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El conservador Alejandro Giammattei se autoproclamó este domingo como presidente de Guatemala a falta de conocer los resultados definitivos y oficiales de las elecciones presidenciales.
"Vengo a decirles, este humilde servidor, que va a ser un inmenso honor ser el presidente del país", dijo el candidato de Vamos en una conferencia de prensa en un hotel capitalino, donde prometió ser un hombre "al servicio" de la gente y "cercano" a la población para "reconstruir el país".
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Giammattei, que partió como favorito según las últimas encuestas antes de los comicios, dijo que de ganar se centrará en combatir la corrupción, la violencia y el desempleo.
Este hombre de 63 años, que lleva la tercera parte de su vida buscando un cargo de elección popular sin éxito, acaricia la victoria después de tres campañas fallidas. Y esta, en la que aparece según algunas encuestas como triunfante, es la primera en la que presenta un proyecto político propio: el partido de centroderecha Vamos.
En el mundo de la política comenzó sus incursiones como coordinador general de los procesos electorales del Tribunal Supremo Electoral en 1985, 1988 y 1990, pero no fue hasta 1999 cuando se postuló por primera vez como candidato: a alcalde de la capital por el partido Unidad Nacionalista. No lo logró y repitió en 2003 con Democracia Cristiana Guatemalteca.
Esta es la sexta vez que busca un cargo público, la cuarta que pelea por la Presidencia. Ahí lo respaldaron partidos como Gana, Casa, Fuerza y ahora Vamos, que a pesar de ser una formación reciente tiene una gran presencia territorial, en los 22 departamentos del país y en casi la mitad de los municipios.
Giammattei, descrito por sus personas cercanas como tenaz, fuerte e impredecible, nació el 9 de marzo de 1956 y estuvo casado con Rosana Cáceres, con quien tuvo tres hijos. Su vida parece la de una persona obsesionada con el poder, pero él lo niega y tal y como aseguró a Efe es su deseo de "servir" al país.
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Ese afán y lucha es lo que le ha llevado a sobrevivir a una enfermedad, esclerosis, que, según él mismo cuenta, lo tenía sentenciado a muerte desde hace años. Pero aún así se graduó de Médico y Cirujano de la Universidad de San Carlos de Guatemala, la única pública del país.
Giammattei ha ocupado varios cargos públicos y privados. Entre 1982-1986 fue consultor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y después formó parte del Cuerpo de Bomberos Municipales de Guatemala y director de Transportes Públicos Urbanos de la Municipalidad.
La jornada electoral de este domingo transcurrió sin incidentes graves, a diferencia de la primera vuelta, aunque la participación se prevé escasa.
Las autoridades del Tribunal Supremo Electoral reconocieron que, tal y como es habitual en una segunda vuelta presidencial en el país centroamericano, la participación es baja y por eso hicieron múltiples llamadas durante toda la jornada a acudir a las 21.099 mesas de votación.
Más de ocho millones de guatemaltecos, incluidos algunos de los migrantes radicados en Estados Unidos, estaban convocados a elegir a la exprimera dama Sandra Torres, de la socialdemócrata Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) o al exdirector del Sistema Penitenciario Alejandro Giammattei, del centroderechista Vamos, como su futuro presidente.
Además de las elecciones presidenciales, este domingo se repitieron los comicios municipales en los municipios en los que se registraron disturbio el pasado 16 de junio, en las elecciones general.
Estos fueron Itzapa, del sureño departamento de Escuintla; Tajumulco y Esquipulas Palo Gordo, del occidental San Marcos; San Antonio Ilotenango, en el noroccidental Quiché; y en San Jorge, del oriental Zacapa.
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En estos lugares, pese a que no fueron contabilizados los votos de la jornada del 16 de junio, el 11 de agosto solo contaron con la papeleta presidencial de los dos candidatos que optan a la primera magistratura del país y que, según dieron a conocer este domingo, se vieron ganadores hasta el último momento.
Casi doce horas en las que todo transcurrió con normalidad y sin mayores incidentes, según confirmó el jefe de la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Guillermo Solís, quien adelantó que los altercados registrados se resolvieron sin mayor complicación.
Por su parte, la Procuraduría de los Derechos Humanos, que también desplegó personal por centros de votación en todo el país, indicó en un informe preliminar que habían recibido denuncias de transporte de personas a cambio de votos en San Jorge (Zacapa), amenazas en Colomba (Quetzaltenango), boletas con problemas de impresión o cierre de centros de votación.
En total, la institución del magistrado de conciencia, que desplegó 458 personas por todo el territorio nacional y tuvo presencia en 252 municipios para supervisar 719 centros de votación, recibió 18 incidentes en este seguimiento preliminar, en el que también destacó las condiciones de los policías, que no tenían alimentos ni donde dormir.
Guatemala, que forma parte del Triángulo Norte de Centroamérica junto a El Salvador y Honduras -una de la zonas más violentas del mundo por la presencia de las pandillas y de los grupos del crimen organizado-, es el país de América Latina con más desnutrición crónica: 1 de cada 2 niños menores de 5 años la padecen.
Esto, aunado a la desigualdad, la falta de oportunidades, la migración irregular a Estados Unidos y la pobreza, condición en la que vive más del 70 por ciento de la población, son algunos de los principales problemas que el electorado espera que solucione el futuro mandatario.