Un verdadero escándalo ha estallado en Argentina luego de que un informe de la fiscalía revelara la existencia de cientos de informes de inteligencia que darían cuenta de una “megamaniobra de espionaje” (como lo ha catalogado la prensa de ese país) sobre miles de “objetivos”, entre los que se encuentran políticos, jueces, periodistas, sindicalistas y empresarios.
Entre los objetivos del espionaje, que todavía no se pueden cuantificar (pues apenas se han revisado dos de al menos 19 dispositivos electrónicos por allanar), se encuentran figuras como el hoy presidente Alberto Fernández y los candidatos presidenciales Sergio Massa y Javier Milei.
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En el centro de esta historia está, por un lado, el fiscal Gerardo Pollicita, quien ha firmado el dictamen de la investigación. Por otro, se encuentra Ariel Zanchetta, un policía retirado, de 57 años, cuya detención (ocurrida en junio pasado en el marco de un proceso por espionaje a jueces) “fue la pista que permitió descubrir una megamaniobra de espionaje con 1196 informes de inteligencia sobre miles de objetivos, incluidos, el presidente Alberto Fernández, los candidatos a presidentes Sergio Massa y Javier Milei”, entre otros, como escribió Hernán Cappiello para La Nación.
Zanchetta es central, pues el informe de Pollicita se basa precisamente en los datos encontrados en el computador y el celular del expolicía, en un allanamiento informático llevado a cabo por la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (Dajudeco). Dicha información probaría que Zanchetta trabajó para un grupo de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) “con gente que respondían a Fernando Pocino, exdirector de Reunión de Información de la AFI, y al exjefe del Ejército César Milani. Ambos supuestamente integraban el ala kirchnerista de la AFI, enfrentados al otrora jefe operativo de la ex-SIDE [Secretaría de Inteligencia] Antonio “Jaime” Stiuso, quien fue desplazado por Cristina Kirchner en 2013″, explica el periodista La Nación.
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De acuerdo con el fiscal, al menos desde comienzos de 2016 y hasta su detención el 26 de junio de 2023, Zanchetta “se habría dedicado en forma constante y permanente a la realización de actividades de inteligencia ilegal”.
A Zanchetta se lo vincula con dos figuras duras en el kirchnerismo: Rodolfo Tailhade y Fabián “Conu” Rodríguez. “En el informe de la Dajudeco incorporado a la causa aparecen diálogos entre el policía retirado y ellos dos”, explicó Paz Rodríguez, del mismo medio. En dichas conversaciones, a Zanchetta se le pedía, por ejemplo, información sobre personajes puntuales, como de Victoria Tolosa Paz, cuando se hizo público que iba a ser ministra de Alberto Fernández; asimismo, se le “agradecía” por información recibida, mientras que el expolicía “ofrecía” materiales como chats de jueces.
De acuerdo con información de La Nación, entre los datos objeto del espionaje hay datos de trabajo, ingresos, nombres de sus familiares, y otros que incluían seguimientos, datos de informantes y cámaras ocultas. “La lista de los políticos que fueron objeto de las investigaciones incluye a Alberto Fernández, Massa, Milei, Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta...”, entre decenas de otras personas.
“Estamos frente a un acto institucional grave”, dijo Milei consultado por la prensa sobre el caso del espionaje.
El calibre del escándalo empieza a escalar con revelaciones como que entre los documentos del agente Zanchetta había información sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman.
“Asimismo los nombres de los espías a los que supuestamente reportaba Zanchetta en la AFI coinciden con los que fueron interrogados por el fiscal Eduardo Taiano, que investiga la muerte de Nisman, como los protagonistas de inusuales llamadas telefónicas realizadas el fin de semana en que se produjo la muerte del fiscal”, Hernán Cappiello.
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“Según dijeron a LA NACION fuentes judiciales, en la computadora Toshiba secuestrada a Zanchetta se encontraron 12 páginas con evidencias sobre la causa en la que se investiga la muerte del exfiscal de la AMIA Nisman, que apareció con un tiro en la cabeza el 18 de enero de 2015 en su departamento de Puerto Madero. La Justicia estableció que se trató de un asesinato, que es investigado por el juez Julián Ercolini y el fiscal Taiano”, recuerda el periodista.
Según el medio argentino, en el computador de Zanchetta se encontró un chat de Telegram con una cuenta identificada como “Deleted Account”, en el que ese usuario le pide que revise unas “fichas”. Una de ellas se refiere a la exfiscal Viviana Fein, que investigó el hallazgo del cuerpo del fiscal. Fuentes del kirchnerismo negaron a La Nación que hubiera habido una instrucción para hacer espionaje sobre Fein.
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