Semana Santa, época de tráfico de fauna silvestre: así podría ayudar

¿Listo para un descanso en Semana Santa? Sabemos que muchos aprovechan esta época para salir de la rutina y conocer nuevos sitios. No en vano, San Andrés, Cartagena, Santa Marta, Medellín y Bogotá son los lugares más reservados para la última semana de marzo.

¿Listo para un descanso en Semana Santa? Sabemos que muchos aprovechan esta época para salir de la rutina y conocer nuevos sitios. No en vano, San Andrés, Cartagena, Santa Marta, Medellín y Bogotá son los lugares más reservados para la última semana de marzo.

Y precisamente, entre paseos, tours, caminatas naturales y visitas a reservas, es posible que se encuentre con aves impresionantes, peces exóticos, entre otros animales dignos de admirar, pero solo en su entorno natural. Porque, ojo, nunca será buena idea tomar estos ejemplares silvestres para convertirlos en mascotas y llevarlos a casa. ¿Por qué? Le contamos.

Partamos de ¿qué significa que un animal sea silvestre o salvaje? Todo lo contrario a aquellos que son domésticos. Es decir, que no prestan un servicio a la sociedad, como los perros, que nos dan compañía; las vacas, que nos dan alimento; o los caballos, que nos dan transporte. Las criaturas silvestres no se pueden sentir cómodas en espacios de humanos y no necesitan de nadie más que de ellas mismas para vivir, porque son capaces de reproducirse, alimentarse y cuidarse solas.

Así que capturar animales de este tipo, encerrarlos en jaulas, además de significar una terrible tortura, también implica un montón de cosas perjudiciales para ellos, los ecosistemas e incluso para las personas. Asimismo, comprar micos, tortugas o aves vistosas supone el apoyo al cuarto negocio ilegal más rentable del mundo y que moviliza cerca de 23 billones de dólares anuales, según la ONU: el tráfico ilegal de fauna.

Por ello, movilizar a un animal, comercializarlo o solo extraerlo de su entorno natural es un delito y está penalizado por la ley 1333 de 2009 con: condenas entre 2 y 8 años de cárcel, multas de hasta 5.000 SMMLV (lo que varía de acuerdo con el ejemplar, su estado de amenaza, entre otros factores) y el decomiso definitivo de los animales encontrados.

Y es que lo que hay detrás de los criminales que se dedican al tráfico es terrible, porque solo para que una persona consiga, por ejemplo, a un mico, se deben tomar especímenes de forma masiva, de los cuales solo unos pocos sobreviven para llegar a quien desea comprarlo.

A pesar de que la ley es fuerte con este tipo de delitos, todavía hay quienes creen que tener animales silvestres como mascotas no implica mayor cosa, desconociendo que la domesticación es un proceso que requiere de cientos de años, por lo que no debería ser una decisión tomada a la ligera, aunque el animal le cause ternura.

Además, tenga presente que esta situación tiene dos perspectivas. En una cara de la moneda están las afectaciones que tiene el ejemplar en cuestión, ya que biológicamente la fauna silvestre tiene unas dinámicas de alimentación, desarrollo y reproducción específicas que se ven trastornadas en el cautiverio, junto con sus hábitos de vida por el trato cruel y estresante que reciben. Y por el otro lado, están los ecosistemas en los que viven los animales, pues cada integrante del entorno natural tiene unas funciones importantes y específicas para su conservación, por lo que sacarlos podría afectar a su especie, generar transformaciones en la población y causar daños irreversibles.

Un motivo más para nunca adoptar como mascota a una guacamaya, un mico, un loro, una tortuga, entre otras especies que deben estar lejos del ser humano.

Así que, en caso de que durante las vacaciones de Semana Santa se encuentre con sujetos en carreteras o lugares de dudosa procedencia, ofreciendo variedad de especies para que lleve a su casa, lo que le sugerimos desde La Red Zoocial es que se abstenga de realizar la compra e incluso denuncie ante la Policía Nacional el suceso.

De hecho, las autoridades ya se están preparando para retener el tráfico ilegal de especies, que suele alborotarse en épocas vacacionales como la que se aproxima. Por ejemplo, la Secretaría de Ambiente de Bogotá estará reforzando los controles para evitar actividades ilegales relacionadas con fauna y la tenencia de vida silvestre en los diferentes puntos de llegada, como las terminales terrestres y en el aeropuerto El Dorado.

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