Argentina: quién es Lázaro Báez, pieza clave en la condena a Cristina Fernández
El empresario, que cumple una condena de seis años por lavado de dinero, sirvió a los magistrados para fallar en contra de la vicepresidenta.
Cristina Fernández Kirchner fue condenada el martes a seis años de prisión y a inhabilidad vitalicia para ejercer cargos públicos. La decisión se tomó por el Tribunal Oral Federal No. 2 al determinar que la hoy vicepresidenta de Argentina cometió “fraude al Estado” y llevó a cabo concesión irregular de obras y fondos públicos.
Los argumentos que respaldan la decisión de los jueces para dictar prisión a Cristina Fernández se fundamentan en una persona clave: Lázaro Antonio Báez.
Amigo íntimo de los Kirchner desde comienzos de siglo, fue fundador de Austral Construcciones, empresa que licitó 51 contratos viales con el Estado. Y responsable de pagar “al menos 40 millones de pesos (argentinos) a los Kirchner en concepto de alquileres”, según anuncia el diario argentino El Clarín. Báez es una de las piezas del rompecabezas que los magistrados Gorini, Uriburu y Basso utilizaron en el fallo final contra la que fue presidenta de Argentina entre 2007 y 2015.
Le puede interesar: Cristina Kirchner fue condenada a seis años de prisión en Argentina, ¿qué sigue?
¿Quién es Lázaro Báez?
Lázaro Antonio Báez es un extrabajador del Banco de Santa Cruz desde la década de los 90. A comienzos de siglo se acercó a Néstor Kirchner, cuando éste comenzó su campaña para lanzarse a gobernador de Santa Cruz.
En 2003, Báez constituyó Austral Construcciones. Una empresa que años después contrataría 53 obras públicas con el Estado y serviría en todo el entramado de “administración fraudulenta de fondos públicos” que hoy se le acusan a Fernández de Kirchner y a 12 personas más. Entre esos el propio Báez y otros funcionarios como José López, exsecretario de Obras Públicas.
Según reporta el diario La Nación, Báez fue “uno de los empresarios más exitosos durante la gestión kirchnerista”. Esto, debido a que pasó de ser un empleado bancario, y durante la gestión ejecutiva tanto de Cristina Fernández como de Néstor Kirchner, se convirtió en un “contratista estatal multimillonario”.
Tal fue la riqueza que acumuló Báez durante el período de los Kirchner, que el diario La Nación documentó que el empresario llegó a poseer casi el 10% de las tierras en la provincia de Santa Cruz. Este territorio era tan grande como la totalidad del área de la ciudad de Itagüí, por ejemplo.
Además de “ser dueño de un patrimonio que incluía propiedades, autos, aviones y dinero depositado” en cuentas de Suiza, Panamá, Belice, Uruguay, España y las Bahamas, según informó el diario.
Los engranajes de la condena
En la deliberación de las pruebas, el Tribunal Oral Federal contempló que la relación entre los Kirchner y Lázaro Báez era objeto de análisis. En primer lugar, por los negocios que Cristina Fernández tenía con el contratista. En segundo, por las sumas y negocios que entre Néstor Kirchner, Báez y Cristina Fernández se repartían.
Incluso Diego Luciani, uno de los fiscales encargados de la acusación, pronunció que “Lázaro Báez era Néstor y Cristina Kirchner”, al intentar señalar que los tres pertenecían al pequeño círculo en el cual se repartían contratos y obras viales.
Una de las consideraciones que se tuvieron en el fallo del Tribunal consistió en analizar la relevancia de la empresa Austral Construcción, creada por Báez, en los contratos de Santa Cruz. Según reportó el diario La Nación, la empresa fue constituida con 3000 pesos (argentinos), pero durante los “gobiernos kirchneristas”, la firma “creció y se convirtió en un imperio económico que se quedó con el 82 % de la obra pública licitada” en la provincia.
Léase también: Condena a Cristina Fernández: con su partido roto y su candidatura en duda
Esta misma empresa, “ganó el 12 % de los contratos licitados por el Ministerio de Planificación […] y recibió, en cinco años, 4000 millones de pesos en contratos del Estado y 1200 millones en contratos de Santa Cruz”, de acuerdo con La Nación.
