El gobierno venezolano le declaró la guerra a los migrantes que salieron por la crisis económica, social y política, y que ahora intentan regresar a sus casas por la crisis sanitaria. Un análisis de InSight Crime publicado hoy afirma que la crisis en la frontera entre Colombia y Venezuela es cada vez más aguda, debido a las fuertes políticas de Nicolás Maduro para no dejarlos ingresar al país. Incluso, ha afirmado que se trata de “bioterroristas”.
La organización señaló que por las trochas ilegales todavía hay un flujo activo de personas que cruzan con diferentes mercancías y que son vigilados por actores armados. “En las últimas semanas las autoridades venezolanas han detenido a cerca de 200 personas por cruzar ilegalmente la frontera entre Colombia y Venezuela, en medio de la declarada “guerra a los trocheros”, anunciada por el gobierno de Nicolas Maduro.
En la frontera entre Colombia y Venezuela hay cerca de mil venezolanos esperando regresar de forma legal a través de los puentes y accesos permitidos por las autoridades. Las trochas resultan el único camino rápido pero peligroso, sin mencionar que tiene un alto costo económico.
“La prohibición del paso a los migrantes, y expresamente a todo aquel que viaje con maletas o con niños pequeños, es parte del acuerdo entre las autoridades venezolanas y los grupos criminales para poder operar, según señaló el medio colombiano La Opinión y confirmó una fuente a InSight Crime en el terreno”, señaló la organización.
Y es que las trochas suelen funcionar de noche, cuando es más difícil para las autoridades identificar a las personas. “Un contrabandista que compra mercancías en Cúcuta para revender en Táchira explicó a InSight Crime que las personas solo tienen permitido atravesar las trochas durante la madrugada, para lo que tienen que pagar tarifas que, dependiendo de la mercancía que traen y lugar de paso, pueden ir desde 10.000 hasta 50.000 pesos colombianos (entre US$3 y $14), o incluso más si se pasan vehículos o grandes cantidades de mercancías”.
El problema es difícil de solucionar, pues hay denuncias sobre alianzas entre las bandas criminales que actúan en la zona con los militares venezolanos, que cobrarían una comisión para dejar pasar a las personas por las trochas. Con este cuadro Bernal parece haberse convertido en una pieza clave dentro de los planes del gobierno, en especial con sus rigidas posturas sobre el regreso de los migrantes al país.
“InSight Crime recuerda que “Bernal ha señalado a los migrantes que cruzan ilegalmente como una amenaza y ha dicho que los traficantes de personas serán castigados hasta diez años de cárcel, según el diario El Impulso. Otros funcionarios han llamado a los migrantes que cruzan las trochas como “fascistas”, “golpistas disfrazados” y “armas biológicas”, según Human Right Watch”.