Second Chances: una fundación que ha encontrado hogar a cerca de 4000 mascotas
La labor de rescatistas, voluntarios y padrinos es fundamental en un equipo que entrega su tiempo a los animales abandonados. En La Red Zoocial le contamos la historia de esta fundación y cómo puede ayudar.
Andrés Mauricio Díaz Páez
No existe un registro claro sobre el número de fundaciones, formales e informales, que se dedican al rescate de animales domésticos en Colombia. Desde su labor buscan aportar a resolver una problemática que se ha ido intensificando con los años.
El hecho de que cada día hay más hogares con mascotas en el país es innegable. Sin embargo, aún hay un amplio desconocimiento sobre lo que significa una tenencia responsable, por lo que muchos animales terminan en la calle.
(Le puede interesar: “Cada patita cuenta”, una campaña para llevar alimento a los animales en Navidad)
Según datos de la Encuesta Multipropósito del DANE en 2021, un 40% de los hogares en Bogotá tiene mascotas. Una tendencia similar se presenta en otras ciudades, como Medellín, Cali, Barranquilla, Santa Marta, Manizales, y Villavicencio, según la encuesta Polimétrica de noviembre de 2022.
Por cada millón de hogares con mascotas en Colombia, hay una gran proporción de estas deambulando en las calles. Según estima el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA), en Bogotá hay unos 66.000 perros sin hogar, principalmente en las localidades más vulnerables de la ciudad.
Un caso aparte representan los gatos, que, en ciudades como Barranquilla, para 2020 representaban un tercio de los animales callejeros con alrededor de 30.000, según cifras de la Alcaldía.
Second Chances es una fundación dedicada al rescate, rehabilitación y búsqueda de hogar para perros y gatos en Colombia. Fue fundada por Lina Galvis hace más de ocho años, y desde entonces han encontrado hogar para más de 4000 animales.
(Pódcast: Así puede ayudar a sus mascotas cuando entren en pánico por la pólvora)
“No solamente recibimos animales de Cundinamarca, hemos recibido animales de más de 20 departamentos de Colombia”, afirma Galvis, quien ha dado la mano a animales de ciudades grandes, intermedias, municipios pequeños y hasta veredas en zonas rurales.
En un principio, junto a su hermana, se ofrecieron como hogar de paso para diferentes casos de abandono que reportaban en redes sociales. Con el tiempo, y con el apoyo de personas cercanas, decidieron conformar la fundación.
Ahora, Lina está a cargo de la fundación junto a otras dos mujeres, que llegaron luego de que su hermana se retiró. Cuentan con una red de hogares de paso en varios puntos del país, están en contacto con rescatistas y, desde Bogotá, administran los procesos de rehabilitación y adopción.
Mensualmente, pueden llegar a encontrar hogar para 30 animales, Uno al día, en promedio. Y, teniendo en cuenta que la fundación solicita un aporte a las familias adoptantes, se abren cupos para el rescate de otros 30.
(Le recomendamos: Descubren un nuevo género de escorpiones voladores)
Sin embargo, no todos los meses son iguales. A principio y a mitad de año “son meses muertos en adopciones”, asegura Galvis. Además de estos ingresos, la fundación tiene un Plan Padrino, por medio del cual algunas personas pagan por los gastos de uno o varios animales.
Y es que después del rescate, dependiendo de las condiciones en las que se encuentre la mascota, vienen las revisiones veterinarias, las vacunas y la alimentación. En los casos más graves, exámenes, cirugías y tratamientos.
Cuando se trata de tantos animales, las cuentas pueden elevarse a varios millones de pesos. Actualmente, en la fundación hay cerca de 100 perros y gatos. “En estos momentos no es una fundación autosostenible, no es una fundación que pueda pagar las deudas ni es una fundación que tenga como un flujo de caja”, puntualiza Galvis.
Con la venta de diferentes productos, alianzas con algunas marcas y los aportes de los padrinos, Second Chances solventa una parte de sus gastos. Además, cuenta con la posibilidad de hacer voluntariados en el hogar el que albergan gatos y perras embarazadas o con partos recientes.
