Biden avanza en el deshielo de EE. UU. con Cuba: estos son los pasos que ha dado
Hace 62 años se rompieron las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Ambos países vivieron un breve período de deshielo durante la era Obama, pero las cosas se congelaron de nuevo con Trump; ahora, con Biden, los acercamientos vuelven a tomar rumbo.
A partir de este miércoles, y luego de cinco años, los cubanos yo no tendrán que viajar a Georgetown, en Guyana, para tramitar sus visados de inmigrante para ir a Estados Unidos. El gobierno estadounidense reiniciará las entrevistas para este proceso en su embajada en La Habana, luego de revertir una decisión de la administración de Donald Trump de 2017 con la que empezó su política agresiva hacia la isla.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
A partir de este miércoles, y luego de cinco años, los cubanos yo no tendrán que viajar a Georgetown, en Guyana, para tramitar sus visados de inmigrante para ir a Estados Unidos. El gobierno estadounidense reiniciará las entrevistas para este proceso en su embajada en La Habana, luego de revertir una decisión de la administración de Donald Trump de 2017 con la que empezó su política agresiva hacia la isla.
Como señala la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), esto simboliza un compromiso con un enfoque más responsable de la migración en la región, considerando que el viaje que se vieron empujados a hacer a Guyana los cubanos que buscaban una visa estadounidense les representaba una carga física y monetaria significativa. En promedio, el viaje a Georgetown para completar el proceso de entrevista a recibir la visa implicaba gastar unos US$700 extra solo en vuelos.
También es una medida necesaria para Estados Unidos, que ha visto un gran incremento de migrantes cubanos que intentan cruzar la frontera. Según la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza de EE. UU. (CBP), más de 240.000 cubanos fueron procesados por funcionarios fronterizos en 2022, un aumento de más del 400 % respecto a 2021, y el número seguía creciendo debido a la crisis económica en la isla, agravada por la pandemia.
Le puede interesar: Celulares habrían sido claves para el ataque más letal contra Rusia en Ucrania
Entre tanto, Cuba aceptó recibir en las próximas semanas de nuevo los vuelos de deportación de cubanos indocumentados que intentan atravesar de manera irregular la frontera estadounidense, aunque el número de estos vuelos no se ha especificado. Estos serían los primeros desde diciembre de 2020, cuando Trump todavía era presidente, ya que Cuba se negó a aceptarlos. Este entendimiento entre los dos gobiernos refleja el notable deshielo que se ha visto desde que Joe Biden asumió el poder.
El reinicio de la actividad en la embajada estadounidense en La Habana y el regreso de los vuelos de deportación hacia la isla son solo los últimos pasos de este deshielo. En 2022, la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de EE. UU. (OFAC por sus siglas en inglés) informó que se eliminaba el límite para las remesas, permitiéndoles a los cubanos enviar más de US$1.000 por persona en un trimestre. También se reactivaron los vuelos chárter de compañías estadounidenses a provincias cubanas. Por esto, se ha visto una gran disposición de ambas partes al diálogo.
“Cuba reitera la disposición de avanzar hacia un mejor entendimiento con el gobierno de Estados Unidos y desarrollar relaciones civilizadas e incluso, de cooperación entre ambos países sobre la base del respeto mutuo, la igualdad soberana y sin menoscabo de nuestra independencia y soberanía, a pesar de profundas diferencias”, manifestó el canciller cubano, Bruno Rodríguez, quien resaltó la apertura al diálogo en la Asamblea General de la ONU y saludó la decisión de Washington sobre el visado.
Sin duda, la migración cubana se convirtió en el eje de las conversaciones entre Washington y La Habana y seguirá así en tanto la migración continúe en cifras preocupantes, y todo apunta a que así será: El martes, dos cruceros rescataron a balseros cerca de las costas de Florida, y un parque nacional en el mismo estado tuvo que cerrar tras la llegada de centenares de balseros en solo dos días. La actual ola de migrantes ya duplica los números del éxodo del Mariel, en 1980, propiciado por el asalto a la embajada de Perú, que empujó a 125.000 cubanos a dejar la isla. Y aunque los acercamientos por la migración merecen aplausos, los asuntos de fondo continúan sin ser abordados.
Para Mariakarla Nordarse Venancio, de WOLA, además de revertir las políticas de la era Trump, flexibilizar las restricciones a las remesas y tomar medidas para la reunificación familiar y una migración más responsable, como se ha hecho, el gobierno Biden debería acordar más apoyo al sector empresarial independiente en Cuba para aumentar las oportunidades en la isla.
Le recomendamos: EE. UU.: Cámara, sin acuerdo para elegir presidente por primera vez en un siglo
Según la socióloga Elaine Acosta, de la Universidad Internacional de Florida, la ola migratoria es producto del “agotamiento de un modelo político y socioeconómico que no ofrece alternativas viables para sostener la vida en la isla”, como le explicó a la BBC. Ocho de cada diez cubanos migrantes tienen entre 15 y 59 años, la edad para trabajar. El sector privado se limita a una gama restringida de ofertas que se ven aún más limitadas por la falta de acceso a Internet y ante las restricciones bancarias entre bancos cubanos y estadounidenses.
“En la actualidad, uno de los mayores obstáculos a la expansión de los vínculos comerciales de Estados Unidos con el sector privado cubano es la ausencia de un sistema de pagos sencillo y fiable. Permitir la realización de transacciones en dólares estadounidenses también facilitaría a los empresarios cubanos relacionarse de forma más productiva y sencilla con entidades y en mercados extranjeros”, dice Nordarse.
También, luego de dos años en el poder, podría revisar la decisión de retirar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Donald Trump decidió incluir a la isla en dicha lista para afectar las relaciones entre Washington y La Habana con Biden, lo cual ha contribuido a amedrentar a las empresas y civiles de Cuba. Finalmente, dice Nordarse, se debe reanudar el diálogo bilateral en otros asuntos de interés, como la emergencia climática y la agricultura, lo que según la experta sería la puerta de entrada para que Estados Unidos cuestione más adelante las violaciones a los derechos humanos en la isla.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Le invitamos a verlas en El Espectador.