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En la actualidad, el mercado está cubierto de una cantidad considerable de productos de alimentación para mascotas, por lo que a veces resulta difícil escoger entre tantas opciones distintas. No obstante, la nutrición de los caninos no puede tomarse a la ligera, porque una mala alimentación puede conllevar en problemas físicos y emocionales para ellos.
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Por ello, Fer Valero explica que existen alimentos comunes que pueden resultar siendo tóxicos para los caninos y que varios dueños utilizan sin ningún tipo de precauciones. De este modo, la comida más peligrosa para ellos, por su toxicidad, es: 1) el chocolate, 2) el aguacate (no la pulpa, sino la semilla y la cáscara), 3) la auyama, que no solo los intoxica, sino que también puede generarles una parálisis parcial o total, 4) las uvas, 5) las semillas: si, por ejemplo, le va a dar a su mascota una manzana, debe sacar las semillas, porque, en grandes cantidades, pueden ser venenosas y causarles la muerte. Por último, la cáscara de papa también suele generarles bastante daño.
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Valero también comenta que las consecuencias negativas de la alimentación dependen del tamaño del animal. En casos de intoxicación, la educadora canina explica que, por ejemplo, si un perro grande se come una chocolatina o un pedazo pequeño de chocolate, las consecuencias no serán tan graves, por lo que podría solamente presentar malestares leves.
“Si un chihuahua se come una chocolatina, sí puede ser muy riesgoso”, comenta. No obstante, en cualquier caso en el que pueda presentarse un peligro para su animal de compañía, la educadora canina afirma que es mejor dirigirse al veterinario de forma inmediata.
Natalia Acosta, veterinaria con maestría en nutrición, recomienda que la comida de perros tenga fuentes de pescado u omega-3. Además, no recomienda que los productos que estén en su dieta tengan pigmentos artificiales o con químicos de conservación, como el BHA o el BHT. Según Kemin, “el hidroxianisol butilado (BHA) y el hidroxitolueno butilado (BHT) son antioxidantes sintéticos comúnmente utilizados para estabilizar los alimentos para mascotas y los ingredientes de alimentos para mascotas. Sin embargo, existe una preocupación creciente sobre su seguridad ambiental y su efecto sobre la salud animal”. No obstante, todavía hay bastantes productos en Colombia que cuentan con estos productos químicos.
No se deje guiar por las marcas: enfóquese en los ingredientes y la composición del alimento
Natalia Acosta recomienda fijarse en el primer ingrediente que aparece en la bolsa o etiqueta de comida para perros. ”El primer ingrediente que aparece en la lista de la bolsa del producto es el que más va a contener el alimento. Entonces, se espera que sea una proteína animal, como salmón o pollo. Por eso, no es aconsejable que comience por subproducto o harina, maíz o trigo”, explica la experta.
Las marcas de comida para gato suelen utilizar etiquetas, dibujos y estrategias de publicidad que pueden hacer parecer que su producto es confiable. No obstante, los dibujos y las imágenes del producto deben ser irrelevantes a la hora de escoger la alimentación del felino. Lo más importante es leer la parte de la información nutricional y sus ingredientes.
¿Cuáles son las enfermedades más comunes en las mascotas relacionadas con los alimentos?
Según Luz Ángela Vanegas, médica veterinaria especializada en nutrición, hay algunas que son infecciosas, mediadas por el mismo alimento y otras mediadas por la digestión. Pero para estudiarlo primero debemos conocer que nuestras mascotas pueden ingerir alimentos húmedos, secos, dietas barf y preparados en casa. Justamente estos últimos alimentos son los que suelen generar enfermedades porque muchas de estas preparaciones no están bien balanceadas en proteínas y aminoácidos.
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Y no solo por eso, para fabricar estas dietas, se usan diferentes utensilios que deben tener la limpieza adecuada y sin ningún tipo de bacterias que puedan contaminar la comida. Por lo tanto, lo ideal es que se saque del refrigerador y se consuma inmediatamente porque se puede oxidar o contaminar y gracias a ello, su mascota sufra de alguna patología gastrointestinal.
Aunque también podemos hablar de gastritis, hipersensibilidades alimentarias, alergias alimentarias, enfermedades hepáticas por mala alimentación, obesidad, inflamación intensital, pancreatitis y sobrecargas renales.
Podemos relacionar que el animal no esté ingiriendo la cantidad energética que requiere y esto le genere otras enfermedades conexas como pérdida de peso y movilización de grasas dentro de su propio cuerpo.
También puede pasar que la mascota esté consumiendo dietas altas en grasas que pueden generar problemas en la vesícula biliar y diarrea. Entonces, los lípidos entran mal, generan radicales libres y buscan a qué membrana robarle electrones algo que afecta directamente la salud del animal.
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Algunas dietas que son muy densas en proteínas pueden inducir la aparición de cristales en la orina que pueden generar cistitis y otras infecciones que pueden presentarse posteriormente. Aunque no debemos olvidar que hay riesgos que vienen mediados por el mismo animal y el alimento, por ejemplo, si su mascota es sensible al pollo o a la carne de res, esto le va a causar problemas en el intestino, lo que hace que se genere una reacción alérgica como diarrea o moco.
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