La ropa en Colombia aumentó de precio en 2022: estas fueron las razones
El año pasado, cuando la inflación llegó al 13,12 % en diciembre, la de confecciones alcanzó el 11,4 % (el incremento más alto en 20 años). Es decir, si una prenda le costaba $10.000, ahora le vale $11.400. ¿Qué se espera en 2023? Aquí le contamos.
Lucety Carreño Rojas
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
En 2022 ocurrió algo histórico para la industria textil y de la moda colombiana: la ropa subió de precio. Ese incremento en las prendas de vestir y el calzado se esperaba y expertos ya lo habían anunciado por la llamada “tormenta perfecta”: inflación en general, volatilidad del dólar y crisis de los contenedores. Costos que, en principio, asumieron las empresas, pero que finalmente fueron trasladados al consumidor final.
En contexto: ¿Por qué subió de precio la ropa en enero?
Comencemos. De acuerdo con cifras del DANE, el PIB creció 9,7 %, la industria aumentó 12,3 % y la moda 23,2 %. Además, el aporte de la industria de la moda a la economía nacional fue de 2,52 % y, según los análisis de la firma de consumo Raddar, fue un aporte que no se presentaba desde 2014.
El gasto de los hogares fue el principal motor de crecimiento del país. En diciembre el gasto fue de $102,75 billones y en los últimos 12 meses de $941,5 billones, lo que presentó un crecimiento corriente anual de 11,8 %, según Raddar.
En la canasta de moda el gasto de los hogares alcanzó los $30,3 billones y los colombianos adquirieron cuatro unidades más que en 2021. Camilo Herrera, fundador de Raddar, explicó “en 2023, el año del ajuste. De comprar a usar ropa”, una charla que dio en el marco de la edición 35 de Colombiatex, las razones del aumento en los precios de la ropa y el comportamiento del consumidor.
“La oferta de prendas de confección en el mercado colombiano tuvo un aumento de costos muy importante desde 2020, pero ese aumento no lo había trasladado la industria al consumidor final. De hecho, los índices de precios de la industria de la moda cambian muy poco. Por ejemplo: mientras que los precios en Colombia en el agregado crecían, en promedio, un 4 o 5 % anual; la moda aumentaba 0,5 %”, dijo Herrera.
En 2020 el que el gasto de los hogares en Colombia se reestructuró y se priorizó la canasta de alimentos para el hogar, bienestar y vivienda. Por su parte, las comidas por fuera del hogar, el entretenimiento y el transporte pasaron a un segundo plano. En cuanto a la ropa, ese año la gente consumió menos prendas.
Lea: Prográmese con los conversatorios y eventos de Colombiatex 2023
“En 2022 el panorama se reversó con una inflación histórica, alimentos cayeron en el gasto, al igual que vivienda y bienestar, mientras que comidas por fuera del hogar se recuperó en 2021 y destacó en 2022. Entretenimiento ocupó un segundo lugar con más de 85 conciertos tan solo en 2022, pero transporte y moda se desaceleraron por los efectos inflacionarios”, dice el informe de Raddar.
Tras la pandemia, en 2021, la gente aumentó su consumo en moda por las compras de venganza, es decir, consumir lo que no pudieron durante las cuarentenas y para ajustarse a la ropa que necesitaba, también por el miedo a nuevos aislamientos y al reconocer un aumento de precios y de tasas de interés.
En 2022, cuando la inflación llegó al 13,12 % en diciembre, la de confecciones alcanzó el 11,4 % (el incremento más alto en 20 años). Es decir, si una prenda le costaba $10.000, ahora le vale $11.400.
Según Herrera, por “primera vez” se presentó una “reacción rápida de la industria de la moda a subir precios por varias razones: tenían que trasladar los costos al consumidor final, los precios los pudieron incrementar a fin de año (cuando se presenta una mayor demanda de ropa por la temporada de Navidad) y se tenían que aumentar antes del primer trimestre para no pegarle tan duro al bolsillo de los hogares colombianos”.
En cuanto al consumo de moda de los consumidores en 2022, la gente salió a comprar lo que quería y tuvo presente la inflación y el aumento en las tasas de interés. “Anticiparon compras. Salieron a comprar sus prendas en el primer semestre del año”, agregó Herrera.
El experto califica la decisión del aumento en los precios como “responsable” por parte de la industria para proteger a sus consumidores y sus balances. “El pico en el incremento que vimos los últimos dos meses de 2022 fue histórico. Juan Diego Becerra, el expresidente de Raddar, tenía un estudio que mostraba que del 2000 al 2014, los precios tiquete de las blusas en Colombia no habían cambiado. Entonces, que suba un 11 % es importante”, agregó.
En su charla, Herrera planteó los retos que enfrenta la industria, como las importaciones, los costos de los fletes, el crecimiento de la economía venezolana, el incremento del dólar y el aumento de los salarios.
Lea también: El impacto de la crisis de los contenedores en la industria textil nacional
¿Qué es lo que más compra el consumidor colombiano?
La venta de ropa en Colombia, según Herrera, tiene varias familias: las personas en etapa de crecimiento que la demandan (temporada escolar, jeans, tenis, ropa deportiva), la gente que entra a oficinas y universidades y requiere cambio de prendas, y los que necesitan reposición por cambios en el tallaje o por daños.
“La gente compra ropa dos veces al año. Entonces, al mercado hay que entenderlo en sus variedades. Es importante entender que lo que más jalona el mercado durante el año es juvenil e infantil y los deportes. El vestuario formal está cambiando y lo informal está tomando fuerza. Los colombianos seguirán comprando ropa y este año seguirá subiendo de precio”.
Lea también: La moda colombiana en 2023
¿Qué viene para la industria de la moda en 2023?
La desaceleración de la economía y los aumentos en tasa de interés muestran que será un año retador para el sector. De acuerdo con el Observatorio de Moda, la inflación tampoco cederá durante el primer trimestre del año y el arancel del 40 % para las importaciones textiles causará más incrementos en las prendas, pero será una oportunidad para generar competitividad en la industria textil nacional.
El aumento en 2023 estará relacionado con los costos operativos de las empresas que se incrementarán por los salarios, la escasez de insumos internacionales -ya no por la crisis sino por el arancel del 40 % a la importación- y por el tipo de cambio. “El gran riesgo y temor de los empresarios será el contrabando”, enfatizó Herrera.
Otro factor que podría afectar a la industria textil durante este año es que se enfrentarán a no conseguir insumos, pues el mercado venezolano lo está demandando. ¿Qué se podrá hacer? “Cuando hay un déficit del mercado, alguien aparece a cubrirlo. Algún empresario salvará patria”, afirmó.
La charla buscó mostrarle a la industria lo que hizo bien durante 2022, exponer los retos a los que se enfrentan en invitarlos a pensar y plantearse las soluciones. “La charla no plantea la solución, ofrece las preguntas. El gran problema será el primer semestre por el ruido político y las reformas que presentará el Gobierno”.
Finalmente, el comercio electrónico, la sostenibilidad (en sus tres enfoques: social, económico y ambiental), la moda sin género y las empresas dedicadas al alquiler de ropa o venta de segunda seguirán ganando terreno este año.
“La invitación es a usar bien la ropa. La gran oportunidad que tienen las marcas es explicarle a la gente cómo usarla. Si la gente usa bien las prendas, las empresas pueden desarrollar más productos. Falta educar al consumidor, cuando eso pase, la oportunidad será enorme porque la gente va a entender que no tiene la ropa que necesita”, puntualizó.
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.