Los clásicos que regresan para el verano, según la Semana de la Moda de París
El zapato de tacón se desvanece, repentinamente reemplazado por una procesión de zapatos planos.
Daphné Rousseau - AFP
Del bloomer o calzón abultado, una invención victoriana, al triunfo del traje para la “ejecutiva empoderada”, la semana de la moda femenina de París ha mostrado, para las colecciones del próximo verano, una tendencia clara hacia las prendas emancipadoras.
Romanticismo en parka
La Semana de la Moda femenina reivindicó cierta imagen romántica, pero sin fragilidad. Blusas flotantes, enaguas que revolotean e impresiones florales sumergen a las amantes de la moda en una atmósfera de boudoir romántico.
En Loewe, los vestidos flotantes con estampados florales dejan ver crinolinas, pero se combinan con zapatillas de boxeadora de caña alta.
“Se han visto vestidos de noche y parkas, sexy y muy práctico, como nos gusta vestirnos en este momento”, explica Claire Thomson-Jonville, colaboradora global para las revistas Vogue.
Vivienne Westwood, una firma en plena transición tras la muerte de su fundadora, propuso un vestuario clásico y sexy, apenas sin chispazos punk, pero al mismo tiempo con detalles de poderío, como ropa superpuesta y escotes pronunciados.
La firma australiana Zimmermann también juega con materiales fluidos y una paleta suave y empolvada de finales de verano, contrastada con chaquetas casi militares.
Zapatos planos
Una revolución que salta a la vista, ya que cambia la apariencia de las modelos que desfilan esta temporada: el zapato de tacón se desvanece, repentinamente reemplazado por una procesión de zapatos planos.
En Dior, la directora artística y feminista Maria Grazia Chiuri prácticamente ha desterrado los tacones. Las modelos desfilan con botas altas de tejido técnico, sandalias gladiadoras bordadas y microsuelas.
En Acne Studios, los trajes de falda drapeada más elegantes se combinan con un zapato plano cada vez más de moda: la imitación de pantuflas. La forma de caminar cambia de inmediato, volviéndose más lenta pero también más accesible.
La uruguaya Gabriela Hearst también combina los largos vestidos evanescentes con botas tipo boxeador.
Trajes
“En YSL, Loewe, Victoria Beckham, Christophe Lemaire, todo este lado de empoderamiento femenino resalta la cuestión y la necesidad de una energía femenina muy fuerte en estos momentos”, analiza Claire Thomson-Jonville.
En Saint Laurent, Anthony Vaccarello explora con una nostalgia conmovedora el propio guardarropa del creador para vestir a las mujeres con un look “Yves”.
Cincuenta y ocho años después de que la casa presentara el primer “smoking para mujer”, el belga imaginó una serie de grandes drapeados de lana, trajes masculinos sobredimensionados, con hombros marcados, que junto con las icónicas gafas cuadradas del fundador, crean una impresionante apariencia andrógina.
En Victoria Beckham, los trajes femeninos son más ajustados, como arrancados de los hombros o con aberturas en una pierna, y parecen expresar una cierta rabia y apropiación de este clásico masculino.
En Stella McCartney, las siluetas de trajes pantalón se adornan con joyas para el pecho que aportan una sensación de vértigo sensual.
Calzones victorianos
Regresivos y provocadores a la vez, los calzones abultados, o más precisamente el “bloomer”, resurgen para el próximo verano.
Es una prenda de la época victoriana, destacada por Libby Miller en 1851 para permitir a las mujeres practicar ciclismo.
Considerada como “feminista”, se lleva, por ejemplo, con una chaqueta o una camisa masculina para una combinación atrevida y efectiva.
Chloé ensalza esta prenda inesperada, pero en versión corta, de encaje, muy sexy.
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Del bloomer o calzón abultado, una invención victoriana, al triunfo del traje para la “ejecutiva empoderada”, la semana de la moda femenina de París ha mostrado, para las colecciones del próximo verano, una tendencia clara hacia las prendas emancipadoras.
Romanticismo en parka
La Semana de la Moda femenina reivindicó cierta imagen romántica, pero sin fragilidad. Blusas flotantes, enaguas que revolotean e impresiones florales sumergen a las amantes de la moda en una atmósfera de boudoir romántico.
En Loewe, los vestidos flotantes con estampados florales dejan ver crinolinas, pero se combinan con zapatillas de boxeadora de caña alta.
“Se han visto vestidos de noche y parkas, sexy y muy práctico, como nos gusta vestirnos en este momento”, explica Claire Thomson-Jonville, colaboradora global para las revistas Vogue.
Vivienne Westwood, una firma en plena transición tras la muerte de su fundadora, propuso un vestuario clásico y sexy, apenas sin chispazos punk, pero al mismo tiempo con detalles de poderío, como ropa superpuesta y escotes pronunciados.
La firma australiana Zimmermann también juega con materiales fluidos y una paleta suave y empolvada de finales de verano, contrastada con chaquetas casi militares.
Zapatos planos
Una revolución que salta a la vista, ya que cambia la apariencia de las modelos que desfilan esta temporada: el zapato de tacón se desvanece, repentinamente reemplazado por una procesión de zapatos planos.
En Dior, la directora artística y feminista Maria Grazia Chiuri prácticamente ha desterrado los tacones. Las modelos desfilan con botas altas de tejido técnico, sandalias gladiadoras bordadas y microsuelas.
En Acne Studios, los trajes de falda drapeada más elegantes se combinan con un zapato plano cada vez más de moda: la imitación de pantuflas. La forma de caminar cambia de inmediato, volviéndose más lenta pero también más accesible.
La uruguaya Gabriela Hearst también combina los largos vestidos evanescentes con botas tipo boxeador.
Trajes
“En YSL, Loewe, Victoria Beckham, Christophe Lemaire, todo este lado de empoderamiento femenino resalta la cuestión y la necesidad de una energía femenina muy fuerte en estos momentos”, analiza Claire Thomson-Jonville.
En Saint Laurent, Anthony Vaccarello explora con una nostalgia conmovedora el propio guardarropa del creador para vestir a las mujeres con un look “Yves”.
Cincuenta y ocho años después de que la casa presentara el primer “smoking para mujer”, el belga imaginó una serie de grandes drapeados de lana, trajes masculinos sobredimensionados, con hombros marcados, que junto con las icónicas gafas cuadradas del fundador, crean una impresionante apariencia andrógina.
En Victoria Beckham, los trajes femeninos son más ajustados, como arrancados de los hombros o con aberturas en una pierna, y parecen expresar una cierta rabia y apropiación de este clásico masculino.
En Stella McCartney, las siluetas de trajes pantalón se adornan con joyas para el pecho que aportan una sensación de vértigo sensual.
Calzones victorianos
Regresivos y provocadores a la vez, los calzones abultados, o más precisamente el “bloomer”, resurgen para el próximo verano.
Es una prenda de la época victoriana, destacada por Libby Miller en 1851 para permitir a las mujeres practicar ciclismo.
Considerada como “feminista”, se lleva, por ejemplo, con una chaqueta o una camisa masculina para una combinación atrevida y efectiva.
Chloé ensalza esta prenda inesperada, pero en versión corta, de encaje, muy sexy.
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