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¿Qué tal llevar a tu perro a cine? Esto ocurre en Tailandia y Estados Unidos, países en los que empresarios vieron un negocio con potencial, prometedor y curioso, que les llevó a la creación de este lugar.
En primer lugar, está el caso tailandés: I-Tail Pet Cinema. Aquí pueden asistir los peludos de la casa pagando cerca de cuatro dólares adicionales a la entrada del tutor, siempre y cuando pesen menos de 5 kilos, permanezcan en guacales o salgan a la sala, pero usando pañales dentro de la función.
Eso sí, cuando pensaron en la comodidad de las mascotas, solo se les ocurrió ofrecer comida y bebidas especiales para gatos y perros.
En Texas hay otro cine K-9, que funciona igual. Solo que el inconveniente de los pañales les pareció muy aparatoso. Entonces, para que sea posible que el dueño saque al peludo a hacer sus necesidades o cuando se estresen y no se pierda nada de la película, decidieron proyectar esas pelis que todos han visto, que son viejas y pasan por la televisión en las tardes de los domingos.
Los administradores de este establecimiento llamado K-9, dicen que es un lugar ideal, porque cuando los pedros ladran, las personas se ríen.
Sin embargo, usted tenga presente que este comportamiento en un canino puede significar ansiedad, deseo de juego, búsqueda de atención, entre otros, que pueden ser un indicador de que él no quiere estar ahí.
Asimismo, el ruido puede desencadenar respuestas de lucha o huida en los perros, lo que los deja ansiosos e incómodos.
Por el lado de los gatos, el simple hecho de abandonar su rutina puede resultar algo traumático, si además se sienten expuestos a condicionantes externos (movimientos excesivos, multitudes o ruidos), sus niveles de estrés pueden aumentar considerablemente.
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