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Antes de que lleguen las temporadas frías, en casi todas las colmenas del mundo se pueden ver imágenes de abejas obreras que están arrastrando a algunos de sus parientes afuera de la colmena, para expulsarlas. En algunas ocasiones incluso les arrancan las alas a mordiscos, para que no puedan volver. Una vez llega el frío, se pueden ver a cientos de abejas expulsadas que mueren afuera de la colonia. ¿A qué se debe esto?
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Según explica el portal WATOP, estos animales son los zánganos, abejas macho que no pueden realizar el trabajo en la colmena, como recolectar polen o cuidar de las larvas. Entonces, solo pueden comer y aparearse. Hay tres castas de abejas: la reina, las obreras y los zánganos. La principal función de los zánganos es aparearse con la reina y contribuir con la reproducción de la colonia. Una vez cumplen con esta función, son expulsados de la colonia.
La expulsión de estos animales suele ocurrir en períodos específicos, como al final de la temporada de reproducción o cuando la colonia está enfrentando situaciones adversas, como la escasez de alimentos. Esto se debe a que estos animales consumen recursos sin contribuir significativamente a la recolección de alimentos o al cuidado de la colmena.
Durante las temporadas de reproducción, las colonias producen un gran número de zánganos para aumentar la posibilidad de tener éxito en el apareamiento de la reina. Después de este período, cuando la colonia ya ha conseguido suficientes reservas y la reina ha sido fecundada, los zánganos se vuelven menos necesarios. En este momento, son expulsados para conservar los recursos de la colonia.
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