Caso de colombiana ante CorteIDH busca cambiar definición de violación sexual
Brisa Liliana De Angulo fue violada en repetidas ocasiones por su primo mientras residía en Bolivia. El caso llegó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos con el reclamo de un indebido proceso por parte del Estado boliviano.
*Con información de EFE
La colombiana, criada en Bolivia, Brisa Liliana De Angulo Losada pidió el martes a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) justicia por las violaciones sexuales que sufrió por parte de su primo Eduardo, de 27 años, cuando era una adolescente. Estos abusos no habrían sido investigados adecuadamente por las autoridades bolivianas.
“Me violó cada día por ocho meses y me lavó el cerebro para que no dijera nada a nadie”, dijo De Angulo, citada por El País de España. “Estoy aquí porque quiero que la Corte haga diligencias regionales para impedir la impunidad. Yo represento a miles de niños y niñas que nunca llegarán hasta aquí, no pido que castiguen a Bolivia, no pido ni siquiera dinero, pido un cambio para que los niños sean protegidos y puedan tener justicia”, afirmó en su declaración De Angulo, de acuerdo con la agencia EFE. La mujer vuelve a dar testimonio este miércoles.
Más noticias internacionales de hoy: Que no haya “trueque” con EE. UU. de petróleo por libertad: Leopoldo López
Según la demanda, el Ministerio Público de Bolivia no llevó a cabo una investigación diligente ni encausó debidamente el proceso penal con base en la prueba disponible. “Yo era violada docenas de veces, y no entendía que lo que me había pasado era un crimen. Mi agresor, como otros, tienen muchas habilidades para mantener en silencio a las víctimas. Él era el que se suponía que debía cuidarme y protegerme, era mi primo y yo no sabía que lo que me hacía era un crimen. Además me hacía sentir miedo”, expresó.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ente que presenta las demandas a la CorteIDH, dice que De Angulo habría sido víctima de discriminación por razón de género y edad en el acceso a la justicia. “La Comisión determinó que no se tomaron las medidas necesarias para evitar la revictimización de Brisa, quien debió someterse a dos juicios, que los procesos no se condujeron con perspectiva de género y niñez”, destacó el comisionado de la CIDH Joel Hernández, citado por EFE. El Estado, agregó, “violó la garantía del plazo razonable que, a 20 años de los hechos y del inicio del proceso, este no ha concluido debido a la fuga del acusado sin que el Estado haya adoptado medidas efectivas para lograr su comparecencia”.
De Angulo también contó que durante el proceso fue sometida a un examen forense abusivo, en el que sufrió de burlas, sin el acompañamiento de su madre, y que no fue realizado por profesionales de salud capacitados para atender víctimas de violencia sexual menores de edad. Además, la fiscal la habría culpado por lo sucedido. “Me trataron siempre de la misma forma, como mentirosa, diciendo que hice lo posible por seducirlo. Culpan a las niñas y a las adolescentes de haber hecho algo para ser merecedoras de esa violencia”, reporta El País.
Entre las consecuencias que dejaron los abusos, estuvieron el desarrollo de bulimia y anorexia y dos intentos de suicidio por parte de De Angulo.
Además de la violencia institucional, De Angulo habría sufrido dentro de su propia familia. Pese a que sus papás le creyeron y se esforzaron por ayudarla, “mis tíos, abuelos, primos, me dieron la espalda. Todavía en el día de hoy, cuando daba testimonio en la Corte IDH, una tía y una prima siguieron diciendo cosas horribles, como que soy una mentirosa”, aseguró, de acuerdo con El País.
Su búsqueda por la justicia la motivaron incluso a convertirse en abogada.
El caso resulta emblemático, pues se busca cambiar la definición del delito de violación para “que esté basada en la falta de consentimiento y no en el uso de la fuerza porque deja por fuera situaciones coercitivas donde el uso de la fuerza no está presente, como en las relaciones incestuosas, de abuso de poder o cuando la víctima está bajo el efecto de sustancias”, explicó al medio español Bárbara Jiménez, de la ONG Equity Now. “Había intimidación, le decía que si le contaba a su padre, se iba a sentir abochornado y que le iba a hacer lo mismo a sus hermanas”.
La representante del Estado de Bolivia, la procuradora Patricia Guzmán, citada por EFE, dijo que “el Estado no cuestiona la agresión sexual” por lo que las preguntas que planteó a Brisa durante la audiencia “se concentran en cuestiones del proceso”.
