Los mitos han mostrado a las zarigüeyas como animales feos, sucios, de mucha peligrosidad y de bastante cuidado. Sin embargo, son únicamente eso: mitos. La ignorancia generalizada y los estigmas que lastimosamente existen alrededor de estos marsupiales ha provocado todo tipo de maltrato contra ellos. Algunas personas los atropellan con sus carros o les arrojan agua caliente porque los confunden con roedores.
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Para defenderse, las zarigüeyas o chuchas se hacen pasar por muertas o emiten un olor muy desagradable. Este mamífero es sumiso, no tiene comportamientos agresivos y no generan ningún tipo de peligro a los seres humanos. Todo lo contrario, tienen un alto nivel ecológico.
De acuerdo con el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, las zarigüeyas son esenciales para el mantenimiento de los ecosistemas y entre muchas de las funciones que tienen, están las de ayudar a controlar poblaciones de roedores, pequeños reptiles, anfibios e invertebrados, y son efectivas dispersoras de semillas, lo que favorece la expansión de la vegetación.
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Además, son presa principal para algunas especies como lechuzas, halcones y en general, la mayoría de los mamíferos carnívoros. Las zarigüeyas no son animales peligrosos, al contrario, son dóciles y muy nerviosas. Si encuentras alguna, no la ataques ¡Protégela!
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