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Para los gobernadores de Kentucky y Tennessee, estados en los que se han presentado dos de los más recientes tiroteos masivos en Estados Unidos, la violencia con armas es ahora un asunto mucho más personal.
Entre las víctimas del tiroteo que se registró el lunes en Louisville, Kentucky, se encontraba Tommy Elliott, uno de los amigos más cercanos del gobernador del estado, Andy Beshear.
“Tommy Elliott ayudó a construir mi carrera como abogado, me ayudó a convertirme en gobernador, y me dio consejos sobre cómo ser un buen padre. Es una de las personas con las que más hablo en el mundo”, dijo Beshear, “no pudo lograrlo”, agregó.
Un hecho similar ocurrió hace dos semanas en Nashville, Tennessee, en donde un tiroteo acabó con la vida de Cindy Peak, amiga íntima de la esposa del gobernador del estado, Bill Lee.
“Se suponía que Cindy vendría a cenar con María (esposa del gobernador) anoche después de que ayer se convirtió en maestra sustituta en la escuela de Covenant”, confesó Lee en un discurso.
Debido a la cercanía de las víctimas con los dos gobernadores, estos casos han despertado la curiosidad del público sobre cuál es la posición de Beshear y Lee respecto a las armas, y si esto podría cambiarla.
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En primer lugar, tenemos a Beshear, un gobernador demócrata en un estado ampliamente republicano que siempre ha mostrado su interés por fortalecer los controles sobre las armas. Sin embargo, su margen de maniobra es muy reducido, pues la legislatura estatal está en evidente control de los republicanos.
En el Senado de Kentucky, los republicanos tienen una mayoría de 38 a 7, mientras que en la Cámara cuentan con 80 de los 100 escaños disponibles. Con estos números, resulta imposible que Beshear pueda impulsar un cambio frente al porte de armas.
De hecho, esta mayoría aplastante de republicanos fue la que condujo recientemente a que el estado de Kentucky aflojara las restricciones sobre las armas, pocos días antes del tiroteo en Louisville. Y aunque el gobernador Beshear tiene poder de veto, este resulta inútil frente a la mayoría conservadora en el poder judicial.
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Del otro lado está el caso del gobernador Lee: si bien no tiene declaraciones a favor o en contra del control de armas, sus acciones hablan por él. Tras el tiroteo en la escuela de Nashville, en el que murió la amiga de su esposa, el político evitó a toda costa mencionar el control de armas en sus condolencias a las víctimas.
Además, contrario a Beshear, ha dejado pasar leyes que hacen más flexible el porte de armas en su estado, sin aplicar ningún tipo de veto. En algunos casos, incluso las ha alentado.
Al igual que Kentucky, Tennesse cuenta con un escenario adverso para las políticas que reclaman mayor control de armas: los republicanos tienen una amplia en la mayoría tanto en la Cámara (75 contra 22 demócratas) como en el Senado (27 contra 6).
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