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Al montarse en uno de los tantos buses que operan en Bogotá, como parte del Sistema Integrado de Transporte (SITP), podría encontrarse a Huger y Lulú. Un conductor y su perrita que desde hace 5 años son inseparables.
“Ella me acompaña por un tema especial, por mi terapia”, comentó el hombre a CityTv, pues perdió a su familia en un accidente de tránsito en el 2008. Por lo que ha requerido de compañía y de la ayuda que le proporciona la canina con su presencia y apoyo emocional.
“Lulú es mi vida, es una hija más. Cubre todas las necesidades, como si se tratara de un ser querido. Incluso, a veces, cuando tengo crisis, ella es la que me motiva a salir de la casa”, agregó Huger, quien incluye a la mascota en su espacio de trabajo, poniendo cobijas al pie del torniquete del bus.
Esta estratégica ubicación ha hecho que la canina reaccione al ver que alguien se cuela en el SITP, así que es fácil verla ladrando y de mala actitud cuando esto ocurre.
La historia de la perrita y su tutor no es de décadas. Por el contrario, se volvieron inseparables hace cerca de 4 años, cuando el conductor notó que la habían dejado abandonada en la ruta 914, en la que trabajaba. Por esta situación, decidió adoptarla y acogerla como una integrante más de su familia.
Aunque se podría pensar que hay quienes se extrañan al usar el transporte público y encontrar a una mascota, quienes más disfrutan de su presencia son los usuarios: “Me encantan los animales y estoy de acuerdo con que los animalitos acompañen a su dueño”, dijo una pasajera. Otro complementó que “los animales son importantes porque nos dan mucho apoyo psicológico”.
La historia fue publicada en las redes del presentador del canal de televisión y en la publicación, varias personas han demostrado su admiración y respeto por quien fue capaz de superar la adversidad y sobreponerse frente al dolor del duelo y la pérdida.