Ya que no cuentan con los recursos para pagar personal de apoyo, los voluntarios significan una importante forma de liberar cargas de trabajo para las tres mujeres que están a cargo de la fundación. A diario deben alimentar, limpiar y recoger, una tarea que implica tiempo y recursos.
(En vídeo: Marjorie: la perrita que ayudó en el descubrimiento de la insulina)
Las adopciones fallidas de fin de año
Por estos días de navidad, las adopciones bajan, pues los parámetros para seleccionar familias adoptantes son más rigurosos. El objetivo es evitar las adopciones-regalo, que pueden terminar en abandonos o maltrato.
Los procesos de adopción tienen cuatro filtros, dentro de los que se encuentra un formulario de preguntas, la compra de algunos implementos, como guacal, collar y cama, entre otros. Además, la fundación hace seguimiento y pedagogía a las familias adoptantes sobre lo que implica una tenencia responsable.
“Pues más que todo las preguntas son para que el gatico pueda tener una buena vida. Le preguntan a uno cómo va a vivir. en qué condiciones, si tiene de pronto un balcón protegido, o si tiene un patio, cómo está la casa. Todo para que gato se pueda sentir bien y en casa”, afirma Julián Lugo, quien hace parte de la familia adoptante de un gato.
Ser hogar de paso, voluntario o padrino es una buena forma de tener un primer acercamiento a la experiencia de tener una mascota. Es un proceso en el que se aprende a convivir y, sobre todo, se aporta un poco a la solución de una problemática de gran importancia en el país.
Tener este primer acercamiento puede contribuir a que no se den adopciones fallidas, pues las personas se preparan para tomar la decisión de tener una mascota, y lo hacen conociendo de primera mano las consecuencias del abandono.
(También puede leer: Algunas pistas para entender los inicios de la domesticación de los gatos)
¿Cómo puede ayudar?
Las opciones que tiene para ayudar son:
1. Voluntariado en la sede física, ubicada al norte de Bogotá.
2. Ser hogar de paso para mascotas rescatadas mientras estas consiguen hogar.
3. Plan Padrino para cubrir por medio de una cuota los gastos médicos y de cuidado de los animales.
4. Por medio de donaciones en dinero o en especie: implementos de aseo, alimento, medicamentos, periódico reciclado, baldes, entre otros.
Siga las redes de Second Chances en Instagram y Facebook. También puede ponerse en contacto con ellos a través de WhatsApp.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱 Además, si tiene alguna historia o está interesado en contar la suya con su mascota, puede escribirnos a laredzoocial@elespectador.com
No existe un registro claro sobre el número de fundaciones, formales e informales, que se dedican al rescate de animales domésticos en Colombia. Desde su labor buscan aportar a resolver una problemática que se ha ido intensificando con los años.
El hecho de que cada día hay más hogares con mascotas en el país es innegable. Sin embargo, aún hay un amplio desconocimiento sobre lo que significa una tenencia responsable, por lo que muchos animales terminan en la calle.
(Le puede interesar: “Cada patita cuenta”, una campaña para llevar alimento a los animales en Navidad)
Según datos de la Encuesta Multipropósito del DANE en 2021, un 40% de los hogares en Bogotá tiene mascotas. Una tendencia similar se presenta en otras ciudades, como Medellín, Cali, Barranquilla, Santa Marta, Manizales, y Villavicencio, según la encuesta Polimétrica de noviembre de 2022.
Por cada millón de hogares con mascotas en Colombia, hay una gran proporción de estas deambulando en las calles. Según estima el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA), en Bogotá hay unos 66.000 perros sin hogar, principalmente en las localidades más vulnerables de la ciudad.
Un caso aparte representan los gatos, que, en ciudades como Barranquilla, para 2020 representaban un tercio de los animales callejeros con alrededor de 30.000, según cifras de la Alcaldía.
Second Chances es una fundación dedicada al rescate, rehabilitación y búsqueda de hogar para perros y gatos en Colombia. Fue fundada por Lina Galvis hace más de ocho años, y desde entonces han encontrado hogar para más de 4000 animales.
(Pódcast: Así puede ayudar a sus mascotas cuando entren en pánico por la pólvora)
“No solamente recibimos animales de Cundinamarca, hemos recibido animales de más de 20 departamentos de Colombia”, afirma Galvis, quien ha dado la mano a animales de ciudades grandes, intermedias, municipios pequeños y hasta veredas en zonas rurales.
