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Prostitución, habitantes de calle, delincuencia, calles repletas de basura, crisis sanitaria y muerte es el escenario que dibujan las calles de Kensington, Filadelfia. A este lugar llegan los adictos de varias partes de Estados Unidos que no tienen dinero y no pueden superar su necesidad de drogas. Alla, dicen, las encuentran baratas y puras. La prensa lo describe como el mercado de drogas al aire libre más grande de ese país. ¿Cómo se convirtió en eso?
“A principios de la década de 2000, las pandillas dominicanas comenzaron a traer heroína colombiana que no solo era más pura sino mucho más barata que la heroína importada de Asia, que históricamente predominaba. El mercado descentralizado de Kensington mantuvo la competencia alta y los precios bajos. La mayoría de las esquinas estaban dirigidas por pequeños grupos de comerciantes no afiliados, lo que dificultaba la vigilancia del área; si arrestaban a un comerciante, siempre había alguien allí para reemplazarlo”, señala un artículo sobre Kensington publicado por The New York Times en 2018.
Kensington es un barrio de Filadelfia, EE. UU. a donde ha llegado una parte importante de la migración latina. Según los datos del censo de ese país, en ese estado vive el 15% de los latinos. Pero allá también han llegado adictos y habitantes de calle.
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La prensa de EE.UU. reporta la existencia de “Badlands (campamento), una zona a lo largo de la carrilera que se convirtió en refugio de adictos a las drogas los últimos 20 años, “Cerca de 70 personas vivían a lo largo de las vías y hasta 200 pasaban por ahí para inyectarse”, señala la prensa local. Pero en 2017 fue tomado por las autoridades: encontraron cerca de 500.000 jeringas usadas.
Eso no impidió que se formaron otros “campamentos”. Un impactante video que subió el youtuber Kim Gary y que se hizo viral en redes sociales, muestra una calle de Kensington llena de adictos tirados en las calles, perdidos en las drogas o deambulando sin rumbo por efecto de los narcóticos.
La situación en el distrito de Kensington se puso aún peor con la pandemia para la gente sin hogar y convirtió a este lugar en el que tiene la peor situación social de Estados Unidos. Y si bien el Covid-19 aumentó la indigencia, la prostitución y la crisis de salubridad, la droga es lo que más complica a este lugar.
“El condado de Filadelfia tiene la tasa de sobredosis más alta de cualquiera de los 10 condados más poblados de Estados Unidos. El Departamento de Salud de la ciudad estima que 75,000 residentes son adictos a la heroína y otros opioides, y cada día, muchos de ellos viajan a Kensington para comprar drogas. El vecindario es parte del mayor grupo de muertes por sobredosis de la ciudad. En 2017, 236 personas sufrieron una sobredosis fatal allí”, señalaba en 2018 un artículo publicado en The New York Times.
Parece una película de zombies. Drogas en Filadelfia y otras ciudades de EEUU.pic.twitter.com/QJNWW7k4dA
— Alejo Schapire (@aschapire) September 5, 2021
La situación se ha agravado. Testimonios de adictos señalan que en Kensington Avenue mucha gente fumaba crack o metanfetamina o se inyectaba heroína. “Se clavaban agujas en los brazos, el cuello y la piel entre los dedos de los pies y comenzaban a cabecear. Algunas personas yacían en el suelo con aspecto de muertas”, dicen ciudadanos entrevistados por canales locales.
El problema se agrava en 2017 cuando la heroína, que según testimonios citados por NYT, era “la más pura y barata de la región” comienza a mezclarse con cantidades impredecibles de fentanilo. Para 2019, las muertes en Filadelfia habían aumentado en un 95%.
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“Algunos comerciantes de drogas mezclan el fentanilo con otras drogas como heroína, cocaína, metanfetamina y MDMA. Lo hacen porque una cantidad muy pequeña de fentanilo causa una reacción inmediata, lo que lo convierte en una opción más económica”, señalan expertos en drogas de EE. UU.
Y aunque el sistema penitenciario de Filadelfia se ha convertido en el mayor proveedor de tratamiento contra las drogas en la ciudad, la policía se dio cuenta de que no puede arreglar el problema asegurando la provisión de Narcan, un aerosol que evita las sobredosis.
¿Qué es el fentanilo?
El fentanilo es un fuerte opioide sintético similar a la morfina, pero entre 50 y 100 veces más potente. Es un fármaco recetado que a veces también se usa en forma ilegal. Al igual que la morfina, por lo general se receta a pacientes con dolores intensos, especialmente después de una operación quirúrgica.
A veces también se usa para tratar a pacientes que sufren de dolor crónico y presentan tolerancia física a otros opioides.
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En la actualidad los opioides sintéticos —incluido el fentanilo— son las drogas más comúnmente asociadas con las muertes por sobredosis en Estados Unidos. En 2017, el fentanilo fue parte del 59.8 % de las muertes relacionadas con opioides, comparado con el 14.3 % en 2010.
Hoy es usado para potenciar los efectos de otras drogas, lo que le hace hasta cincuenta veces más poderoso que la heroína y 100 veces más que la morfina. El fentanilo que se consume ilegalmente y que está asociado con más frecuencia con las sobredosis recientes se fabrica en laboratorios. Este fentanilo sintético se vende ilegalmente en forma de polvo, vertido en gotas sobre papel secante, en envases de gotas para los ojos o rociadores nasales o en pastillas parecidas a las de otros opioides recetados, señala en Instituto Nacional de Abuso de drogas en EE. UU.
Según este organismo, los efectos del fentanilo son: felicidad extrema, aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, problemas para respirar, pérdida del conocimiento. Algunos de los síntomas que tienen las personas de los videos que se hicieron virales y que muchos describieron como “zombies”.
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