Las obras que le eran adjudicadas a la empresa de Báez tenían irregularidades en materia de contratación y presupuestos. Ante esto, los jueces que condenaron a Cristina Fernández mencionaron que esto se dio por medio de “vínculos promiscuos y corruptos” y también de “lazos que fueron determinantes para la concreción de una defraudación”, todo ello encaminado a favorecer a Fernández y al contratista.
Finalmente, los magistrados del Tribunal Oral Federal dieron más especificaciones sobre los vínculos entre Báez y la expresidenta. En las resoluciones finales, manifestaron que se comprueba un “interés manifiesto sobre el plan criminal de la por entonces Presidenta de la Nación […] evidenciando a través de su participación […] vínculos contractuales y comerciales con Lázaro Antonio Báez”.
Cabe mencionar que, aunque ya se conocen las causas que sustentan la decisión del Tribunal, los fundamentos jurídicos no estarán disponibles hasta marzo de 2023.
A pesar de la larga duración del juicio, el resultado final fue una opinión dividida en Argentina. Por ejemplo, la decisión fue rechazada contundentemente por todo el círculo político y seguidores kirchneristas. Alberto Fernández, actual presidente de Argentina, expresó su inconformidad en redes sociales catalogando los jueces “complacientes”, días después de que se filtrara información sobre un supuesto viaje organizado por el Grupo Clarín en el que habrían participado togados involucrados en la causa contra Cristina Fernández, así como funcionarios y empresarios.
Más sobre esto: Alberto Fernández y otros presidentes se “solidarizan” con Cristina Fernández
Una nueva condena a Lázaro
Báez fue capturado en 2016 luego de que se le acusara de desfalcos en contrataciones públicas. Sebastián Casanello, el juez de aquel entonces, ordenó su búsqueda y detención al evidenciar que Báez había lavado dinero por una suma cercana a los 55 millones de dólares. El contratista fue apresado apenas aterrizó de su avión privado en San Francisco, provincia de Córdoba, Argentina.
Le recomendamos: “No seré candidata a la Presidencia en 2023″: Cristina Fernández tras condena
Con su detención, las cuentas de Báez en más de cinco países fueron congeladas. También fueron apresados sus cuatro hijos, ya que todos figuraban como beneficiarios de las cuentas que tenía el íntimo amigo de los Kirchner en el exterior.
En febrero de 2021, Báez fue condenado a 12 años de prisión por estos delitos de lavado de dinero. Actualmente se encuentra en cárcel domiciliaria.
Con el fallo del Tribunal Oral Federal de este martes, Báez recibió una nueva condena por seis años al haberlo encontrado culpable en el delito de “administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública”.
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Cristina Fernández Kirchner fue condenada el martes a seis años de prisión y a inhabilidad vitalicia para ejercer cargos públicos. La decisión se tomó por el Tribunal Oral Federal No. 2 al determinar que la hoy vicepresidenta de Argentina cometió “fraude al Estado” y llevó a cabo concesión irregular de obras y fondos públicos.
Los argumentos que respaldan la decisión de los jueces para dictar prisión a Cristina Fernández se fundamentan en una persona clave: Lázaro Antonio Báez.
Amigo íntimo de los Kirchner desde comienzos de siglo, fue fundador de Austral Construcciones, empresa que licitó 51 contratos viales con el Estado. Y responsable de pagar “al menos 40 millones de pesos (argentinos) a los Kirchner en concepto de alquileres”, según anuncia el diario argentino El Clarín. Báez es una de las piezas del rompecabezas que los magistrados Gorini, Uriburu y Basso utilizaron en el fallo final contra la que fue presidenta de Argentina entre 2007 y 2015.
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¿Quién es Lázaro Báez?
Lázaro Antonio Báez es un extrabajador del Banco de Santa Cruz desde la década de los 90. A comienzos de siglo se acercó a Néstor Kirchner, cuando éste comenzó su campaña para lanzarse a gobernador de Santa Cruz.
En 2003, Báez constituyó Austral Construcciones. Una empresa que años después contrataría 53 obras públicas con el Estado y serviría en todo el entramado de “administración fraudulenta de fondos públicos” que hoy se le acusan a Fernández de Kirchner y a 12 personas más. Entre esos el propio Báez y otros funcionarios como José López, exsecretario de Obras Públicas.
Según reporta el diario La Nación, Báez fue “uno de los empresarios más exitosos durante la gestión kirchnerista”. Esto, debido a que pasó de ser un empleado bancario, y durante la gestión ejecutiva tanto de Cristina Fernández como de Néstor Kirchner, se convirtió en un “contratista estatal multimillonario”.