En un principio, junto a su hermana, se ofrecieron como hogar de paso para diferentes casos de abandono que reportaban en redes sociales. Con el tiempo, y con el apoyo de personas cercanas, decidieron conformar la fundación.
Ahora, Lina está a cargo de la fundación junto a otras dos mujeres, que llegaron luego de que su hermana se retiró. Cuentan con una red de hogares de paso en varios puntos del país, están en contacto con rescatistas y, desde Bogotá, administran los procesos de rehabilitación y adopción.
Mensualmente, pueden llegar a encontrar hogar para 30 animales, Uno al día, en promedio. Y, teniendo en cuenta que la fundación solicita un aporte a las familias adoptantes, se abren cupos para el rescate de otros 30.
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Sin embargo, no todos los meses son iguales. A principio y a mitad de año “son meses muertos en adopciones”, asegura Galvis. Además de estos ingresos, la fundación tiene un Plan Padrino, por medio del cual algunas personas pagan por los gastos de uno o varios animales.
Y es que después del rescate, dependiendo de las condiciones en las que se encuentre la mascota, vienen las revisiones veterinarias, las vacunas y la alimentación. En los casos más graves, exámenes, cirugías y tratamientos.
Cuando se trata de tantos animales, las cuentas pueden elevarse a varios millones de pesos. Actualmente, en la fundación hay cerca de 100 perros y gatos. “En estos momentos no es una fundación autosostenible, no es una fundación que pueda pagar las deudas ni es una fundación que tenga como un flujo de caja”, puntualiza Galvis.
Con la venta de diferentes productos, alianzas con algunas marcas y los aportes de los padrinos, Second Chances solventa una parte de sus gastos. Además, cuenta con la posibilidad de hacer voluntariados en el hogar el que albergan gatos y perras embarazadas o con partos recientes.
Ya que no cuentan con los recursos para pagar personal de apoyo, los voluntarios significan una importante forma de liberar cargas de trabajo para las tres mujeres que están a cargo de la fundación. A diario deben alimentar, limpiar y recoger, una tarea que implica tiempo y recursos.
(En vídeo: Marjorie: la perrita que ayudó en el descubrimiento de la insulina)
Las adopciones fallidas de fin de año
Por estos días de navidad, las adopciones bajan, pues los parámetros para seleccionar familias adoptantes son más rigurosos. El objetivo es evitar las adopciones-regalo, que pueden terminar en abandonos o maltrato.
Los procesos de adopción tienen cuatro filtros, dentro de los que se encuentra un formulario de preguntas, la compra de algunos implementos, como guacal, collar y cama, entre otros. Además, la fundación hace seguimiento y pedagogía a las familias adoptantes sobre lo que implica una tenencia responsable.
“Pues más que todo las preguntas son para que el gatico pueda tener una buena vida. Le preguntan a uno cómo va a vivir. en qué condiciones, si tiene de pronto un balcón protegido, o si tiene un patio, cómo está la casa. Todo para que gato se pueda sentir bien y en casa”, afirma Julián Lugo, quien hace parte de la familia adoptante de un gato.
Ser hogar de paso, voluntario o padrino es una buena forma de tener un primer acercamiento a la experiencia de tener una mascota. Es un proceso en el que se aprende a convivir y, sobre todo, se aporta un poco a la solución de una problemática de gran importancia en el país.
Tener este primer acercamiento puede contribuir a que no se den adopciones fallidas, pues las personas se preparan para tomar la decisión de tener una mascota, y lo hacen conociendo de primera mano las consecuencias del abandono.
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¿Cómo puede ayudar?
Las opciones que tiene para ayudar son:
1. Voluntariado en la sede física, ubicada al norte de Bogotá.
2. Ser hogar de paso para mascotas rescatadas mientras estas consiguen hogar.
3. Plan Padrino para cubrir por medio de una cuota los gastos médicos y de cuidado de los animales.
4. Por medio de donaciones en dinero o en especie: implementos de aseo, alimento, medicamentos, periódico reciclado, baldes, entre otros.
Siga las redes de Second Chances en Instagram y Facebook. También puede ponerse en contacto con ellos a través de WhatsApp.
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