Una grúa trabaja junto al buque de carga Dali, con secciones derribadas del puente Francis Scott Key, en Baltimore, Maryland, EE. UU., este viernes.
Foto: EFE - MICHAEL REYNOLDS
“Detengan todo el tráfico en el puente Key”.
La orden tajante de un oficial del ajetreado puerto comercial de Baltimore fue uno de los primeros avisos de una catástrofe que, según predicen ahora los expertos, transformará el transporte marítimo en la costa este y cambiará el funcionamiento de barcos y puentes en todo el mundo. Pero después de que el carguero Dalí se quedara sin electricidad a primera hora del martes, hubo muy pocos minutos para actuar.