Argentina: la pelea por los votos (sin rumbo fijo) de Patricia Bullrich
La candidata de Juntos por el Cambio obtuvo el 23,8 % de la votación en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. El porcentaje, que no fue suficiente para que pasara a segunda vuelta, sí será determinante para Sergio Massa y Javier Milei en su carrera hacia la presidencia.
María José Barrios Figueroa
La primera vuelta en Argentina sacó a Patricia Bullrich de la contienda. Con 23,8 % de los votos, la candidata de Juntos por el Cambio aceptó la derrota. Aunque no fueron suficientes para impulsar a la segunda vuelta, sí definirán al próximo presidente. Cualquiera de los dos candidatos que pueda asegurar los votos de la centroderecha argentina tendrá las llaves de la Casa Rosada.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
La primera vuelta en Argentina sacó a Patricia Bullrich de la contienda. Con 23,8 % de los votos, la candidata de Juntos por el Cambio aceptó la derrota. Aunque no fueron suficientes para impulsar a la segunda vuelta, sí definirán al próximo presidente. Cualquiera de los dos candidatos que pueda asegurar los votos de la centroderecha argentina tendrá las llaves de la Casa Rosada.
📝 Sugerimos: Sergio Massa: cómo el ministro de Economía con inflación de 140% fue el más votado
El próximo 19 de noviembre, Sergio Massa, el candidato de Unión por la Patria, y Javier Milei, de La Libertad Avanza, se enfrentarán en las urnas. El ministro de Economía del kirchnerismo sorprendió en la primera vuelta al obtener el 35,9 % de los votos, superando a Milei, con un 30,09 %. En el contexto de deterioro económico en el que se encuentra actualmente Argentina, los dos candidatos tendrán que pelearse por los votos de Bullrich, que se ha negado a demostrar su apoyo a un candidato. Aunque un componente antikirchnerista acerca a sus votantes más a la ultraderecha de Milei, algunos más moderados temen el ascenso de este al poder.
Hacer predicciones sobre el candidato que respaldará Bullrich todavía es complicado. Para Matías Franchini, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, Juntos por el Cambio, la coalición política con la que Bullrich se presentó a las elecciones, tuvo una derrota inesperada en la primera vuelta y ahora está ocurriendo una negociación para determinar una posición. El partido Propuesta Republicana (PRO), del expresidente Mauricio Macri, sigue analizando sus opciones, aunque el espacio de maniobra es reducido y, para Franchini, está en riesgo de fragmentarse.
“Es difícil predecir qué va a pasar. El partido está en shock, no esperaban una derrota de este tamaño. Desde 2021 pensaban que iban a ser presidentes fácilmente por la detracción del peronismo”, explica Franchini.
Gabriel Vommaro, profesor de sociología política en la Universidad Nacional de San Martín e investigador de Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas en Argentina, concuerda en que el panorama todavía no es claro. Las discusiones sobre los apoyos ya están ocurriendo entre el PRO, la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica-ARI y Encuentro Republicano Federal, los partidos que conforman Juntos por el Cambio, que están “fragmentados en unas coordenadas esperables”.
📌Le puede interesar: La utopía libertaria de Milei se chocó con el repunte de Massa
“El sector más duro, sobre todo Macri, está intentando inclinar la balanza a favor de dar un apoyo abierto a la figura de Milei. Los sectores más moderados, sobre todo el partido Radical y el sector larretista del PRO, están entre la prescindencia entre no tomar partido y dar un apoyo distante, crítico, a la opción de Massa. Me parece que esa tensión se va a mantener en toda la campaña. No me queda tan claro todavía cuál va a ser la estrategia de los líderes la coalición”, indica Vommaro.
Con las diferencias internas, ese sector más radical del PRO podría definir la votación de las presidenciales. Vommaro destaca que, para Macri, la elección del candidato para respaldar no está necesariamente basada en el sentimiento antikirchnerista, sino también en una decisión sobre lo que más pesa: si mantener la coalición o si volver al gobierno de la mano de Milei.
