¿Qué tienen en común los perros American Bully XL y los gatos Bully XL?
La nueva raza felina, creada mediante una mutación genética, ha aumentado su popularidad tras la prohibición de los perros American Bully XL en Europa.
En redes sociales se han vuelto populares imágenes de gatos sin pelo, de patas cortas y cuerpos robustos, que a simple vista recuerdan a los perros American Bully XL.
Esta nueva raza felina, creada en Estados Unidos mediante una mutación genética entre los gatos sphynx y los munchkin, ha experimentado un aumento significativo en su popularidad, especialmente en Reino Unido desde que el país impuso restricciones a los cuidadores de perros American Bully XL.
Los felinos han sido fuertemente criticados por expertos, quienes afirman que la combinación de genes de diferentes razas pueden llevar a problemas de salud, como displasia de cadera, problemas cardíacos y enfermedades de la piel.
A su vez, afirman que están priorizando la apariencia física por encima de la salud y el bienestar del animal, lo cual podría ser considerado maltrato.
Perro American Bully XL vs Gato Bully XL
“El parecido entre los gatos y perros bullys tiene más que ver con el diseño impulsado por el hombre, donde se prioriza la apariencia”, escribió Gracia Carroll, profesora de comportamiento y bienestar animal de la Facultad de Psicología en la Queen’s University Belfast (Reino Unido), para The Conversation.
Los animales no se parecen más allá que en el campo físico, sus cabezas anchas, cuerpos robustos y patas cortas. Es importante recordar que estas similitudes son puramente estéticas y no reflejan ninguna relación genética o funcional entre ambas especies.
Por el contario, las diferencias son dicientes, los gatitos tienen una capacidad limitada para regular su temperatura corporal, que se ve dificultada aún más por la falta de pelo y los hace más susceptibles a las infecciones respiratorias.
Las patas cortas, a su vez, limitan su capacidad para saltar, poniéndolos en desventaja de saltar y provocando problemas de salud dolorosos. Aunque los criadores afirman que los “gatos matones” son saludables y viven mucho tiempo, todavía es demasiado pronto para determinar su salud y bienestar a largo plazo.
La veterinaria y científica especializada en bienestar animal, Wenche Farstad, resume esto como la cría por “curiosidad o ternura” en su artículo de 2018 sobre cría ética. Si bien las personas normalmente encuentran rasgos como ojos redondos y nariz corta como particularmente lindos, la cría para la falta de pelo y patas más cortas se alinea mejor con el concepto de cría por curiosidad.
La Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales también advirtió sobre la tendencia y la catalogó como preocupante. No solo por los problemas de salud que generarían altos costos de veterinario a su cuidador, sino por la incomodidad que puede generar en los felinos.
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En redes sociales se han vuelto populares imágenes de gatos sin pelo, de patas cortas y cuerpos robustos, que a simple vista recuerdan a los perros American Bully XL.
Esta nueva raza felina, creada en Estados Unidos mediante una mutación genética entre los gatos sphynx y los munchkin, ha experimentado un aumento significativo en su popularidad, especialmente en Reino Unido desde que el país impuso restricciones a los cuidadores de perros American Bully XL.
Los felinos han sido fuertemente criticados por expertos, quienes afirman que la combinación de genes de diferentes razas pueden llevar a problemas de salud, como displasia de cadera, problemas cardíacos y enfermedades de la piel.
A su vez, afirman que están priorizando la apariencia física por encima de la salud y el bienestar del animal, lo cual podría ser considerado maltrato.
Perro American Bully XL vs Gato Bully XL
“El parecido entre los gatos y perros bullys tiene más que ver con el diseño impulsado por el hombre, donde se prioriza la apariencia”, escribió Gracia Carroll, profesora de comportamiento y bienestar animal de la Facultad de Psicología en la Queen’s University Belfast (Reino Unido), para The Conversation.
Los animales no se parecen más allá que en el campo físico, sus cabezas anchas, cuerpos robustos y patas cortas. Es importante recordar que estas similitudes son puramente estéticas y no reflejan ninguna relación genética o funcional entre ambas especies.
Por el contario, las diferencias son dicientes, los gatitos tienen una capacidad limitada para regular su temperatura corporal, que se ve dificultada aún más por la falta de pelo y los hace más susceptibles a las infecciones respiratorias.
Las patas cortas, a su vez, limitan su capacidad para saltar, poniéndolos en desventaja de saltar y provocando problemas de salud dolorosos. Aunque los criadores afirman que los “gatos matones” son saludables y viven mucho tiempo, todavía es demasiado pronto para determinar su salud y bienestar a largo plazo.
La veterinaria y científica especializada en bienestar animal, Wenche Farstad, resume esto como la cría por “curiosidad o ternura” en su artículo de 2018 sobre cría ética. Si bien las personas normalmente encuentran rasgos como ojos redondos y nariz corta como particularmente lindos, la cría para la falta de pelo y patas más cortas se alinea mejor con el concepto de cría por curiosidad.
La Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales también advirtió sobre la tendencia y la catalogó como preocupante. No solo por los problemas de salud que generarían altos costos de veterinario a su cuidador, sino por la incomodidad que puede generar en los felinos.
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