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Este lunes comienza a regir en Venezuela un sistema de pico y placa para comprar gasolina; una de las desesperadas medidas del gobierno de Nicolás Maduro para paliar la terrible escasez de combustibles en el país. Durante semanas varias estaciones estuvieron cerradas por falta de suministro y las protestas se extendieron por todo el país. La llegada de un buque iraní cargado con gasolina aliviará la situación, pero solo por unos días, pues la crisis energética es muy grave.
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¿Qué le pasó al país con las reservas más grandes de petróleo de América Latina? Francisco Monaldi, director del programa de energía de América Latina y profesor de economía energética del Instituto Baker, explica cómo fue la destrucción de la industria más próspera de Venezuela.
¿Cómo entender que Venezuela, un país con grandes reservas de crudo, no tenga gasolina para su gente?
Es una larga historia de dos décadas atrás. La industria petrolera venezolana venía en declive, principalmente la compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), pero la huelga petrolera de 2002 aceleró todo. Entonces Hugo Chávez despidió a casi todo el personal técnico y gerencial, pero los efectos no se sintieron en ese momento, porque el precio del crudo se disparó en esa época (2003-2014). Así contrataron empresas internacionales de servicios para suplir buena parte de las deficiencias, se crearon muchas empresas en asociación con industrias extranjeras que suplieron la producción de PDVSA, que ya venía cayendo; todo eso permitió que el país regalara la gasolina durante años y no hubiera problema de abastecimiento.
¿Qué le pasó al sistema de refinerías venezolano, que era de reconocida categoría?
Cuando llegó Hugo Chávez al poder, Venezuela era un exportador importante de productos refinados. Tenía una capacidad para refinar más de un millón de barriles diarios, y en ese momento consumía menos de la mitad de eso. Pero la falta de inversión en las refinerías más el hecho de regalar la gasolina por tanto tiempo generaron las condiciones para que todo se complicara cuando el precio del petróleo cayó y PDVSA entró en una crisis gravísima. Eso pasó justo cuando Nicolás Maduro entró al poder (2013-2014).
¿Cuánto combustible refina hoy Venezuela?
Venezuela hoy refina menos del 10 % de lo que hacía en 2003: menos de 100.000 barriles diarios; pero lo realmente grave es que es incapaz de refinar gasolina, solo lo puede hacer con gasolina de muy bajo octanaje e irregularmente.
Eso pasa desde 2014, ¿por qué hasta ahora hay escasez?
Importaban gasolina, principalmente de EE. UU., pero eso se cierra con las sanciones en el 2019, cuando se prohíbe la exportación de gasolina al país. Cerrado ese mercado, recurren a los rusos y a través de Rosneft, Venezuela intercambia crudo por gasolina, producto que venía de una refinería que tienen los rusos en India, principalmente. Pero EE. UU. sanciona a Rosneft y amenaza a otras empresas que hacían esos intercambios con Venezuela; ahí llega la escasez a los niveles más brutales.
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¿Cuándo recurre a la gasolina de Irán?
En 2019, cuando Maduro importa tres cargamentos de gasolina de Irán; decide, por primera vez, cobrar el combustible al precio internacional en algunas estaciones, y en otras a costo más alto, pero todavía subsidiado, pero ni así logra solucionar el problema.
¿Cuánto pagaba un venezolano por la gasolina antes de la escasez?
Nada, cero; muchas veces en la estación de gasolina le decían a uno, no me pague porque no tengo vueltas, eran cantidades irrisorias. Por un dólar en Venezuela se conseguían alrededor de 300.000 litros. Por eso el negocio del contrabando de gasolina venezolana a Colombia era tan gigantesco.
¿El COVID-19 agudizó esa escasez?
Cuando llegan el coronavirus y la cuarentena se reduce tremendamente el consumo interno de combustibles. Venezuela llegó a consumir 800.000 barriles de productos refinados, hoy no llega a 150.000 barriles, de los cuales son 60.000 o 70.000 de gasolina; pero como está muy racionada, hablamos de 20.000 barriles diarios.
¿La escasez disparó el contrabando?
Por primera vez en décadas, en vez de haber contrabando de gasolina de Venezuela hacia Colombia, es al revés; porque si bien en las estaciones de servicio venezolanas se vende por debajo del precio de Colombia, como no se consigue, los venezolanos están pagando entre US$3 y US$4 por litro; hoy es un negocio traer gasolina desde Colombia y venderla a ese precio.
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Maduro dice que la situación actual es culpa de las sanciones de EE. UU. ¿Qué tan cierto es?
Antes de las sanciones Venezuela ya dependía de las exportaciones de gasolina de Estados Unidos, supuestamente su rival geopolítico, porque las refinerías ya estaban destruidas. La situación en este momento tiene que ver, en parte, con las sanciones: Venezuela solo puede refinar cantidades bajísimas, EE. UU. se lo está haciendo difícil.
¿Y cómo explicar que Irán, otro país sancionado por EE. UU, quizá con mayor dureza, le mande gasolina a Venezuela?
Eso le quita credibilidad al argumento de Maduro. Irán tiene sanciones más severas y aunque había semidestruido su industria petrolera, no despidió masivamente a sus técnicos; ellos importaban la mayoría de su gasolina antes de las sanciones y por esa situación mejoraron sus refinerías y hoy son capaces de producir todo lo que necesitan para su mercado interno.
¿Parte del problema en Venezuela es que se fue todo el talento en el sector petrolero?
Ese es un tema muy serio, con los despidos de 2003, se perdió el talento que había. Chávez invirtió mucho dinero en formar un nuevo grupo que supliera esa gente que se fue. Pero ellos también se fueron a países como México, Colombia, EE. UU., Canadá, etc. Calculo que hay cerca de 20.000 venezolanos trabajando en la industria petrolera internacional. La recuperación de la industria petrolera en Colombia la década pasada tuvo que ver con los venezolanos.
Esta semana se espera la llegada de un nuevo cargamento de gasolina iraní a Venezuela, ¿eso aliviará la situación?
Los primeros envíos que Irán hizo a Venezuela fueron un gran negocio para ellos, porque se les pagó por adelantado en oro; ellos tenían un excedente de combustible por cuenta del COVID-19, pero en este momento ya no es negocio para Irán: le exportaron estos dos cargamentos porque Maduro lo está pagando en oro. No es un favor para Venezuela. Esta semana quizá veamos un reabastecimiento, pero hay protestas brutales,. Esto va a calmar un poco, pero no por mucho tiempo.
¿Veremos una situación más catastrófica?
En este semestre el país va a tener ingresos por petróleo por menos de US$1.000 millones; antes ingresaban US$500.000 millones por semestre; las remesas también han caído, porque los venezolanos que emigraron han perdido su trabajo, por el coronavirus. Es una catástrofe.
¿Cuánto tardará Venezuela en recuperar su industria petrolera?
Hay un plan en el que yo participé, pensado en la PDVSA de Juan Guaidó. En él se plantea que para recuperar la producción se requieren entre siete y diez años y una inversión privada gigantesca, porque el Estado venezolano está quebrado. Estimo, basado en experiencias internacionales, que en cuatro o cinco años se recuperaría la capacidad de refinar para cubrir el mercado interno; claro, con un cambio total en el país.