Joe Biden y Kamala Harris dieron una muestra de unidad el jueves al celebrar su primer evento público conjunto desde que la vicepresidenta lo reemplazó en la candidatura de los demócratas de cara a las elecciones de noviembre en Estados Unidos.
Biden fue celebrado entre el público en un colegio en Maryland, cerca de Washington, cuando se atribuyó el mérito de un importante acuerdo para reducir los precios de los medicamentos para los beneficiarios del seguro médico federal Medicare.
Pero la mayor estrella fue la vicepresidenta de Biden, que ha unido al Partido Demócrata y ha adelantado en las encuestas al republicano Donald Trump desde su abrupta entrada en la carrera. “Puede ser una gran presidenta”, dijo Biden sobre Harris.
La aparición conjunta tuvo lugar un par de horas antes de que Trump ofreciera una conferencia de prensa en su club de golf en Nueva Jersey.
El magnate inmobiliario y expresidente (2017-2021) ha tenido dificultades para seguir con su campaña desde que Biden se retiró el 21 de julio, en medio de los temores del partido de que estaba demasiado viejo y enfermo para enfrentar a Trump en los comicios.
Hasta entonces, Trump estaba subiendo de manera constante en las encuestas, en gran parte por su mensaje de que Biden estaba perdiendo su agudeza mental, una acusación que ganó fuerza cuando el presidente falló estrepitosamente en un debate presidencial televisado.
Ahora es Harris, de 59 años, quien cobra impulso contra Trump, de 78. Y Biden, a los 81 años y en el final de su mandato, parece revitalizado, abrazando el papel de mentor que le pasa el testigo a su protegido.
En su discurso, Biden dijo que el plan de los demócratas era “darles una paliza” a los oponentes republicanos y provocó risas al fingir que no sabía el nombre de Trump: “Donald Dump (basurero)”, bromeó.
“Histórico”
Harris, que será coronada como candidata demócrata en la convención del partido en Chicago la semana próxima, hizo una demostración de deferencia vicepresidencial, pronunciando sólo breves comentarios y subrayando que ha sido un honor para ella servir bajo el “ser humano más extraordinario”.
“Hay mucho amor en esta sala por nuestro presidente”, dijo entre vítores.
El acuerdo del gobierno con las farmacéuticas reducirá el precio que pagan los jubilados por 10 medicamentos clave, incluidos tratamientos para la diabetes y la insuficiencia cardíaca.
El pacto con los productores, que según la Casa Blanca ahorrará unos US$1.500 millones a los beneficiarios del seguro médico federal Medicare, es decir, personas a partir de los 65 años, y alrededor de US6.000 millones a los contribuyentes en el primer año de su entrada en vigor, tiene tintes electorales para Harris de cara a unas elecciones en las que el costo de vida es un factor determinante.
“Durante años, millones de estadounidenses han tenido que elegir entre comprar medicinas o alimentos”, dijo el presidente, “pero hemos enfrentado (a los laboratorios) y ganamos”, dijo Biden en un comunicado.
La vicepresidenta prometió que no se detendrán allí, al señalar que el costo de otras medicinas se discutirá en los próximos años.
En su declaración, Harris calificó las negociaciones con las compañías farmacéuticas de “históricas” y “que cambiaron la vida” de los estadounidenses que pagan por los medicamentos recetados.
Los precios de los medicamentos, que no están regulados a nivel nacional en Estados Unidos, suelen ser mucho más elevados que en otros países desarrollados. Es habitual que incluso los asegurados tengan que pagar parte del costo de su propio bolsillo.
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