Cuando la energía solar es asunto de mujeres

La ingeniera Yuliany García creó Enef hace tres años con el fin de poder trabajar en lo que se había formado, huyendo de las barreras que la industria eléctrica pone a las mujeres para ejercer sus profesiones.

El Espectador
16 de diciembre de 2019 - 11:00 a. m.
Yuliany García tiene 28 años y será beneficiada con BBVA Momentum, un programa de formación de alto nivel dirigido a emprendedores sociales. / Cortesía
Yuliany García tiene 28 años y será beneficiada con BBVA Momentum, un programa de formación de alto nivel dirigido a emprendedores sociales. / Cortesía
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A sus 28 años, Yuliany García, una ingeniera electrónica de la UIS con una maestría en desarrollo sostenible, ha sentido la discriminación de género en su profesión. Fue cuando recién egresada de la universidad llegó a trabajar a Hidrosogamoso y en donde sentía que era sumamente sobreprotegida, no le daban espacio para ejercer su profesión. “Que no salgas después de las seis de la tarde, que no vayas por allá o que no te subas al techo” eran entre otras las cosas que más oía de sus compañeros de trabajo, que eran 80 hombres. Junto a ella solo otra mujer.

“Me di cuenta de que el sector energético no está preparado para tener mujeres, no está preparado para que nosotras tengamos participación y tampoco para darnos la oportunidad que se les dan a los hombres; me di cuenta cuando hacía mis prácticas como ingeniera, y aunque contaba con un gran equipo, siempre me sentí sobreprotegida. Quería quedarme trabajando hasta las siete de la noche porque era mi trabajo, era una interventoría, pero de una u otra forma nos limitaban, hasta que al final terminé haciendo trabajo de oficina, me aburrí y me fui”, dice Yuliany García.

Abriendo horizontes

Con la decepción que le causó su primer trabajo como profesional en esta industria, decidió comenzar a mirar otros horizontes y entender cómo podría ella como mujer encajar en un proyecto en donde mostrara su potencial y sensibilidad. Ahí fue cuando inició Enef, un emprendimiento en el que ella arrancó sola y con dos técnicos como asistentes, logró consolidar y poner en marcha un proyecto en su primer año.

“Me había iniciado en mi vida profesional en una central hidroeléctrica, era lo único que se conocía para un ingeniero electrónico, todavía no se hablaba de energías alternativas y menos de energía solar, ese paso por ahí me sirvió para entender la industria y comenzar a descubrir que había otros tipos de energía a los que las personas no podían acceder de manera fácil”, explica.

“Comencé instalando paneles solares para un proyecto de la UIS y ahí me enamoré de la energía solar, no podía seguir trabajando en un sector en donde solo el 12 % son mujeres, la mayoría de ellas haciendo trabajo de oficina, y entonces comencé con un proyecto en 2017 que fue mi primer año con Enef, y ya para el segundo, en 2018, cuando salió la legislación que permitía generar energías alternativas para el consumo y vender excedentes, logramos estructurar tres y para este 2019 ya llevamos seis”, dice con orgullo la gerente de Enef, que tiene como meta ejecutar 12 proyectos en 2020. Uno por mes.

Mujeres e ingenieras

A Yuliany se le unieron otras dos ingenieras como socias en 2018 y esto ha permitido que la empresa tenga un nuevo enfoque que se ha enriquecido con los aprendizajes de cada una de ellas. “En 2018, cuando se conocen las nuevas normativas para la generación de energía y las posibilidades de comercializar excedentes, nosotras ya estábamos preparadas, por eso es que nos hemos consolidado en Santander y para el año próximo esperamos entrar a Medellín, Cúcuta y Barranquilla”.

“Lo que nos diferencia de todas las empresas de ingeniería que hacen lo mismo que nosotros hacemos es que las mujeres tenemos mayor visión y sensibilidad que una empresa de ingeniería liderada por hombres, ellos solo instalan una solución, pero nosotros vamos muchísimo más allá y acompañamos al clientes antes, durante y después de la instalación”, enfatiza.

Y lo mejor: Enef, una empresa de ingenieras en donde cumplen las funciones de su profesión y aunque cuentan con el apoyo de un grupo de técnicos hombres, “son ellas las que se suben al techo sin ningún miedo, montan paneles solares, suben y bajan escaleras todo el tiempo, claro está, con todos los parámetros de seguridad. Y me siento tranquila cuando las veo hacerlo y me subo con ellas, porque me gusta y es mi trabajo”, dice la CEO de Enef.

Emprendedores sociales

Enef ofrece la experiencia de generar energía eléctrica, instalando paneles solares en casas, hoteles, centros comerciales o cabañas, con el fin de ayudar a ahorrar en la factura y mejorar los sistemas ineficientes, dando la posibilidad de ayudar al planeta. Estos componentes le permitieron ser parte de la tercera edición de BBVA Momentum, un programa de formación de alto nivel dirigido a emprendedores sociales y que involucra a la Escuela de Negocios del Financial Times de Londres, a la Fundación MET y a un grupo de mentores de BBVA.

“BBVA Momentum ha sido para mí una oportunidad de organizarme y me ha permitido modelar y aterrizar todas esas ideas que hemos venido cultivando en estos años y direccionarlas en función de hacerlas realidad. Cuando me dijeron que había sido aceptada en el programa, pensé: ¿por qué? ¿Dónde está lo social de Enef? Cuando llegué a Momentum lo supe: impactamos de manera positiva el mediombiente, cambiamos la mentalidad de las personas en torno al uso y alcances de la energía y, sobre todo, cambiamos la manera de ver el mundo a las mujeres que nos han acompañado en esta aventura”.

Por El Espectador

 

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