Tal fue la riqueza que acumuló Báez durante el período de los Kirchner, que el diario La Nación documentó que el empresario llegó a poseer casi el 10% de las tierras en la provincia de Santa Cruz. Este territorio era tan grande como la totalidad del área de la ciudad de Itagüí, por ejemplo.
Además de “ser dueño de un patrimonio que incluía propiedades, autos, aviones y dinero depositado” en cuentas de Suiza, Panamá, Belice, Uruguay, España y las Bahamas, según informó el diario.
Los engranajes de la condena
En la deliberación de las pruebas, el Tribunal Oral Federal contempló que la relación entre los Kirchner y Lázaro Báez era objeto de análisis. En primer lugar, por los negocios que Cristina Fernández tenía con el contratista. En segundo, por las sumas y negocios que entre Néstor Kirchner, Báez y Cristina Fernández se repartían.
Incluso Diego Luciani, uno de los fiscales encargados de la acusación, pronunció que “Lázaro Báez era Néstor y Cristina Kirchner”, al intentar señalar que los tres pertenecían al pequeño círculo en el cual se repartían contratos y obras viales.
Una de las consideraciones que se tuvieron en el fallo del Tribunal consistió en analizar la relevancia de la empresa Austral Construcción, creada por Báez, en los contratos de Santa Cruz. Según reportó el diario La Nación, la empresa fue constituida con 3000 pesos (argentinos), pero durante los “gobiernos kirchneristas”, la firma “creció y se convirtió en un imperio económico que se quedó con el 82 % de la obra pública licitada” en la provincia.
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Esta misma empresa, “ganó el 12 % de los contratos licitados por el Ministerio de Planificación […] y recibió, en cinco años, 4000 millones de pesos en contratos del Estado y 1200 millones en contratos de Santa Cruz”, de acuerdo con La Nación.
Las obras que le eran adjudicadas a la empresa de Báez tenían irregularidades en materia de contratación y presupuestos. Ante esto, los jueces que condenaron a Cristina Fernández mencionaron que esto se dio por medio de “vínculos promiscuos y corruptos” y también de “lazos que fueron determinantes para la concreción de una defraudación”, todo ello encaminado a favorecer a Fernández y al contratista.
Finalmente, los magistrados del Tribunal Oral Federal dieron más especificaciones sobre los vínculos entre Báez y la expresidenta. En las resoluciones finales, manifestaron que se comprueba un “interés manifiesto sobre el plan criminal de la por entonces Presidenta de la Nación […] evidenciando a través de su participación […] vínculos contractuales y comerciales con Lázaro Antonio Báez”.
Cabe mencionar que, aunque ya se conocen las causas que sustentan la decisión del Tribunal, los fundamentos jurídicos no estarán disponibles hasta marzo de 2023.
A pesar de la larga duración del juicio, el resultado final fue una opinión dividida en Argentina. Por ejemplo, la decisión fue rechazada contundentemente por todo el círculo político y seguidores kirchneristas. Alberto Fernández, actual presidente de Argentina, expresó su inconformidad en redes sociales catalogando los jueces “complacientes”, días después de que se filtrara información sobre un supuesto viaje organizado por el Grupo Clarín en el que habrían participado togados involucrados en la causa contra Cristina Fernández, así como funcionarios y empresarios.
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Una nueva condena a Lázaro
Báez fue capturado en 2016 luego de que se le acusara de desfalcos en contrataciones públicas. Sebastián Casanello, el juez de aquel entonces, ordenó su búsqueda y detención al evidenciar que Báez había lavado dinero por una suma cercana a los 55 millones de dólares. El contratista fue apresado apenas aterrizó de su avión privado en San Francisco, provincia de Córdoba, Argentina.
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Con su detención, las cuentas de Báez en más de cinco países fueron congeladas. También fueron apresados sus cuatro hijos, ya que todos figuraban como beneficiarios de las cuentas que tenía el íntimo amigo de los Kirchner en el exterior.
En febrero de 2021, Báez fue condenado a 12 años de prisión por estos delitos de lavado de dinero. Actualmente se encuentra en cárcel domiciliaria.
Con el fallo del Tribunal Oral Federal de este martes, Báez recibió una nueva condena por seis años al haberlo encontrado culpable en el delito de “administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública”.
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