La historia de la danta que adoptó un chigüiro en bioparque de Villavicencio
El vínculo entre estas dos especies resulta inusual, dado que las dantas son animales solitarios y rara vez interactúan tan de cerca con otros individuos.
El Bioparque Los Ocarros, ubicado en Villavicencio, Meta, dio a conocer recientemente a través de sus redes sociales una historia entres dos especies que demuestra por qué en la naturaleza no siempre predomina la ley del más fuerte. Se trata de un pequeño chigüiro que, tras quedar huérfano, fue adoptado por una danta de cinco años que ya residía en el refugio de fauna silvestre.
De acuerdo con el bioparque, el chigüiro de menos de un año de edad perdió a sus padres tras un episodio de caza ilegal en una laguna del municipio de Restrepo. La cría fue encontrada malherida por las autoridades ambientales y, posteriormente, fue trasladada al Bioparque Los Ocarros para que recibiera la atención médica necesaria.
“El chigüiro ingresó al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre del Bioparque los Ocarros, fue atendido, se le trató su infección e ingresó al programa de crianza artificial. Una vez alcanzó la talla prudente, lo incluimos con la ejemplar hembra de danta”, indicó a Noticias Caracol Pablo Cruz, médico veterinario del bioparque.
Aunque los chigüiros comúnmente viven en manadas, este pequeño ejemplar fue rechazado por los individuos de su misma especie. Los biólogos notaron un espíritu maternal en la danta, por lo que decidieron ubicarlo en su mismo hábitat.
Alejandra Pardo, bióloga del parque, explicó que la danta asumió un rol protector hacia el chigüiro, enseñándole a alimentarse y brindándole refugio durante las lluvias. “Cuando ella siente una amenaza, un ruido fuerte, un trueno, por lo general responde corriendo, entonces el chigüiro asemeja ese comportamiento. También en el tema del confort, cuando está lloviendo, ellos se mantienen juntos para darse calor”, indicó Pardo.
Los profesionales detallaron que el vínculo entre estas dos especies resulta inusual, dado que las dantas son animales solitarios y rara vez interactúan tan de cerca con otros individuos. Es por esta razón que estos individuos se roban todas las miradas de los visitantes. Actualmente, el Bioparque los Ocarros alberga a más de 500 ejemplares víctimas del tráfico y caza ilegal.
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El Bioparque Los Ocarros, ubicado en Villavicencio, Meta, dio a conocer recientemente a través de sus redes sociales una historia entres dos especies que demuestra por qué en la naturaleza no siempre predomina la ley del más fuerte. Se trata de un pequeño chigüiro que, tras quedar huérfano, fue adoptado por una danta de cinco años que ya residía en el refugio de fauna silvestre.
De acuerdo con el bioparque, el chigüiro de menos de un año de edad perdió a sus padres tras un episodio de caza ilegal en una laguna del municipio de Restrepo. La cría fue encontrada malherida por las autoridades ambientales y, posteriormente, fue trasladada al Bioparque Los Ocarros para que recibiera la atención médica necesaria.
“El chigüiro ingresó al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre del Bioparque los Ocarros, fue atendido, se le trató su infección e ingresó al programa de crianza artificial. Una vez alcanzó la talla prudente, lo incluimos con la ejemplar hembra de danta”, indicó a Noticias Caracol Pablo Cruz, médico veterinario del bioparque.
Aunque los chigüiros comúnmente viven en manadas, este pequeño ejemplar fue rechazado por los individuos de su misma especie. Los biólogos notaron un espíritu maternal en la danta, por lo que decidieron ubicarlo en su mismo hábitat.
Alejandra Pardo, bióloga del parque, explicó que la danta asumió un rol protector hacia el chigüiro, enseñándole a alimentarse y brindándole refugio durante las lluvias. “Cuando ella siente una amenaza, un ruido fuerte, un trueno, por lo general responde corriendo, entonces el chigüiro asemeja ese comportamiento. También en el tema del confort, cuando está lloviendo, ellos se mantienen juntos para darse calor”, indicó Pardo.
Los profesionales detallaron que el vínculo entre estas dos especies resulta inusual, dado que las dantas son animales solitarios y rara vez interactúan tan de cerca con otros individuos. Es por esta razón que estos individuos se roban todas las miradas de los visitantes. Actualmente, el Bioparque los Ocarros alberga a más de 500 ejemplares víctimas del tráfico y caza ilegal.
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