La fundación recicla mensualmente de dos a tres toneladas de plástico.
Foto: Tapitas Por Patitas
Cada día, cuando destapamos un producto y dejamos atrás una pequeña tapita de plástico, rara vez pensamos en el destino de ese pequeño objeto. ¿Qué sucede con ella? ¿A dónde va a parar? En la mayoría de casos, acaba en la basura, formando parte de la catastrófica contaminación por plástico que afecta al planeta. Pero, ¿y si esa tapa pudiera tener un propósito más grande? ¿Y si, en lugar de ir a los basureros, pudiera convertirse en una herramienta para salvar vidas?
Con esta premisa nació Tapitas por Patitas, una...
Por Ana Vega
Profesional en Estudios Literarios de la Universidad Nacional con interés en temas de divulgación cultural y medio ambiente.@Anav3g4avega@elespectador.com