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En el mundo de la moda actual muy cosas se pueden tildar de novedosas. Sin embargo, este jueves la industria de la moda local presenciará una. Después de siete ediciones, Bogotá Fashion Week, el evento que busca posicionar a la capital del país como un escenario para los negocios del sector, extiende un pasillo para la primera pasarela de los empresarios de San Victorino.
El desfile que presentarán este jueves a las 5:00 p. m. en el Centro de Convenciones – Ágora se llama “El madrugón” en homenaje a la labor que realizan desde las 2:29 a. m. los miércoles y sábados los empresarios del sector, uno de los que viste a un gran número de población colombiana.
Vale la pena mencionar que el madrugón es una dinámica comercial propia de San Victorino en el que los vendedores, especialmente los que no tienen locales fijos en el centro comercial Gran San, se ubican con sus catres, bultos y mercancías a lo largo y ancho de todos pasillos del lugar, inaugurado en la década de 1990, para ofrecer ropa a precios económicos y con promociones.
Para Pilar Castaño, promotora del proyecto, era una necesidad que los empresarios del sector, que son el corazón de la moda de la ciudad, estuvieran involucrados en la feria. “En San Victorino hay grandes manufactureros, productores, generadores de empleo y dinamizadores de la moda y la economía, exportan y cubren el territorio nacional de denim”.
A través del componente Puente se pretende unir la moda de diferentes sectores de la economía popular con Bogotá Fashion Week (BFW) para aprovechar su posicionamiento y visibilidad.
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“Para este primer proyecto Puente abrimos una convocatoria para las personas que trabajan en los diferentes sectores de San Victorino. Revisamos sus procesos de diseño y empresariales. A partir de ahí, se hizo un trabajo de selección de estas marcas para que pudieran participar”, dijo María Paz Gaviria, gerente de plataformas culturales de la Cámara de Comercio de Bogotá.
Andrés Naranjo, de la marca Wanaawaa, una de las seleccionadas, recuerda que sin pensarlo lleno el formulario para participar y envío los documentos “después, nos contactaron y dijeron que habíamos pasado. Quedamos en shock porque tener una plataforma como BFW es una vitrina muy grande para cualquier marca”.
Además, el empresario agregó que le pareció clave de este evento el concepto que tomaron, “el de Puente porque es precisamente esa conexión entre todos los actores que hacemos parte del sistema moda y que nos incluyeran al gremio del centro, el del Gran San, es un reto muy grande porque nos pone al nivel de diseñadores independientes o que han estado mucho tiempo en el mercado”.
Junto a Castaño, César Rincón y Ana María Londoño se abanderaron del proyecto y acompañaron la convocatoria de la que quedaron elegidas 9 marcas. Tras la selección, han venido trabajando con ellos para potencializar y transformar algunas de sus piezas para la colección cápsula.
El denim, el otro protagonista
En el sector también está la cuna del reconocido jean levantacola. El producto fue el punto de partida para utilizar y transformar la tela con la que se fabrica. Por eso, el textil fue elegido para que las 9 empresas lo emplearan con el ADN de sus marcas y así crearan las piezas icónicas que presentarán esta noche.
“El denim es el insumo perenne. Viste las culturas desde hace 400 años y ahora uniforma a las culturas, no tiene generación, se puede reciclar y es moldeable”, afirma Castaño.
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Ese textil, además, es una pieza que atraviesa a todos los sectores de la sociedad y Colombia es reconocida a nivel internacional por el uso e ingenio que se usan los empresarios con el denim. “Es un material que une diferentes procesos y estamos emocionados por ver el resultado de esta colección cápsula”, dijo Gaviria.
Para los empresarios participar en la séptima edición del evento no solo fue un sueño cumplido, también fue el reto de representar al sector y atreverse a crear piezas sartoriales y en pequeñas cantidades. “Fue un desafío porque nunca habíamos utilizado el denim. Nos pusimos a prueba y es interesante porque de eso se trata el comercio: aprender y hacerlo”, dijo Naranjo.
La propuesta de la empresa familiar de Naranjo está inspirada en el día a día de lo que ocurre en El madrugón a través de prendas gráficas con palabras y frases que se utilizan en el Gran San como “cargo llevo”, que gritan las personas que cargan lonas al hombro llenas de prendas de vestir mientras se abren paso por los pasillos repletos de gente.
Democratizar la moda, más que una frase cliché
Democratizar la moda es una frase que suena cada tanto en las conversaciones de la industria de la moda. Se habla de alianzas entre grandes casas de moda con marcas que ofrecen productos al alcance de los consumidores y de espacios que se abren para que más personas se acerquen a esta industria. Volver la moda asequible es la consigna, pero a veces son solo palabras que quedan en el aire.
Resultaba entonces curioso que un espacio como Bogotá Fashion Week, que es gratuito y que precisamente busca darle más acceso a las personas a la industria, no tuviera en sus pasarelas a los empresarios de San Victorino. Aunque al preguntar, los organizadores mencionaban que estaban incluidos, pero en otros espacios, fue clave que los involucraran en los desfiles.
Es importante mencionar que la moda en Colombia está atravesada por las problemáticas sociales y económicas del país, pero, especialmente, por las desigualdades en términos de estructuras de clase. Las visiones de lo que “está de moda” son distintas entre clases sociales.
Desde septiembre de 2023 la Cámara de Comercio de Bogotá está trabajando de la mano con estos empresarios. Por ejemplo, realizaron el desfile San Victorino a la moda para generar procesos de transformación e incluir al corazón del tejido productivo del sector textil en la agenda de moda de la ciudad.
“Tenemos un Plan Nacional de Desarrollo que nos habla de incluir a la economía popular en actividades que impulsen a hacer empresa, a crear un mayor desarrollo en la moda y a reactivar la gente de estos sectores. Queremos que estos diseñadores de la economía popular y hacedores de la moda se conviertan en empresarios exportadores del sector”, comentó Ovidio Claros, presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB).
De acuerdo con cifras de la CCB, el aporte de San Victorino a la economía popular “se debe a que en este sector se surten los principales negocios y establecimientos de comercio que atienden las necesidades de vestir de los estratos 1, 2 y 3″. Además, representa cerca del 6 % del total de exportaciones de Bogotá y la región.
Naranjo, quien es copropietario de una empresa familiar creada por su mamá en las bodegas del centro, en la que crean 30.000 prendas mensuales y generan más de 150 empleos, dijo que “es muy importante que podamos mostrar nuestros diseños y sobre todo dejar el estigma de lo que la gente piensa que se consigue en el centro”.
Vale la pena mencionar que además de San Victorino, el componente Puente seguirá vinculando a BFW con otros proyectos, regiones, comunidades y organizaciones que hacen parte del sistema moda.
Las miradas de la industria de la moda estarán puestas en un desfile democrático e incluyente que le abrirá las puertas a un sector productivo, tradicionalmente excluido de la moda hegemónica, para que también pueda mostrar su talento, calidad exportable y, robustecer sus procesos y modelos de negocios.
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