¿Puede una tapa salvar a un animal callejero?: así lo hace Tapitas por Patitas
Miles de perros y gatos callejeros han recibido una segunda oportunidad gracias a un pequeño gesto: donar una tapa. Conozca la misión de esta fundación y su impacto en la vida de los animales y del medio ambiente.
Ana Vega
Cada día, cuando destapamos un producto y dejamos atrás una pequeña tapita de plástico, rara vez pensamos en el destino de ese pequeño objeto. ¿Qué sucede con ella? ¿A dónde va a parar? En la mayoría de casos, acaba en la basura, formando parte de la catastrófica contaminación por plástico que afecta al planeta. Pero, ¿y si esa tapa pudiera tener un propósito más grande? ¿Y si, en lugar de ir a los basureros, pudiera convertirse en una herramienta para salvar vidas?
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Cada día, cuando destapamos un producto y dejamos atrás una pequeña tapita de plástico, rara vez pensamos en el destino de ese pequeño objeto. ¿Qué sucede con ella? ¿A dónde va a parar? En la mayoría de casos, acaba en la basura, formando parte de la catastrófica contaminación por plástico que afecta al planeta. Pero, ¿y si esa tapa pudiera tener un propósito más grande? ¿Y si, en lugar de ir a los basureros, pudiera convertirse en una herramienta para salvar vidas?
Con esta premisa nació Tapitas por Patitas, una campaña que propone una idea simple, pero transformadora: recolectar tapas plásticas para recaudar fondos y ayudar a los perros y gatos en situación de calle del país.
“El proyecto surge de la necesidad de ayudar a los animales y qué mejor oportunidad que hacerlo con algo que no cuesta mucho: el reciclaje. Queremos reciclar tapas para generar segundas oportunidades”, cuenta Giovanny Gutiérrez, creador de Tapitas por Patitas y La Casa del Perro Verde, la fundación que lidera esta campaña. Esas “segundas oportunidades” tienen nombre y rostro: son los cientos de peludos que, a través del esfuerzo de esta fundación y de la colaboración de todas las personas que dejan su tapa, reciben atención médica, alimento y un refugio temporal mientras encuentran una familia definitiva.
Tapitas por Patitas no solo rescata directamente a algunos animales, sino que también trabaja en colaboración con más de 15 refugios aliados, apoyándolos con recursos para garantizar el bienestar de los animales que cuidan. Desde cubrir gastos de emergencia hasta asegurar que haya suficiente comida en los albergues, este proyecto se convierte en un puente que conecta a quienes quieren ayudar con los peluditos que más lo necesitan.
Pero el propósito de esta iniciativa es mucho más grande. Gutiérrez explica que no se trata solo de ayudar a los animales en situación de calle, que sin duda es una tarea difícil y noble, sino que se trata también de crear una conciencia ambiental, demostrando que es posible darles una segunda vida a los plásticos, reduciendo su impacto negativo y generando un beneficio real para aquellos que lo necesitan.
¿Cómo funciona la recolección de tapas?
La fundación ha instalado contenedores para dejar las tapas en centros comerciales, veterinarias, pet shops y otros establecimientos a nivel nacional, estos puntos de recolección pueden ser consultados en este enlace. Además, a lo largo del año, se organizan jornadas masivas, conocidas como Tapatones, en las que se invita a la comunidad a donar sus plásticos y a participar en actividades relacionadas con el bienestar animal y el reciclaje.
Adicionalmente, Tapitas por Patitas, también colabora con empresas privadas y colegios ofreciendo charlas sobre la importancia de transformar nuestros hábitos de consumo y de ser responsables con la tenencia de animales, pues otro propósito importante de esta campaña es educar y difundir un mensaje de respeto por nuestro planeta.
Una vez recolectadas, las tapas plásticas pasan por un proceso de limpieza y separación. Según Gutiérrez, esta etapa es la que más requiere tiempo y dedicación, por eso, muchas veces se realiza con la ayuda de voluntarios. Las tapas se lavan para eliminar cualquier impureza y se dejan solo los materiales reciclables, que luego son entregados a empresas que compran este tipo de plástico.
A lo largo de 10 años, Tapitas por Patitas ha logrado reciclar más de 170 toneladas de plástico y con esto, ha ayudado a incontables animales, dándoles un nuevo hogar, apadrinándolos y colaborándole a diferentes refugios con comida, juguetes, accesorios, gastos médicos y más. Lo que se ha logrado hasta ahora a punta de estos pequeños plásticos es increíble, pero el camino no ha estado exento de retos y dificultades que, incluso este año, pusieron en riesgo la continuidad de este proyecto.
Un nuevo inicio
Debido a los desafíos logísticos y financieros, Giovanny tuvo que buscar nuevas formas de obtener fondos para seguir adelante con el proyecto. Como él mismo explica, gestionar la recolección a nivel nacional, separar las tapas y mantener todo el proceso en funcionamiento requiere una gran cantidad de recursos y esfuerzo. Fue entonces cuando encontró una alianza con el SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje), que le proporcionó la maquinaria necesaria para moler, secar e inyectar el plástico reciclado de las tapas. Con esta nueva tecnología, la fundación puede crear diferentes accesorios para animales, como platos, juguetes, implementos de aseo y demás, que no solo apoyan a los refugios, sino que también pueden convertirse en una nueva fuente de ingresos.
Este enfoque ha sido fundamental para reinventarse y continuar con la misión de transformar el plástico en oportunidades. Este 2025 se espera que la fundación pueda seguir ayudando a más animales que lo necesitan y, puntualmente, pueda alcanzar su objetivo más cercano: tener una instalación propia en donde puedan llevar a cabo todo el proceso. “La idea del otro año es tener un lugar más grande donde podamos tener a todos los animales y también el tema de la transformación del plástico”, cuenta Gutiérrez.
Para lograr todo esto y que más animales se sigan beneficiando de la labor de Tapitas por Patitas, es crucial la colaboración y la voluntad de la comunidad. “Lo que necesitamos es la ayuda de la gente. Hacer algo tan simple como guardar una tapita puede marcar la diferencia. Eso que parece tan insignificante es, en realidad, una herramienta poderosa que puede cambiar la vida de un perrito o gatico que lo necesita”, concluye Giovanny.
Usted también puede ayudar: recuerde que cada tapita recolectada se convierte en una oportunidad de vida para un peludito en situación de calle, al mismo tiempo que contribuye a la reducción de residuos plásticos en el medio ambiente.
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