por nuestra parte entender el lenguaje canino, saber interpretar su lenguaje corporal, ya que de él podemos saber las intenciones previas de nuestro perro. El perro tiene un lenguaje corporal muy amplio y no solo se reduce al gruñido”, dice Corchado en entrevista con el portal Adiestrador de perros.
Corchado asegura que un perro puede atacar por diferentes razones, entre estas:
- Posesión.
- Territorialidad.
- Intrasexual (es decir, machos contra machos o hembras contra hembras).
- Enfermedad.
- Dolor.
- Miedo.
- Jerárquica.
- Por un impulso.
- Falta de educación o socialización.
- Porque han sido adiestrados para atacar o defender.
Corchado resalta que todas las razas de perros, desde un pequeño chihuahua hasta un gran dóberman, “pueden atacar si se sienten acorralados o en una situación con demasiada presión. Evidentemente, la potencia de la mordedura varía considerablemente, pero su lenguaje corporal será el mismo y, por lo tanto, si sabemos interpretarlo podremos evitarlo o anticiparnos en todos los casos”, indica al portal Adiestrador de perros.
Además, y según la experta, hay ataques que se pueden prevenir porque el perro muestra una serie de señales previas, sin embargo, esto no sucede en todos los casos. “No siempre se van a dar todas las señales, ya que influye mucho el contexto, la situación y el tipo de agresividad”.
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¿Qué hace un perro antes de atacar?
Óscar Fabián Alarcón, etólogo del Centro Canino de la Cruz Roja, en entrevista con La Red Zoocial, asegura que un perro da una serie de advertencias antes de atacar a una persona u otro animal. Esto se conoce como la conducta de la agresividad y tiene tres fases:
1. Fase apetitiva.
En esta fase, dice Alarcón, es donde el perro da todas esas señales iniciales antes del ataque, tales como:
- Gruñidos.
- Ladridos.
- Camina de un lado a otro.
- Está ansioso o estresado.
- Empieza a jadear.
- Mira de reojo a su objetivo.
- Tiene una postura rígida.
- Muestra los dientes.
El canino hace esto para advertir y hacer que la persona u animal se aleje.
2. Fase consumatoria.
En esta segunda fase, el perro realiza el ataque hacia el animal o persona. Aquí muerde a su objetivo.
3. Fase de apaciguamiento.
Y en esta tercera fase, el “perro da algunas señales de parada, o sea, se satisface y no quiere morder más”. En este punto, es importante la presencia del tutor para retirar al animal y evitar que siga atacando.
No obstante, Alarcón hace énfasis en que estas fases no siempre ocurren en el mismo orden, pues hay perros que no dan señales y ataquen al primer instante. “El perro se fija en el objetivo y se lanza de una vez a morder. Y lo peor, lo más riesgoso del caso, es que en algunos perros no hay fase de apaciguamiento, es decir, que en el perro persiste la agresividad, aunque el otro se rinda”, afirma.
Esta es una conducta muy peligrosa, que se debe tomar en serio y que debería ser tratada con la ayuda de un especialista, bien sea un veterinario o etólogo. “Los ven como presas fáciles y ellos no dan señales de amenaza porque el objetivo de la predación no es advertir, es simplemente pasar desapercibido para tener que conseguir la presa”, agrega.
Por último, Alarcón hace hincapié en que todas estas conductas se pueden prevenir con una buena educación y socialización por parte de los cuidadores. Asimismo, recalca que esta agresividad no está asociada a una sola raza, sino que puede suceder en cualquier canino (la diferencia siempre será el daño que produzca el mordisco).
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Perros de manejo especial en Colombia
Si su perro hace parte de las razas de manejo especial, según lo establece la Ley 1801 de 2016, deberá utilizar bozal y correa en las vías públicas, lugares abiertos al público y en las zonas comunes de edificios o conjuntos residenciales.
Las razas son las siguientes: american staffordshire terrier, bullmastiff, dóberman, dogo argentino, dogo de Burdeos, fila brasileiro, mastín napolitano, pitbull terrier, pitbull terrier americano, presa canario, rottweiler, staffordshire terrier y tosa japonés.
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