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La eterna dualidad entre gatos y perros despierta debates sobre las distintas necesidades que tienen cada uno de ellos, sus cuidados específicos y las capacidades que tiene cada animal para acompañar a su dueño. No obstante, las diferencias de comportamiento de los felinos terminan siendo una ventaja para ellos, tanto en su forma de vida como en su cuidado.
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Según Science Magazine, los gatos tienen una esperanza de vida de 15 años, mientras que los perros viven una media de 12. El motivo principal para este resultado es que los mininos suelen estar acostumbrados a habitar en mayor soledad, por lo que no suelen juntarse con otros felinos. Esto les brinda menores posibilidades de transmitir y recibir enfermedades infecciosas.
De hecho, los animales suelen contagiarse de enfermedades virales debido a heridas o mordidas ocasionadas por peleas entre ellos. Debido a su distancia y soledad, las probabilidades de atrapar estar enfermedades son menores en los felinos que en los canes.
Según el científico Steve Austad que investiga la biología del envejecimiento en la Universidad de Alabama, Birmingham, Estados Unidos, existen teorías evolutivas del envejecimiento, que explican que los seres vivos pueden sobrevivir por más tiempo si están en condiciones de seguridad.
Del mismo modo, Business Insider asegura que los cruces de razas realizadas por el ser humano han causado profundos daños para varios canes. Ejemplo de ello son los perros braquicéfalos, reconocidos por sus caras aplanadas y que suelen ocupar las principales listas de popularidad por su aspecto tierno y cariñoso. No obstante, sus características físicas extremas surgieron por la modificación humana, motivo por el cual sufren múltiples problemas de salud. Entre estas razas, se encuentran los bulldogs ingleses, bulldogs franceses, pekinés, perros bóxer, pugs, shar pei, shih tzu, boston terrier, king charles spaniel, entre otros.
“No hemos cambiado a los gatos tanto como a los perros. Si nos fijamos en un perro y en un lobo, hay grandes diferencias, tanto en su tamaño como en su comportamiento”, explica el científico Austad.
A nivel histórico, los gatos más longevos han vivido muchos años más que los perros de mayor edad. Creme Puff, la gata más vieja de la historia, nació el 3 de agosto de 1964 y murió el 5 de agosto de 2005. Esta felina, que es la gata más longeva registrada en la historia, contando tanto a gatos machos como a gatas hembras, vivió durante la llegada del hombre a la luna, la Guerra de Vietnam y la caída de la Unión Soviética. Siempre estuvo junto a su propietario, Jake Perry, en el estado de Texas, en Estados Unidos. Para que se haga una idea, 38 años en un gato son el equivalente felino de 169 años humanos.
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Por otro lado, el perro más longevo de la historia se llamaba Bluey, quien logró alcanzar los 29 años y 5 meses de edad y murió en 1939. No obstante, en la actualidad, Bobi, un perro que nació el 11 de mayo de 1992, logró romper su récord, pues cumplió 30 años Bobi y logró convertirse en el perro más viejo de la historia según registró el Guinness World Records.
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