Una perrita corrió varios kilómetros para llegar al hospital donde estaba su dueña
Luego de que un accidente las separara, la mascota escapó de su hogar temporal y buscó por días a su cuidadora que estaba hospitalizada.
En las Landas, Francia, Jeanine, una mujer de 59 años, y su fiel compañera Iris, una perra de raza griffon korthals, vivieron una historia que pone en evidencia el profundo lazo que existe entre un cuidador y su perro. Todo comenzó el domingo 6 de octubre, cuando Jeanine paseaba junto a Iris. De repente, la mujer sufrió una caída que le fracturó la tibia, por lo que tuvo que ser rápidamente auxiliada por los bomberos. Sin embargo, en el apuro de la emergencia, Jeanine fue trasladada al hospital que quedaba a varios kilómetros de distancia, dejando a su mascota bajo el cuidado de un residente del sector.
La mujer fue ingresada en el hospital, mientras que Iris quedó temporalmente en casa del vecino, esperando que el hijo de Jeanine llegara para recogerla. Pero la separación fue demasiado difícil para Iris, y el 13 de octubre, escapó en busca de su dueña. El hijo de Jeanine tan pronto se enteró de la desaparición de la perra, inició su búsqueda. Se colocaron avisos por todas partes y se compartió el mensaje en redes sociales, incluso creando un grupo dedicado solo a encontrarla.
Mientras tanto, en el hospital, Jeanine, ya en recuperación, no podía evitar preocuparse por su querida mascota. Poco después, llegaron noticias alentadoras: Iris había sido vista cerca del hospital donde se encontraba su dueña, quien, convencida de que su perra había seguido el rastro de los bomberos para encontrarla, mantuvo la esperanza. Más tarde, Iris fue avistada en un área forestal cercana.
Decidida a reencontrarse con su fiel compañera, el martes 15 de octubre, tras ser dada de alta, la mujer alquiló una habitación cercana al hospital y dispersó algunas prendas de ropa por la zona para que Iris pudiera seguir su olor. Finalmente, el 16 de octubre, mientras Jeanine descansaba en la terraza, Iris apareció de repente y corrió hacia ella, lanzándose a sus brazos. “Fue un momento impactante, no pude contener las lágrimas”, confesó Jeanine al medio local La Depeche, emocionada por la esperada reunión con su querida mascota.
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En las Landas, Francia, Jeanine, una mujer de 59 años, y su fiel compañera Iris, una perra de raza griffon korthals, vivieron una historia que pone en evidencia el profundo lazo que existe entre un cuidador y su perro. Todo comenzó el domingo 6 de octubre, cuando Jeanine paseaba junto a Iris. De repente, la mujer sufrió una caída que le fracturó la tibia, por lo que tuvo que ser rápidamente auxiliada por los bomberos. Sin embargo, en el apuro de la emergencia, Jeanine fue trasladada al hospital que quedaba a varios kilómetros de distancia, dejando a su mascota bajo el cuidado de un residente del sector.
La mujer fue ingresada en el hospital, mientras que Iris quedó temporalmente en casa del vecino, esperando que el hijo de Jeanine llegara para recogerla. Pero la separación fue demasiado difícil para Iris, y el 13 de octubre, escapó en busca de su dueña. El hijo de Jeanine tan pronto se enteró de la desaparición de la perra, inició su búsqueda. Se colocaron avisos por todas partes y se compartió el mensaje en redes sociales, incluso creando un grupo dedicado solo a encontrarla.
Mientras tanto, en el hospital, Jeanine, ya en recuperación, no podía evitar preocuparse por su querida mascota. Poco después, llegaron noticias alentadoras: Iris había sido vista cerca del hospital donde se encontraba su dueña, quien, convencida de que su perra había seguido el rastro de los bomberos para encontrarla, mantuvo la esperanza. Más tarde, Iris fue avistada en un área forestal cercana.
Decidida a reencontrarse con su fiel compañera, el martes 15 de octubre, tras ser dada de alta, la mujer alquiló una habitación cercana al hospital y dispersó algunas prendas de ropa por la zona para que Iris pudiera seguir su olor. Finalmente, el 16 de octubre, mientras Jeanine descansaba en la terraza, Iris apareció de repente y corrió hacia ella, lanzándose a sus brazos. “Fue un momento impactante, no pude contener las lágrimas”, confesó Jeanine al medio local La Depeche, emocionada por la esperada reunión con su querida mascota.
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