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El 2022 llega con un calendario electoral fuerte: Brasil, Estados Unidos y Francia vivirán unos comicios que marcarán el pulso de la política local, nacional y, por qué no, regional y hasta global. Las elecciones al Congreso en el país norteamericano, así como las presidenciales en el Estado latinoamericano y en el europeo serán momentos claves en este nuevo año. En Brasil habrá una posible batalla entre Lula da Silva y Bolsonaro, mientras que en Francia la disputa será entre tres mujeres candidatas.
El 8 de noviembre de 2022, los estadounidenses elegirán un nuevo Congreso, a la sombra de unas presidenciales que desataron revuelo, dada la postura de Donald Trump de no aceptar su derrota, argumentando fraude electoral, y del fantasma del asalto al Capitolio, hecho que está siendo investigado por una comisión de la Cámara de Representantes, que cada vez pone más nervioso al expresidente estadounidense.
Según Alejandro Bohórquez-Keeney, docente de la Universidad del Externado, lo que está en juego en estas elecciones es la gobernabilidad de Joe Biden, en un momento en el que la Cámara de Representantes tiene mayoría demócrata, pero el Senado tiene mayoría republicana, no sin olvidar que, según una encuesta de Gallup de septiembre de 2021, el 53 % de los estadounidenses desaprueban su gestión. “Los republicanos son cada vez más optimistas sobre llegar al gobierno en estados claves en las contiendas electorales del próximo año, impulsados por los bajos índices de aprobación del presidente Biden”, se lee en un artículo de Los Angeles Times. Y es que, de acuerdo con las declaraciones que Charles Franklin, encuestador de la Facultad de Derecho de Marquette, le dio a dicho medio, “la aprobación del primer mandatario está lastrando a los demócratas en todas partes”.
Ahora bien, yendo más allá, Bohórquez-Keeney le dijo a este diario que “lo que está en juego en Estados Unidos es su estabilidad. Venimos de un cambio presidencial marcado por la invasión al Capitolio, demostrando que las viejas fracturas en la sociedad estadounidense siguen vivas”. Además, no hay que olvidar que estas nuevas elecciones representan una oportunidad para que los políticos alineados con Trump recobren algo de fuerza. No en vano el mismo expresidente afirmó: “La supervivencia de Estados Unidos depende de nuestra capacidad de elegir a republicanos en todos los niveles, empezando por las elecciones de medio término”.
Si bien estos comicios serán fundamentales para el gobierno Biden, también lo serán para el próximo gobierno de Colombia. De acuerdo con Bohórquez-Keeney, “de la gobernabilidad del presidente estadounidense dependen muchos temas en materia de política exterior de Colombia, además de que el país es el principal socio político y comercial de Estados Unidos. Ahora bien, toca ver quién va a ganar la presidencia en Colombia y qué tanto el nuevo presidente logre alinearse con Estados Unidos para recibir su apoyo”.
Brasil también está ad portas de unas elecciones definitivas, pues en medio de la desaprobación del gobierno de Bolsonaro, el fantasma del Lava Jato, que puso al descubierto el más grande entramado de corrupción en el país, bajo el cual Lula da Silva llegó a prisión, y la candidatura de Sergio Moro, el exjuez que lo encarceló, el país irá a las urnas el próximo 2 de octubre.
Según una encuesta elaborada por el Instituto de Investigación y Comunicación, Lula da Silva, que aún figura como precandidato presidencial, ganaría la primera vuelta de las elecciones con el 48 % de los votos, frente al 21 % de su rival político, Bolsonaro. Esto, en un contexto en el que más de la mitad de la población desaprueba la gestión del actual mandatario y que, aunque Lula da Silva no ha oficializado su candidatura, el expresidente ya dio una ronda por Europa, en un intento por afianzar el apoyo de la izquierda europea y su discurso como precandidato, aprovechando que, como se dijo en France24, Bolsonaro no ha sabido cómo obtener respaldo en la comunidad internacional.
Cabe resaltar que, según afirmó la periodista brasileña Carol Pires a este diario, “no se puede decir que Bolsonaro divide al país, cuando la mayoría de Brasil está en su contra. Lula sí lo divide porque es adorado por una parte, por aquella que lo ve como la única posibilidad de derrotar a Bolsonaro, y esas personas están dispuestas a votar por él, pues será el candidato más competitivo. Sin embargo, otra parte del país lo rechaza, y ahí hay quienes están dispuestos a votar hasta por Bolsonaro, porque prefieren cualquier cosa antes que a Lula”. Así, según comenta la periodista, aunque la prensa y los empresarios han tratado de buscar una tercera vía en estas elecciones, lo cierto es que al parecer no la hay.
En cuanto a las elecciones en Francia, y a cuatro meses de los comicios, el Elíseo será ocupado por un presidente o una presidenta. Así, Marine Le Pen, en un nuevo intento por llegar al Ejecutivo; Anne Hidalgo, con el reto de superar su perfil de política local, pues actualmente es la alcaldesa de París, y Valérie Pécresse, siendo la primera mujer que el partido Los Republicanos designa como candidata, aspiran liderar el país europeo. Esto en un momento en el que Emmanuel Macron no ha confirmado su candidatura, pero su nombre suena para una posible reelección.
Además, según informa France24, esta contienda electoral se da cuando el partido oficialista, La República en Marcha, no tiene la misma fuerza de respaldo que le ofreció a su candidato hace cinco años, pues viene golpeado por haber perdido en las recientes elecciones regionales. Según le afirmó el analista Stewart Chau al canal internacional de noticias, aquel “es un partido joven que se lanza hasta ahora a la arena política, en el que también hay una dificultad del gobierno y del presidente en tener una lectura de los territorios franceses”.
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