¿A qué se debe y por qué preocupa la ola de secuestros en Haití?
El país está sumido en una crisis social, económica y política, que solo se ha agravado desde el magnicidio del presidente Jovenel Moise el año pasado.
La grave situación de seguridad en Haití dejó otro hecho lamentable en las últimas horas: doce personas, entre ellos ocho ciudadanos turcos (cinco hombres y tres mujeres), fueron secuestradas el domingo en autobús que viajaba desde República Dominicana a Puerto Príncipe.
El cónsul honorario de Turquía en Haití, Hugues Josue, le dijo a la AFP que los secuestrados son miembros de la asociación musulmana Ashape. Esta ofrece cursos de idiomas y educación religiosa, de acuerdo con el sitio web de la organización, citado por la agencia de prensa.
“Durante el secuestro, bajaban del autobús en el que viajaban y tuvieron tiempo de ponerse en contacto con su organización”, dijo Josue. La policía de Haití confirmó el secuestro.
Sugerimos: Seis meses del magnicidio del presidente de Haití: ¿en qué van las investigaciones?
El hecho se suma a la ola de secuestros que se ha incrementado en los últimos meses en el país, el más pobre del hemisferio occidental (con una tasa de pobreza de 60 %), sumido en una crisis social, económica y política, que solo se ha agravado desde el magnicidio del presidente Jovenel Moise el año pasado.
Las cifras de 2021 rondan los mil secuestros: según información difundida por France 24, ese, se notificaron 949 raptos frente a los 796 del año anterior; mientras que, de acuerdo con el Centro de Análisis e Investigación sobre Derechos Humanos de Haití, citado por BBC, más de 1.200 personas fueron secuestradas en 2021, aunque de ellos solo 81 eran de nacionalidad extranjera.
Y la situación en 2022 solo empeora: según ese mismo centro, citado por Bloomberg, en los primeros tres meses del año los secuestros aumentaron 58 %.
En medio de la inestabilidad que afronta el país, afectado además por un terremoto de magnitud 7,2 en agosto de 2021, las bandas armadas se han fortalecido.
Como recuerda AFP, Naciones Unidas alertó la semana pasada que “los enfrentamientos entre pandillas rivales en los distritos oprimidos del norte de Puerto Príncipe, que estallaron el 24 de abril, se saldaron con al menos 75 personas muertas, incluidas mujeres y niños”.
El organismo señaló que estaba “profundamente preocupado por el rápido deterioro de la situación de seguridad” en la capital haitiana, la cual, incluso, ha motivado multitudinarias marchas, como la del pasado 29 de marzo.
Ese día, miles de personas exigieron la renuncia del primer ministro Ariel Henry (cargo elegido por el presidente), quien ha sobrevivido a un atentado él mismo.
Se espera que las elecciones presidenciales, para conocer el nombre de la persona que sucederá a Jovenel Moïse, se lleven a cabo en algún momento de este año, luego de haber sido aplazadas en varias ocasiones.
Como señaló France 24, la incapacidad de Henry para lograr consensos que conduzcan a las elecciones es parte al funcionario le reclama la ciudadanía, que también ha protestado por el papel de la comunidad internacional.
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La grave situación de seguridad en Haití dejó otro hecho lamentable en las últimas horas: doce personas, entre ellos ocho ciudadanos turcos (cinco hombres y tres mujeres), fueron secuestradas el domingo en autobús que viajaba desde República Dominicana a Puerto Príncipe.
El cónsul honorario de Turquía en Haití, Hugues Josue, le dijo a la AFP que los secuestrados son miembros de la asociación musulmana Ashape. Esta ofrece cursos de idiomas y educación religiosa, de acuerdo con el sitio web de la organización, citado por la agencia de prensa.
“Durante el secuestro, bajaban del autobús en el que viajaban y tuvieron tiempo de ponerse en contacto con su organización”, dijo Josue. La policía de Haití confirmó el secuestro.
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El hecho se suma a la ola de secuestros que se ha incrementado en los últimos meses en el país, el más pobre del hemisferio occidental (con una tasa de pobreza de 60 %), sumido en una crisis social, económica y política, que solo se ha agravado desde el magnicidio del presidente Jovenel Moise el año pasado.
Las cifras de 2021 rondan los mil secuestros: según información difundida por France 24, ese, se notificaron 949 raptos frente a los 796 del año anterior; mientras que, de acuerdo con el Centro de Análisis e Investigación sobre Derechos Humanos de Haití, citado por BBC, más de 1.200 personas fueron secuestradas en 2021, aunque de ellos solo 81 eran de nacionalidad extranjera.
Y la situación en 2022 solo empeora: según ese mismo centro, citado por Bloomberg, en los primeros tres meses del año los secuestros aumentaron 58 %.
En medio de la inestabilidad que afronta el país, afectado además por un terremoto de magnitud 7,2 en agosto de 2021, las bandas armadas se han fortalecido.
Como recuerda AFP, Naciones Unidas alertó la semana pasada que “los enfrentamientos entre pandillas rivales en los distritos oprimidos del norte de Puerto Príncipe, que estallaron el 24 de abril, se saldaron con al menos 75 personas muertas, incluidas mujeres y niños”.
El organismo señaló que estaba “profundamente preocupado por el rápido deterioro de la situación de seguridad” en la capital haitiana, la cual, incluso, ha motivado multitudinarias marchas, como la del pasado 29 de marzo.
Ese día, miles de personas exigieron la renuncia del primer ministro Ariel Henry (cargo elegido por el presidente), quien ha sobrevivido a un atentado él mismo.
Se espera que las elecciones presidenciales, para conocer el nombre de la persona que sucederá a Jovenel Moïse, se lleven a cabo en algún momento de este año, luego de haber sido aplazadas en varias ocasiones.
Como señaló France 24, la incapacidad de Henry para lograr consensos que conduzcan a las elecciones es parte al funcionario le reclama la ciudadanía, que también ha protestado por el papel de la comunidad internacional.
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