Con un panorama aún sin descifrar, tanto Milei como Massa deberán usar su arsenal para asegurarse los votos que los llevarán a la presidencia. Para ninguno será fácil. El radicalismo de Milei, criticando a los dos lados por igual, lo ha llevado hasta donde está ahora y generar alianzas podría costarle. Para Massa, el antikirchnerismo le pasaría factura, por lo que tendría que distanciarse aún más de las políticas del gobierno actual. Llegar a la segunda vuelta implica que los candidatos “se van hacia el centro para capturar la mayor cantidad de votos”, de acuerdo con Franchini. Ni Massa ni Milei han perdido tiempo en hacerlo.
El ultraderechista ya invitó a Bullrich a formar parte de su gobierno. Milei afirmó que estaría “encantado de que Patricia Bullrich sea ministra de Seguridad”, pues “cuando estuvo en la función lo hizo bien”. Con un tono más conciliador del que lo caracterizó en la campaña previa a las elecciones, está buscando alianzas con la derecha, su aliado natural, que en algunos casos también lo apoyó. Ahora, el candidato adoptó una actitud tabula rasa.
“Con Macri entendemos el riesgo de la continuidad del kirchnerismo en alguien tan hábil y perverso como Sergio Massa”, dijo en una entrevista para el medio argentino La Nación.
Apoyándose del fuerte sentimiento antikirchnerista presente en Argentina tras el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, Milei planea amasar el voto castigo que no llegaría a Massa. Pero eso viene con su propio costo, según Franchini, pues “tiene el problema de que su discurso siempre ha sido muy radical, por lo que una aproximación a otras fuerzas políticas le puede costar”. De igual forma, el candidato tuvo una derrota en las primarias, a las que llegó seguro de que obtendría la mayor cantidad de votos, pero se enfrentó a un peronismo que lo superó por más de cinco puntos porcentuales.
Massa, por su parte, ha implementado una estrategia que logre separarlo del gobierno de Fernández. Alejándose del kirchnerismo más radical, buscando apoyos en el centro y conversaciones con el partido Unión Cívica Radical, socio del PRO, el candidato podría lograr que el electorado lo vea con ojos diferentes y poder mantenerse como el favorito.
📰 También recomendamos: El fenómeno de Javier Milei, ¿cómo hizo para que le diéramos clic?
“La estrategia inteligente de Massa es decir que no es kirchnerista, decir que es un peronismo más clásico, más moderado, llamando a un acuerdo nacional, que es un negociador. O sea, todo lo que no es Cristina Fernández”, comenta el profesor Franchini. “Lo demás es una estrategia de acercamiento al centro, de abandono de las posiciones más radicales de kirchnerismo y aproximarse a una agenda económica más liberal. Ya hizo anuncios de reducción del gasto público en el 2024 en caso de ser presidente”.
Las posibilidades serían más claras para Massa, de acuerdo con Franchini. El candidato logró agrupar la votación en Buenos Aires, que además de ser el distrito que, por una amplia diferencia, tiene la mayor cantidad de electores, también cuenta con un historial de votación peronista. A esto se añade, según los analistas, que el discurso de Massa en esta segunda vuelta es más coherente que el de Milei, que ha decidido desligarse de su figura más radical.
“El camino que le queda a Massa para recorrer es más una continuidad que una ruptura con lo que pasó en la campaña después de las primarias. En cambio, Milei empezó un camino más de ruptura con su estrategia discursiva. Yo no diría de moderación, pero algo de eso hay. Sobre todo, de cambiar el foco de su agresividad, el foco de su discurso más virulento, que ya no es la casta política, el establishment político, sino es el kirchnerismo, un poco copiando el discurso de Patricia Bullrich en la primera vuelta”, dice Vommaro.
En menos de un mes se definirá quién será el próximo presidente. Massa y Milei tendrán que jugar sus cartas para alejarse del radicalismo y llegar al centro como figuras moderadas. Sin embargo, las luchas internas dentro de Juntos por el Cambio todavía no dejan un respaldo claro, que determinará el futuro de Argentina.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.