👀🌎📄 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias en el mundo? Te invitamos a verlas en El Espectador.
La colombiana, criada en Bolivia, Brisa Liliana De Angulo Losada pidió el martes a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) justicia por las violaciones sexuales que sufrió por parte de su primo Eduardo, de 27 años, cuando era una adolescente. Estos abusos no habrían sido investigados adecuadamente por las autoridades bolivianas.
“Me violó cada día por ocho meses y me lavó el cerebro para que no dijera nada a nadie”, dijo De Angulo, citada por El País de España. “Estoy aquí porque quiero que la Corte haga diligencias regionales para impedir la impunidad. Yo represento a miles de niños y niñas que nunca llegarán hasta aquí, no pido que castiguen a Bolivia, no pido ni siquiera dinero, pido un cambio para que los niños sean protegidos y puedan tener justicia”, afirmó en su declaración De Angulo, de acuerdo con la agencia EFE. La mujer vuelve a dar testimonio este miércoles.
Más noticias internacionales de hoy: Que no haya “trueque” con EE. UU. de petróleo por libertad: Leopoldo López
Según la demanda, el Ministerio Público de Bolivia no llevó a cabo una investigación diligente ni encausó debidamente el proceso penal con base en la prueba disponible. “Yo era violada docenas de veces, y no entendía que lo que me había pasado era un crimen. Mi agresor, como otros, tienen muchas habilidades para mantener en silencio a las víctimas. Él era el que se suponía que debía cuidarme y protegerme, era mi primo y yo no sabía que lo que me hacía era un crimen. Además me hacía sentir miedo”, expresó.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ente que presenta las demandas a la CorteIDH, dice que De Angulo habría sido víctima de discriminación por razón de género y edad en el acceso a la justicia. “La Comisión determinó que no se tomaron las medidas necesarias para evitar la revictimización de Brisa, quien debió someterse a dos juicios, que los procesos no se condujeron con perspectiva de género y niñez”, destacó el comisionado de la CIDH Joel Hernández, citado por EFE. El Estado, agregó, “violó la garantía del plazo razonable que, a 20 años de los hechos y del inicio del proceso, este no ha concluido debido a la fuga del acusado sin que el Estado haya adoptado medidas efectivas para lograr su comparecencia”.
De Angulo también contó que durante el proceso fue sometida a un examen forense abusivo, en el que sufrió de burlas, sin el acompañamiento de su madre, y que no fue realizado por profesionales de salud capacitados para atender víctimas de violencia sexual menores de edad. Además, la fiscal la habría culpado por lo sucedido. “Me trataron siempre de la misma forma, como mentirosa, diciendo que hice lo posible por seducirlo. Culpan a las niñas y a las adolescentes de haber hecho algo para ser merecedoras de esa violencia”, reporta El País.
Entre las consecuencias que dejaron los abusos, estuvieron el desarrollo de bulimia y anorexia y dos intentos de suicidio por parte de De Angulo.
Además de la violencia institucional, De Angulo habría sufrido dentro de su propia familia. Pese a que sus papás le creyeron y se esforzaron por ayudarla, “mis tíos, abuelos, primos, me dieron la espalda. Todavía en el día de hoy, cuando daba testimonio en la Corte IDH, una tía y una prima siguieron diciendo cosas horribles, como que soy una mentirosa”, aseguró, de acuerdo con El País.
Su búsqueda por la justicia la motivaron incluso a convertirse en abogada.
El caso resulta emblemático, pues se busca cambiar la definición del delito de violación para “que esté basada en la falta de consentimiento y no en el uso de la fuerza porque deja por fuera situaciones coercitivas donde el uso de la fuerza no está presente, como en las relaciones incestuosas, de abuso de poder o cuando la víctima está bajo el efecto de sustancias”, explicó al medio español Bárbara Jiménez, de la ONG Equity Now. “Había intimidación, le decía que si le contaba a su padre, se iba a sentir abochornado y que le iba a hacer lo mismo a sus hermanas”.
La representante del Estado de Bolivia, la procuradora Patricia Guzmán, citada por EFE, dijo que “el Estado no cuestiona la agresión sexual” por lo que las preguntas que planteó a Brisa durante la audiencia “se concentran en cuestiones del proceso”.
👀🌎📄 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias en el mundo? Te invitamos a verlas en El Espectador.