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Después de casi un año en el que no se pusieron de acuerdo en casi nada, y a pocos días de que Nicolás Maduro formalice su nuevo mandato hasta 2025, la oposición venezolana intenta recuperar la iniciativa y parece haber llegado por fin a un acuerdo para crear un programa con el que busca “rescatar a Venezuela” en un hipotético escenario de cambio de gobierno.
Denominado 'Plan País, el Día Después', se trata de un programa construido por líderes opositores y dirigentes gremiales que contiene, según sus creadores, una hoja de ruta “clara y viable” para salir de la crisis económica en la que está inmersa Venezuela. Una crisis que ha provocado una inflación que se acerca al 1’000.000 %, según el Fondo Monetario Internacional, y que ha obligado a cerca de un millón y medio de venezolanos a dejar su país.
“Soñamos con recuperar nuestra patria para reconstruir el país. Ahora tenemos una visión compartida de cómo rescatar Venezuela una vez rescatada la libertad”, afirmó Gerardo Blyde, exalcalde del municipio de Baruta y miembro del Frente Amplio por la Venezuela Libre, coalición que agrupa a diferentes críticos del gobierno de Nicolás Maduro y que ha sido clave en la impulsión del documento.
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Blyde destacó que el programa cuenta con el respaldo de todos los sectores políticos representados en la Asamblea Nacional, entre ellos partidos opositores como Primero Justicia (PJ) y Voluntad Popular (VP). Incluso el líder de VP, el preso político Leopoldo López, participó de lleno en la redacción del capítulo petrolero.
De acuerdo con Alejandro Grisanti, economista venezolano y uno de los cerebros de la propuesta, el Plan País se compone de dos fases. La primera de ellas se divide en tres etapas que deben arrancar a la vez: una de “emergencia humanitaria”, que contempla el suministro inmediato de alimentos y medicinas, una segunda de “estabilización económica”, y una tercera de “reformas estructurales” para atraer inversionistas.
“Se busca una recuperación rápida, no en 20 años. Venezuela necesita una respuesta inmediata: poner alimentos y comida en la mesa de los venezolanos. Por eso este plan contiene financiamiento internacional extraordinario. Además, con el petróleo tenemos la oportunidad de una recuperación rápida”, explicó el diputado opositor Ángel Alvarado.
Entre el medio centenar de propuestas que componen el plan se destacan las de eliminar el control cambiario y así dar libertad para transar moneda extranjera, la reformulación de las políticas sociales para eliminar prácticas “clientelares y de control social”, el restablecimiento de las funciones del Banco Central de Venezuela “para el ejercicio de sus competencias en materia de política monetaria”, la restitución de los poderes constitucionales al Parlamento venezolano y la creación de la Oficina Nacional de Recuperación de Activos, con la que buscan captar los miles y miles de millones que dirigentes de la Revolución Bolivariana tienen repartidos en bancos de Estados Unidos, Andorra o Suiza y en paraísos fiscales.
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Petróleo: clave en la transición
Mientras la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) advirtió la semana pasada que la producción de crudo sigue cayendo en Venezuela y se ubica en 1,137 millones de barriles diarios (mínimos históricos) los opositores aseguran ser capaces de aumentar la producción en 400.000 barriles diarios en el primer año de ejecución del Plan País.El economista José Toro Hardy, encargado de presentar la propuesta, estimó que para recuperar la producción petrolera hasta los 3 millones de barriles diarios se necesita invertir entre US$25.000 millones y US$30.000 millones al año en los siguientes siete años. Además plantean una profunda reestructuración de PDVSA, conservando su condición de empresa estatal pero capaz de atraer inversión extranjera.
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El parlamentario José Guerra, antiguo funcionario del Banco Central, adelantó que el financiamiento internacional es imprescindible para luchar contra la hiperinflación y financiar la asistencia alimentaria y de medicinas que se plantea en la primera fase.
“La plata también va a salir del petróleo, porque se va a recuperar la producción, y del crecimiento de la economía, ya que más actividad económica supone más impuestos”, anticipó Guerra.
De acuerdo con los creadores del plan, en enero de 2019 se presentará la segunda fase, que contemplará temas como seguridad y soberanía territorial, abastecimiento y seguridad alimentaria, servicios públicos y justicia, instituciones y democracia.